domingo, 4 de agosto de 2013

EMOTIVO HOMENAJE AL SEÑOR TANGO PIGÜENSE

F.Soler
El sábado 03 de agosto, en el Teatro Español de Pigüé, se llevó a cabo un bello y nostálgico homenaje al cantor de tangos Fernando Soler, nativo de la localidad, que llenó de lágrimas y recuerdos a familiares, amigos, vecinos y admiradores del talentoso artista bonaerense.
Se trató de una nueva iniciativa del Intendente Hugo Corvatta quien en su gestión ha hecho gran hincapié en la revalorización de la historia cultural local y la música popular resaltando su presente, brindando un importante apoyo y espacio a los nuevos talentos del Partido de Saavedra. Adhirió a este evento la Academia Porteña del Lunfardo.
Cerca de las 21 hs la sala del Teatro estaba absolutamente colmada y decenas de vecinos se disponían en el frente del histórico edificio para observar desde una pantalla gigante lo que ocurría dentro. El comienzo fue a puro ritmo apenas pasadas las 21,30: Gaby “La voz sensual del tango” y el ballet de Sergio y Adriana desplegaron talento, ritmo y alegría con el candombe Oro y Plata que irrumpió gratamente en la expectante platea. Esta primera parte de la velada fue una muestra absolutamente dinámica de los grandes valores artísticos que esconde el interior del país: promesas que dejan ya avizorar un promisorio futuro como los pequeños Valentina Echeverz (8 años) y Gianlucca Pezzutti (12 años), jóvenes con el tango amarrado al corazón como el caso de Nicolás Rodríguez (Saavedra) y Omar Olea (Bahía Blanca) -cuyas interpretaciones recuerdan claramente al gran Jorge Valdez- y brillo, energía y gran profesionalismo como en el caso del Ballet de Sergio y Adriana que mostró gran despliegue de vestuario, ritmos y coreografías.
Gaby
Un párrafo aparte merece la bahiense Gaby, que en pocas interpretaciones mostró su ductilidad y capacidad de caer en gracia ante el público. No fue la primera presentación de la morocha en la ciudad pero aun así logró sorprender a la platea con repertorio, vestuario y puestas en escena muy originales. Gaby aprovechó un desperfecto técnico -que le permitió dirigirse prolongadamente al público- para agradecer a los presentes y especialmente al Intendente y su equipo que le brindan con asiduidad la posibilidad de visitar la hermosa ciudad de Pigüé y poder, en este caso, sumarse a un merecido homenaje.
Finalmente, llegó el momento tan esperado: el homenaje al cantor de tangos, título con que Fernando Soler se auto-caracterizó risueñamente al recordar el momento de pedir la mano de su amada esposa, 35 años atrás, ante sus futuros suegros. Las autoridades municipales encabezadas por Hugo Corvatta hicieron entrega de presentes para Soler y las damas de su familia, el Lic. José Valle, Presidente del CEDICUPO, hizo lo propio otorgándole una distinción a la trayectoria y ex compañeros de su querida escuela Técnica se acercaron al escenario para acompañar el emotivo momento y entregar un regalo como muestra del gran afecto profesado a ese eterno Carlitos Taccari.
“Me han dado duro en este rincón, esta noche… me han pegado bajo” reiteró varia veces emocionado. Soler dedicó largas y sentidas palabras para su querido pueblo, para sus calles, sus paisajes y su gente. Para sus padres, hoy físicamente ausentes pero eternamente presentes en su corazón. Para todas aquellas personas que alguna vez fueron parte de su vida y para todas las que esa noche habían llegado hasta allí para demostrarle su cariño.
Entre palabras y recuerdos pasaron las canciones. Hermosas y profundas canciones que el cantor fue dedicando a importantes personas de su vida: “Aurora” y “Volver” al evocar lejanos años de escuela, “Distancia” a su querido pueblo o “El amor desolado” a su amigo Jorge Falcón, por sólo nombrar algunos. Soler presentó también gran parte de su nuevo disco que saldrá próximamente a la venta. Se trata de una obra tributo a Julio Sosa -de quien se declaró ferviente admirador- realizada junto a Leopoldo Federico (arreglador y bandoneonista de la orquesta que acompañara al Varón del Tango en su etapa solista). De esa producción, Soler interpretó “El último café”, “Madame Ivonne”, “Nada” y “La Cumparsita” (con el clásico recitado de los versos de Celedonio E. Flores de su poema “Por qué canto así”.

El cierre estuvo a cargo de Soledad, la esposa del cantor, una de las responsables de la concreción de este homenaje, quien expresó su inmenso agradecimiento y la enorme satisfacción de volver al pago de su compañero de vida. Se comprometió a regresar cada vez que el destino lo permita… esperaremos ese regreso para volver a vivir otra noche inolvidable.

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