Héctor Bates llevó ante el micrófono de Radio Belgrano para reportearlo, a Charlo.
Charlo figura simpática de nuestro ambiente, se expresó en estos términos:
Comenzó diciendo que había nacido en Puán, provincia de Buenos Aires. Se crió y se educó allí hasta sexto grado, y después ingresó al Internado Nacional de La Plata.
La presencia del celebrado y popular cantor en el estudio de la emisora donde tantos éxitos conquistara el año pasado, se esperaba con tanto interés como expectativa. El público oyente deseaba escuchar de labios de Charlo la narración de algunos aspectos de su vida inquieta, al propio tiempo que también esperaba con interés oir alguna anécdota de índole amorosa, ya que a Charlo se lo ha denominado "El cantor de las mil novias", cantidad que Bates aumentó con una más, siendo ésta la que dio motivo a la pintoresca escena que narró Charlo, en tono risueño, muy distinto, sin duda, al que emplease cuando ocurrió ese episodio.Charlo figura simpática de nuestro ambiente, se expresó en estos términos:
Comenzó diciendo que había nacido en Puán, provincia de Buenos Aires. Se crió y se educó allí hasta sexto grado, y después ingresó al Internado Nacional de La Plata.
TERRIBLEMENTE DESAPLICADO
Así resultó Charlo cuando ingresó al Internado, tan es así que su señor padre se cansó de gastar dinero inútilmente y lo sacó de esa institución. Con el propósito de ver si conseguía enmendarlo su padre lo empleó en un Banco, donde Charlo sólo duró 4 meses, a causa de que sus jefes se aburrieron de verlo llegar tarde.
Desde muy niño, a los 8 años, tuvo maestro de música y estudió el piano, única cosa que hacía a su gusto. Más tarde aprendió la guitarra, pero sin maestro, y adelantó a los oyentes que está estudiando otro instrumento que no quiso decir cuál era, pero que sería una sorpresa pues no es un instrumento vulgar.
A causa de sus dotes de buen cantor continuamente era invitado a reuniones familiares, donde se relacionó con el Ingeniero del Ponte y De Bary, quienes le invitaron para hacer una transmisión por Radio Cultura, cuando esta estación tenía sus estudios en la Avenida Alvear.
La hizo a dos pianos con Angel Pozzi, más conocido entonces por Wells, y después hizo números de canto acompañándose él mismo y fue cuando principió a hacerse conocer también como autor.
Su primer tango fue "Sin Cariño" del año 1924. Después compuso "No me olvides" del año 1926; luego "Pinta brava", "Rencor", "Cobardía", "Tormento", "Santa Lucía", "Lindo tipo de varón", etc.
Es el verdadero nombre de Charlo, pero a causa de ser tan largo, Enrique Del Ponte, para mayor comodidad cuando lo anunciaba lo bautizó Charlo...y con ese nombre quedó.
El cantor de las mil novias fue el nombre con que lo bautizó el periodismo radiotelefónico pero la causa de una anécdota que narró Charlo, anécdota que la había tenido muy reservada. Bates propuso rebautizarlo con el nombre del subtítulo, pues la conquista que en la anécdota contó no se había tomado en cuenta cuando se le había bautizado con el sugestivo nombre de «el cantor de las mil novias».
La anécdota a que hacemos referencia la contó él así:
"Hace unos años recibía con una asiduidad admirable, unas cartitas que venían en papel perfumado, escritas admirablemente. Al principio las leía sin darle importancia... pero recibía otra y otra, con la particularidad que en cada una venía un trocito de fotografía: un día una mano, un pedacito de cara, así como en los rompecabezas. Claro, el asunto me intrigó y fui juntando los pedacitos hasta que al cabo de un año junté la foto entera. Era una chica de unos 18 años... preciosa. Un día, después de mil vueltas todas epistolares, se entiende, me dio una cita para conocernos personalmente. Fue en una esquina, ella me dijo que estaría en un auto. Yo fui ansioso. De pronto veo un hermoso auto particular que esperaba... me aproximé pensando que si ese auto era el estuche donde la damita venía ¡Cómo sería ella!... y así resultó.
La que estaba adentro esperándome, esa hermosa chica de 18 años, era una señora idéntica a mi abuelita, físicamente y en edad... No puedo olvidarme que llevaba una cadena de oro con la que se había dado como 12 vueltas al cuello.
Ahora ya saben los lectores por que Bates lo rebautizó con el sobrenombre de "El cantor de las mil y una novias", pues esta última seguramente no figuraba en la cuenta.
"Hace unos años recibía con una asiduidad admirable, unas cartitas que venían en papel perfumado, escritas admirablemente. Al principio las leía sin darle importancia... pero recibía otra y otra, con la particularidad que en cada una venía un trocito de fotografía: un día una mano, un pedacito de cara, así como en los rompecabezas. Claro, el asunto me intrigó y fui juntando los pedacitos hasta que al cabo de un año junté la foto entera. Era una chica de unos 18 años... preciosa. Un día, después de mil vueltas todas epistolares, se entiende, me dio una cita para conocernos personalmente. Fue en una esquina, ella me dijo que estaría en un auto. Yo fui ansioso. De pronto veo un hermoso auto particular que esperaba... me aproximé pensando que si ese auto era el estuche donde la damita venía ¡Cómo sería ella!... y así resultó.
La que estaba adentro esperándome, esa hermosa chica de 18 años, era una señora idéntica a mi abuelita, físicamente y en edad... No puedo olvidarme que llevaba una cadena de oro con la que se había dado como 12 vueltas al cuello.
Ahora ya saben los lectores por que Bates lo rebautizó con el sobrenombre de "El cantor de las mil y una novias", pues esta última seguramente no figuraba en la cuenta.
Para bailar prefiere el tango viejo y para cantar el de hoy. Opinó que hay autores que en su afán de mejorar al tango lo perjudican pues hacen instrumentación para orquestas con una falta absoluta de conocimiento del ritmo cambiándolo en una forma tal que ya no es tango.
Dijo que le era muy difícil seleccionar las piezas que va agregando a su repertorio, pues es tan grande la cantidad de tangos que se producen y tan malos, que no le queda más recurso que acudir a tangos viejos para defenderse.
Manifestó que hay una falta de criterio enorme en los editores al publicar cuanto papelucho se les lleva, y a causa de eso el público va llegando a la triste conclusión de que nuestro tango decae y en realidad él opina que no es así... lo que cree es que se publican cosas tan malas que van intoxicando al público por defensor que sea éste de la música popular.
Sus primeros guitarristas fueron Spina y Correa. Después Iglesias Yriarte y Besada, y este último es hoy su primer guitarrista.
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