sábado, 24 de febrero de 2018

Reportaje a Roberto Rufino, año 1973

A 37 años de su debut profesional, el veterano cantante y autor mantiene incólumes su fama y pasión tangueras. En vísperas de presentar su último longplay, evoca sus comienzos y define su personal, inconfundible estilo.Cuando aparezca el próximo long-play de Roberto Rufino (52, tres hijos) se habrá consumado una hazaña casi sin precedentes en la música popular argentina: un cantor de tangos que desde hace 37 años se mantiene en los primeros puestos del ranking de su especialidad. Claro que en la dilatada carrera de RR se produjeron altibajos, frustraciones y períodos oscuros; pero una y otra vez logró superar esas caídas, reconquistando con creces su sitial en el panorama tanguístico nacional. Tal vez el secreto de Rufino sea su decisión de desdeñar la adopción de un estilo definido y rígido, para darle a cada interpretación un sabor propio. Esa circunstancia, unida el hecho de que en su repertorio intercaló siempre los éxitos tradicionales del compás porteño con las más modernas creaciones de la especialidad, le permitió adaptarse al gusto popular con el correr de los años. De esa manera, el próximo disco permitirá a los fanáticos del 2x4 comparar las primeras grabaciones de RR en 1935 con las actuales, pudiendo establecer diferencias concretas entre el tango de antaño y el de 1973, que al decir del veterano cantor, "no ha muerto ni mucho menos".
Esa superposición de estilos —siempre en tono romántico— de que hace gala Rufino parece también haber ganado su vida cotidiana. Así, el lujoso chalet en el que vive, en la coqueta localidad bonaerense de Acassuso exhibe un curioso cartel: Disneylandia, reza. Sucede que allí funciona un centro de recreación infantil, guardería, natatorio y colonia de vacaciones, que Rufino regentea junto con su mujer. Debido a esa razón, la entrevista que el veterano cantante mantuvo la semana pasada con Siete Días tuvo un desarrollo muy peculiar: debía ser interrumpida frecuentemente ante la irrupción de bulliciosos grupos de niños. De esa manera, no extrañó que las primeras palabras de Rufino fueran referidas, precisamente, a su niñez.
—Desde muy chico me gustó el tango. En realidad toda mi vida estuve mezclado con la música de Buenos Aires. Por eso, a mi familia no le pareció raro que yo debutara como cantor profesional a los 14 años. ¡Usaba pantalones cortos!
—¿Cómo fue su debut profesional?
—Empecé cantando en el café Nacional y en Radio Mitre, con el maestro Francisco de Rosel. El Nacional era un café típico del Buenos Aires de la década del 30. Estaba en la calle Corrientes casi esquina Carlos Pellegrini. Era angosto y largo como la calle. Mi primer tango como profesional fue Milonguero viejo, que en aquella época se cantaba y hoy ya no. La letra decía: "linda pebeta de mi sueño en tango llorón..." y no me acuerdo más. ¡Cuánto hace que no lo canto!
—En una carrera tan larga debe haber conocido a todos los grandes maestros del tango...
—¡Uff! Actué con todos, absolutamente todos. Hasta con el tío de Ringo Bonavena, don Antonio Bonavena, en el famoso Petit Salón, que estaba en Montevideo y Corrientes. Actué con Pichuco Troilo, Francini y Pontier, Carlos Di Sarli, qué sé yo, canté con todo el país...
—¿Lo conoció a Gardel?
—No, no tuve esa suerte aunque nací en la zona del mercado de Abasto en Agüero y Zelaya, cerca de la casa de él. Después fui amigo de Armando Delfino, su apoderado. Un día, estaba actuando en un teatro, se me acerca y me dice: "Roberto, te quiere conocer la madre de Gardel". Entonces lo acompañé y la conocí.
—¿Cuál fue su mejor época?
—Sin duda, los cinco años que pasé con el maestro Di Sarli. Calcule que él me contrató cuando yo recién empezaba y todavía usaba pantalones cortos. A veces, cuando me daba vergüenza, le robaba un traje a mi hermano, de pantalones largos, gris a rayitas. Así anduve un tiempo, hasta que el maestro Di Sarli me compró mi primer traje en Los 49 Auténticos.
