martes, 15 de enero de 2013

AZUCENA MAIZANI "LA ÑATA GAUCHA"


Azucena Josefina Maizani, nació en Buenos Aires, en el Hospital Rivadavia el día 17 de noviembre de 1902. Vivía en la calle Guatemala en Capital Federal y a los 5 años por razones de salud tuvo que mudarse a la isla Martín García (algunos investigadores dicen que la mudanza se debió a un contrato de trabajo de su padre, de oficio ebanista)
Vivió en la isla hasta entrados los quince años y en 1917, ya restablecida, retornó con su familia a Buenos Aires. La precaria situación económica de su familia la llevó a buscar trabajo para ayudar a solventar los gastos del hogar. Consiguió empleo como modista en una fábrica de camisas. 
Su barrio fue el Abasto, en donde en tertulias familiares cantaba a modo de diversión, pero el canto además era su gran pasión. Ferviente admiradora del dúo Gardel - Razzano, aprendió varias canciones de su repertorio escuchando las grabaciones del famoso dúo en un gramófono. Con otras muchachas de su edad realizaban por entretenimiento actuaciones teatrales en los patios, en donde Azucena  desarrollaba su histrionismo interpretando roles inventados para esas ocasiones entre sus amigas. 
El maestro Francisco Canaro contaba en su libro de memorias, como conoció a Azucena: "Al Pigall donde yo actuaba con mi orquesta solía concurrir una jovencita bonita y de cabello renegrido, una noche conversando conmigo me dijo que sabía cantar, entonces se me ocurrió preguntarle si no se animaría a cantar en público, previo unos ensayos. Yo mismo la acompañaría con mi orquesta. Ella, muy animosa aceptó, y después de ensayarla un poco la anunciamos al público presentándola yo mismo con el nombre de "Azabache" por lo renegrido de su cabello. Cantó "El rebenque plateado" y la milonga "La verdolaga", canciones que ella había aprendido de oírselas a Carlitos Gardel, y no hay para que decir que de entrada nomás obtuvo un éxito colosal porque en realidad cantaba muy bien y con mucho sentimiento" 
Sin embargo  no volvió más por el cabaret ni a contactarse con Canaro. Azucena tenía en ese momento 18 años. 
En 1923 el teatro "Apolo" puso un aviso en el diario solicitando coristas para la compañía de César Ratti para la obra "El bailarín del cabaret", que sería interpretada en los roles protagónicos, por el  galán cantor Ignacio Corsini y por la actriz Eva Franco. 
Después de meditarlo, Azucena tomó la decisión de anotarse para la prueba. Pasada con éxito la misma, fue contratada para hacer un pequeño bolo musical. Fue entones que Delia Rodríguez, una compañera del coro la invitó a su fiesta de cumpleaños, la que se realizó en su departamento. Azucena concurrió y en esa reunión festiva conoció al pianista Enrique Delfino, que por ese entonces estaba por estrenar un tango que había compuesto para el sainete de Vacarezza, "A mi no me hablen de penas". 
En esa ocasión Azucena cantó a dúo con Delia Rodríguez "La tranquera", acompañadas en el piano por Delfino. Este quedó deslumbrado por la voz y la personalidad de Azucena y le propuso que cantara su tango en dicha obra, la cual se pondría en escena en breve en el "Teatro Nacional". El tango en cuestión era "Padre nuestro". 
Quedó de acuerdo con Delfino para tener una entrevista con  Alberto Vacarezza y Pascual Carcavallo, dueño y  director del teatro. El gran escritor del teatro criollo quiso escucharla; Azucena cantó y el maestro del sainete quedó impresionado y  fue automáticamente contratada. Debutó el 23 de julio de 1923.
Cuando Azucena cantó  "Padre nuestro" fue tan grande la ovación que le tributó el público, que debió repetir el mismo cinco veces. Ese tango le abrió definitivamente las puertas como cancionista. En 1924  trabajó en la sala del teatro "Smart" con la compañía de Tomás Simari. Posteriormente actuó en el teatro "Argentino" donde debutó como actriz en la obra "Cristóbal Colón en la Facultad de Medicina" con la compañía de Florencio Parravicini. Luego pasaría por las compañías de José González Castillo, Alippi-Morganti y Héctor Quiroga, hasta que decidió  formar su propia compañía junto al actor Enrique Rando, debutando en el "Teatro de la Comedia". Estrenó  los tangos "Cascabelito" y "La cabeza del italiano”. 
