F.Soler |
El sábado 03 de agosto, en el
Teatro Español de Pigüé, se llevó a cabo un bello y nostálgico homenaje al
cantor de tangos Fernando Soler, nativo de la localidad, que llenó de lágrimas
y recuerdos a familiares, amigos, vecinos y admiradores del talentoso artista
bonaerense.
Se trató de una nueva iniciativa
del Intendente Hugo Corvatta quien en su gestión ha hecho gran
hincapié en la revalorización de la historia cultural local y la música popular
resaltando su presente, brindando un importante apoyo y espacio a los nuevos
talentos del Partido de Saavedra. Adhirió a este evento la Academia Porteña del
Lunfardo.
Cerca de las 21 hs la sala del
Teatro estaba absolutamente colmada y decenas de vecinos se disponían en el
frente del histórico edificio para observar desde una pantalla gigante lo que
ocurría dentro. El comienzo fue a puro ritmo apenas pasadas las 21,30: Gaby “La
voz sensual del tango” y el ballet de Sergio y Adriana desplegaron talento,
ritmo y alegría con el candombe Oro y
Plata que irrumpió gratamente en la expectante platea. Esta primera parte
de la velada fue una muestra absolutamente dinámica de los grandes valores
artísticos que esconde el interior del país: promesas que dejan ya avizorar un
promisorio futuro como los pequeños Valentina Echeverz (8 años) y Gianlucca
Pezzutti (12 años), jóvenes con el tango amarrado al corazón como el caso de
Nicolás Rodríguez (Saavedra) y Omar Olea (Bahía Blanca) -cuyas interpretaciones
recuerdan claramente al gran Jorge Valdez- y brillo, energía y gran
profesionalismo como en el caso del Ballet de Sergio y Adriana que mostró gran
despliegue de vestuario, ritmos y coreografías.
Gaby |
Un párrafo aparte merece la
bahiense Gaby, que en pocas interpretaciones mostró su ductilidad y capacidad
de caer en gracia ante el público. No fue la primera presentación de la morocha
en la ciudad pero aun así logró sorprender a la platea con repertorio,
vestuario y puestas en escena muy originales. Gaby aprovechó un desperfecto técnico
-que le permitió dirigirse prolongadamente al público- para agradecer a los
presentes y especialmente al Intendente y su equipo que le brindan con
asiduidad la posibilidad de visitar la hermosa ciudad de Pigüé y poder, en este
caso, sumarse a un merecido homenaje.
Finalmente, llegó el momento tan
esperado: el homenaje al cantor de tangos,
título con que Fernando Soler se auto-caracterizó risueñamente al recordar el
momento de pedir la mano de su amada esposa, 35 años atrás, ante sus futuros
suegros. Las autoridades municipales encabezadas por Hugo Corvatta hicieron
entrega de presentes para Soler y las damas de su familia, el Lic. José Valle,
Presidente del CEDICUPO, hizo lo propio otorgándole una distinción a la
trayectoria y ex compañeros de su querida escuela Técnica se acercaron al
escenario para acompañar el emotivo momento y entregar un regalo como muestra
del gran afecto profesado a ese eterno Carlitos Taccari.
“Me han dado duro en este rincón,
esta noche… me han pegado bajo” reiteró varia veces emocionado. Soler dedicó
largas y sentidas palabras para su querido pueblo, para sus calles, sus
paisajes y su gente. Para sus padres, hoy físicamente ausentes pero eternamente
presentes en su corazón. Para todas aquellas personas que alguna vez fueron parte
de su vida y para todas las que esa noche habían llegado hasta allí para
demostrarle su cariño.
Entre palabras y recuerdos
pasaron las canciones. Hermosas y profundas canciones que el cantor fue
dedicando a importantes personas de su vida: “Aurora” y “Volver” al evocar
lejanos años de escuela, “Distancia” a su querido pueblo o “El amor desolado” a
su amigo Jorge Falcón, por sólo nombrar algunos. Soler presentó también gran
parte de su nuevo disco que saldrá próximamente a la venta. Se trata de una obra
tributo a Julio Sosa -de quien se declaró ferviente admirador- realizada junto
a Leopoldo Federico (arreglador y bandoneonista de la orquesta que acompañara
al Varón del Tango en su etapa solista). De esa producción, Soler interpretó
“El último café”, “Madame Ivonne”, “Nada” y “La Cumparsita” (con el clásico
recitado de los versos de Celedonio E. Flores de su poema “Por qué canto así”.
El cierre estuvo a cargo de
Soledad, la esposa del cantor, una de las responsables de
la concreción de este homenaje, quien expresó su inmenso agradecimiento y la
enorme satisfacción de volver al pago de su compañero de vida. Se comprometió a
regresar cada vez que el destino lo permita… esperaremos ese regreso para
volver a vivir otra noche inolvidable.
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