—¿Y no había problemas en que actuara un chico de pantalones cortos en confiterías?
—Cuando actuaba de noche, sí. Yo, para disimular, trataba de cantar medio escondido detrás del piano. Pero una vez, en la boîte Moulin Rouge, tocaron los dos timbrazos que indicaban que había llegado la taquería. Entonces, Di Sarli me tiró un sobretodo largo, que me llegaba hasta los pies y me hizo salir por una puerta de atrás. Después de eso, no actué de noche hasta que me compraron el traje con los pantalones largos.
—Usted habla de actuaciones nocturnas. ¿Las orquestas de tango ofrecían funciones durante las horas del día en aquella época?
—¡Claro! Antes el tango era cosa seria. Empezaba en el café Nacional a las 9 de la mañana y terminaba recién a la madrugada.
—De todas las cosas que se fueron perdiendo con el correr del tiempo en la vida de la ciudad, ¿cuál es la que usted más siente?
—Sin duda, la gran cantidad de clubes y bares que han cerrado sus puertas, especialmente los de la calle Corrientes. Aquellos locales, además de un reducto del buen tango, constituían una fuente segura de trabajo para muchos compañeros.
—¿Y el público varió de una época a otra?
—Yo me acuerdo de algunas actuaciones mías, por ejemplo en la audición radial Ronda de Ases, o los bailes de Marabú, que tenían un público numeroso y entusiasmado. En aquel momento actuaban casi simultáneamente duplas sensacionales, como la de Pichuco con Florentino, D'Agostino con Angelito Vargas, D'Arienzo con Alberto Echagüe y Di Sarli conmigo. Ahora hay menos público y un poco distinto. Algo menos de fervor. Aunque, en mis últimas actuaciones en un boliche, Cheyenne, de Martínez, el público me hizo acordar un poco al de antes. Creo que hay una especie de resurgir del tango.
—Usted nombró unos cuantos valores del pasado, ¿no surgen nuevos, de recambio?
—Sí, en la última hornada están Néstor Fabián, Alberto Marino y Marina Dorell, por ejemplo.
—¿Le gustaba más el tango de antes que el de ahora?
—Mire, a mí me gusta llegar al público. A veces, el público quiere el tango de antes, pero hay muchos temas nuevos que también llegan a la gente. Yo también voy a cantar esos nuevos temas. Tampoco hago distingos entre mi profesión de cantor y la de autor de temas. En los dos aspectos y a lo largo de mi carrera, lo que siempre me interesó fue estar en contacto con el público. Y fíjese que eso lo logré antes de ser profesional y cuando era un adolescente. En 37 años de actividad creo que logré bastantes cosas.
—¿Cómo fue su carrera de autor?
—Empecé a escribir temas después de unos 10 años de actuación como cantor, y esa actividad terminó siendo una de mis labores más trascendentes. Tuve muchos grandes éxitos y no me acuerdo ni del número de ellos ni de la mayoría de sus nombres. Le podría citar, por ejemplo, El clavelito, Déjame vivir mi vida, Manos adoradas, Soñemos, Calla, En el lago azul, Cómo nos cambia la vida, Romance del pueblo, El bazar de los juguetes, qué sé yo, un montón. Hasta hice varios boleros. Uno de ellos, La Luna y el Sol, de 1950, tuvo 199 grabaciones en todo el mundo. Fue un gran éxito internacional. En realidad, tengo que agradecer a todas las orquestas y a todos los cantores que constantemente me piden temas para interpretar.
—¿Está conforme con su trayectoria?
—Yo no estoy nunca conforme con lo que hago. Siempre trato de mejorarlo. De no haber sido por esa actitud de permanente crítica, posiblemente mi carrera no habría durado ni la décima parte de lo que duró.
—¿Cuáles fueron sus mejores éxitos a lo largo de su carrera?
—Curiosamente, los tangos que a mí más me gustaron y que más fueron pedidos por el público, por una serie de imponderables nunca los grabé. Ellos son Cambalache, Alma de bandoneón y Buenos Aires. También me gustó mucho A la luz de un candil, pero ése lo grabé varias veces.
—¿Cuál es su verdadero estilo?
—iMás bien romántico. Creo que debo ser el último romántico del tango.
—¿Y en la vida privada también así romántico?
—¡Mucho más!
Fuente:Revista Siete Días Ilustrados15.10.1973

jueves, 8 de febrero de 2018

Osvaldo Berlingieri

Nació el 20 de febrero de 1928. Pianista, director y compositor. Comenzó como pianista de la orquesta de Héctor Maure. Continuó en las de Domingo Federico, Edgardo Donato y Roberto Caló. Acompañó a Raúl Iriarte en su gira por Centroamérica. Luego se incorporó a la orquesta de Aníbal Troilo (1957). En forma paralela integró el trío Los modernos y el cuarteto Los notables del Tango (1959). En 1967 el trío formado dos años antes junto a Ernesto Baffa (PK) (bandoneón) y Fernando Cabarcos (contrabajo) se convierte en la Orquesta Baffa-Berlingieri (PK), acompañante de Roberto Goyeneche (PK) a fines de esa década. También fue colaborador de Héctor Stamponi (PK) en las grabaciones de Edmundo Rivero (PK), compartió un trío con Leopoldo Federico (PK) y, en 1989, editó con su propia orquesta el álbum Identificación. Sus obras son tocadas por orquestas de distintos lugares del mundo. Entre sus composiciones se destacan los instrumentales: Siempre otoño, A mis viejos, Contacto en Buenos Aires y Tiempo imaginario
Osvaldo Berlingieri fue un músico reconocido por sus cualidades artísticas que junto a un sector de admiradores y seguidores de un estilo y virtuosismo que lo ubican en la escuela pianística inaugurada por Osmar Maderna y continuada por Horacio Salgán. Tiene también otro sector que opinan que no tiene el yeite ​ tanguero y de utilizar formas jazzísticas que desnaturalizan al género.
Falleció el 8 febrero 2015

LA HISTORIA DEL FINAL DE JORGE CAFRUNE

La madrugada del 31 de enero de 1978, cuando marchaba a caballo rumbo a Yapeyú para depositar un cofre con tierra de Bolougne Sur Mer en homenaje al general Jose de San Martín, el folklorista Jorge Cafrune fue atropellado por una camioneta. Quedó demasiadas horas tirado en la ruta con las costillas incrustadas en los pulmones, y al día siguiente falleció. A la camioneta y a su conductor se los tragó la noche: sólo pudo saberse un nombre –Héctor– susurrado por los habitantes de Benavídez.
Por entonces Yamila, la hija mayor del legendario creador de Zamba de mi esperanza, tenía 12 años. A los 18 decidiría seguir la carrera de abogacía. “Siempre sostuve la idea de que es posible hacer justicia hablando con la verdad, pero desde que pasó lo de mi papi supe lo que es empezar por casa”, dice Yamila. “Hasta el ‘83 fue imposible averiguar nada. Ese año empecé la facultad, y con mi madre y mis hermanas intentamos por todos los medios encontrar algún otro dato. Pero la investigación llegó a un punto muerto”.
Sin embargo, dice Yamila, hay numerosas conjeturas posibles. “Que detrás del accidente estuvo Gendarmería, o la Triple A. Es sabido que López Rega dijo que Cafrune era más peligroso con una guitarra que un ejército con armas. Es sabido que sus discos estaban prohibidos: En Radio Nacional de Córdoba guardan un disco que tiene los temas que no podían pasarse tachados con birome en la tapa y rayados con un clavo adentro. Entre ellos estaba Zamba de mi esperanza. ¿Sabés cuál era la palabra prohibida...? Era la palabra esperanza”.
Hay otros datos, que involucran nombres que Yamila ha preferido no retener en la memoria. Graciela Geuna, sobreviviente del campo clandestino de concentración La Perla, declaró haber escuchado cómo el por entonces teniente primero Carlos Enrique Villanueva dispuso en ese lugar la muerte del folklorista, luego de que éste cantara en Cosquín Luna cautiva, una zamba “no autorizada”. “Esto no deja de ser una conjetura, algo que alguien dice que escuchó”, apunta Yamila en una entrevista con Página/12. “Nosotros preferimos creer que fue un accidente. Llegó un punto en que priorizamos nuestra salud mental. La decisión de la familia es llegar hasta acá”, resume.
Jorge Antonio Cafrune Herrera nació en el seno de una familia argentina jujeña de típicas costumbres gauchescas y antepasados de orígenes árabes, en la que sus abuelos paternos y maternos eran inmigrantes provenientes de Siria y el Líbano. Sus padres fueron José Jorge Cafrune y Matilde Argentina Herrera. Recibió el apodo de "El Turco" tal y como llamaban a su padre, un popular gaucho de la región que cantaba bagualas y supo protagonizar duros duelos criollos.
Nació en la finca "La Matilde" de El Sunchal, cerca de Perico del Carmen (provincia de Jujuy),el 8 de agosto de 1937 .
A los diecisiete años tuvo su primera guitarra, que aprendió a tocar con músicos locales.
En 1957 se trasladó a Salta, donde cantó en el bar Madrid y poco después integró Las Voces del Huayra hasta 1959.
Fue con este grupo, con el que actuó en la Compañía de Ariel Ramírez y efectuó grabaciones. Pasado algún tiempo, formó parte de Los Cantores del Alba y cantó a dúo con Alberto Sauad.
A principios de 1961, ya solista, hizo presentaciones radiales y televisivas en Uruguay y Brasil. Un año después viajó a Cosquín, a cuyo escenario principal llegó después de triunfar en las peñas. EnBuenos Aires actúa en "La Pulpería de Mandinga" por el Canal 9 de televisión, y en radios y teatros.
Obtuvo el primer premio del 2º Festival Odol de la Canción con la zamba de Marta Mendicute Que seas vos y, casi de inmediato, su versión de Zamba de mi esperanza, de Luis Morales, se convirtió en un extraordinario éxito.
Realizó varias temporadas en el Teatro Odeón y giras nacionales con el espectáculo "Otra vez folklore".
En 1972 visitó España, país donde residió hasta 1976, presentándose también en otros países europeos.
Cuando regresó a su país, planeó un viaje a caballo de Buenos Aires a Yapeyú (Pcia. Corrientes) para conmemorar el bicentenario del nacimiento del general San Martín.
ElTurco decía de sí mismo: no soy poeta, soy cantor y hago canción lo que escriben los poetas de mi país. El emblema fue la Zamba de mi esperanza.
La última entrevista, días antes de partir en el viaje en el que perdería la vida y se volvería inmaterial pero trascendente, la concedió por radio al programa 'Un alto en la huella', de Miguel Franco. Allí leyó un poema de José Pedroni, Quinta Luna, para honrar a su esposa, embarazada entonces de su sexta hija, que nacería apenas un mes más tarde. No la vería pero no podía saberlo. Bromeaban, entonces jocosos, sobre aquellos que no creían en su travesía. Él, siempre poético, contestó: "A mí me controlan los que viven a la vera de los caminos, pero como no tienen ni medios ni periodismo, no lo escucha nadie. Si quieren verme, que me sigan el rastro". Iba hasta Yapeyú pero no llegó. Su muerte fue un aullido en medio del silencio.

martes, 6 de febrero de 2018

Se viene el 5º Festival de Tango en Monte Hermoso


Gaby
El 16 de febrero comenzará la quinta edición del Festival Nacional de Tango de Monte Hermoso con el auspicio de la Municipalidad de Monte Hermoso, la coordinación de la Secretaría de Tercera Edad a cargo de José Abraham y la dirección del escritor y productor cultural José Valle.
Las actividades iniciarán el viernes 16 a las 18.30 hs, Centro de Convenciones: Apertura Oficial.
Charla “Según pasan los años” por Carlos Benítez. Anécdotas del zorzal criollo y grabaciones originales de Carlos Gardel en diferentes tecnologías: desde el cilindro en fonógrafo hasta la reproducción digital vía Bluetooth.
20.30 hs, Escenario Mayor de Peatonal Dorrego y Costanera
C.Gorrindo y J. Tortosa

Clase de baile y exhibición por Corrie Marcone , Enzo Somoza y la Turca Natalia Abraham.
Participación musical del cantor nacional Jorge Tortosa y el locutor e historiador de tango Carlos Gorrindo.
Milonga popular con el Trío de Juan Carlos Polizzi..Entrega de premios a las parejas destacadas de la milonga.
Sábado 17 a las 21.30 hs, Escenario Mayor de Peatonal Dorrego y Costanera Trío Bahía Blanca Tango con el cantante Pablo Gibelli, la pareja de baile de Corrie Marcone y Enzo Somoza, Ciro Ortiz y Ludmila Perpetuo pareja de jóvenes Ganadores de la Medalla de Bronce en los Torneos Bonaerenses de Mar del Plata 2017, “Los Purretes de Dorrego” y el Grupo de Mayores de la Asistencia Municipal de Tango de Cnel. Dorrego y Monte Hermoso.Milonga “Frente al Mar”, con grabaciones de Orquestas Inolvidables. Entrega de premios a las parejas destacadas.
Natalia y Gustavo
Como broche de oro para estas tres jornadas tangueras teñidas de sol y mar, el domingo 18 a las 21 hs en Peatonal Dorrego y costanera La cantante Gaby “La voz sensual del tango” presentará su exitoso espectáculo “Luna y misterio” de gran repercusión en la costa atlántica durante su gira estival 2018, junto a los bailarines Natalia Gastaminza y Gustavo Rodriguez .Y, finalmente, habrá milonga popular hasta que las velas no ardan.
Monte Hermoso se ubica en la zona sur de la costa atlántica bonaerense. El balneario se encuentra a 105 km. de Bahía Blanca y a 630 km. de Buenos Aires. Destino veraniego por excelencia, la ciudad de Monte Hermoso explota en propuestas y satisfacciones cada temporada. Extensas playas de arenas doradas preludiando la inmensidad de las aguas aturquesadas, sombrillas y reposeras por doquier, y espacios propicios para el desarrollo de los más apasionantes deportes, le dan ese toque juvenil y divertido que absorbe incluso familias.

jueves, 1 de febrero de 2018

Por una cabeza

Por una cabeza es un popular tango compuesto por Carlos Gardel (música) y Alfredo Le Pera (letra) en la ciudad de Nueva York en 1935.
La versión original fue grabada por Carlos Gardel el 19 de marzo de 1935 con número de master BVE 89227-2 para su última película Tango bar. Gardel era un experto en temas hípicos, lo que hace que esta canción tenga un especial valor entre sus seguidores.
Se trata de uno de los tangos clásicos de Carlos Gardel. Su letra hace referencia a las carreras de caballos y al fanatismo que se crea en torno a estas competencias y sus apuestas, y también un paralelismo con las relaciones con la mujer y la vida. La expresión "por una cabeza" es una expresión usada en la jerga hípica rioplatense, donde a los caballos que ganan las carreras de modo muy ajustado se dice que ganan por una cabeza (o por varias), usada como medida de referencia.
Gardel murió junto con Alfredo Le Pera en un accidente en avión en el año 1935. Debido a que ambos autores fallecieron en esa fecha, y pasados 70 años del suceso, según el artículo 5* de la ley 11.723 de Argentina (sustituido por el art. 1* de la ley 24.870):
Art. 5º - La propiedad intelectual corresponde a los autores durante su vida y a sus herederos o derecho habientes, durante setenta años más. En los casos de colaboración debidamente autenticada, este término comenzará a correr desde la muerte del último coautor;
El 1 de enero de 2006, por esta razón "Por una cabeza", su música y su letra y las obras conjuntas de ambos autores pasaron a dominio público.