Mientras tanto, su carrera de cancionista siguió sumando éxitos y fervorosos admiradores. Francisco Canaro le brindó la oportunidad de grabar con su orquesta y bajo la dirección de "Pirincho" haría sus primeras grabaciones para el sello "Nacional Odeón". Fue en esos primeros tiempos cuando Libertad Lamarque la bautizó con el apodo de "La Ñata gaucha". 
Como dijimos anteriormente Azucena había formado junto al actor Enrique Rando su propia compañía y saldría de gira por el interior del país. "Estoy un poco cansada de la revista, con este nuevo proyecto me olvido un poco del trajín", diría en un reportaje. Visitaron varias ciudades del interior con relevante éxito. Sus canciones fueron lo más destacado de las presentaciones. Obras como "Señorita, dos palabras" y "Valentina" serían las pedidas por el público en todas las actuaciones, además de cantar sus tangos, y alguno que otro "Shimmy", muy de moda por esos tiempos. 
Al regresar a Buenos Aires  se puso a organizar un nuevo elenco para formar una revista, debutando con la misma en la sala de "La Comedia" el 10 de octubre de 1926. Pasarían luego al "Hipodrome" en el que tenían pensado estrenar en diciembre, pero previamente hicieron una presentación en el teatro "Roma" de Avellaneda, actuación esta que termina en un escándalo monumental  suspendiéndose la función ya que unos inadaptados intentaron incendiar la sala. 
Al año siguiente, en 1927, la figura de Azucena fue codiciada por todos los empresarios, quienes se interesaban por contratarla.  Actuó en el "Porteño" y  luego en el "Maipo". Entre 1928 y 1929, se presentaría prácticamente en todas las salas porteñas. En 1928 firmó contrato con la casa grabadora "Brunswick" y con radio "Prieto", luego pasaría a radio "Nacional" y haría sus primeras giras por los países limítrofes de Uruguay y Chile. 
En sociedad con  el músico Roberto Zerrillo, formó la "Compañía Argentina de Arte Menor" dirigida por Mario Bellini. Partieron rumbo a España junto al violinista y al pianista Orestes Cúfaro, para actuar en el teatro "Alcázar" de Madrid, donde debutaron el 11 de septiembre de 1931. Pasaron luego a Barcelona, Santiago de Compostela, Teruel, Valladolid, Gijón, Alicante, Zamora, Valencia y Palma de Mallorca. 
El 14 de abril de 1932 debutaron en Portugal, en el teatro "María Victoria" de Lisboa y de allí  recorrieron las ciudades de Oporto, Braga y Coimbra. Continuaron la gira por Francia, actuando en el  casino de "Biarritz" en la Costa Azul. Pasó después a Italia y volvió a Francia, actuando en Marsella y concluyendo el periplo artístico por el viejo continente.
Su carisma y su fama hicieron que Azucena fuera llamada para actuar en el incipiente cine mudo nacional. Fue contratada para trabajar en la película de Julio Irigoyen "La modelo de la calle Florida" siendo este su  debut cinematográfico en el año 1929. Al igual que sucediera en años anteriores con Carlos Gardel, Azucena siendo cancionista fue contratada por su gran popularidad para actuar en un film mudo. Con la llegada del cine sonoro tendría varias incursiones cinematográficas.
En "Tango" del año  1933, realizaría una soberbia interpretación del tango "Botines viejos" acompañada por la orquesta del maestro Juan de Dios Filiberto y en donde en la presentación del reparto de la  película aparece en un costado de la misma  cantando su tango "La canción de Buenos Aires". 
Continuó con una breve aparición en "Monte criollo" de 1935, y en su gira por los Estados Unidos realizó "Di que me quieres" como protagonista  -en 1939, filmada en Nueva York y acompañada musicalmente por Terig Tucci- y "Nativa” también como primera actriz, filamada en la Argentina en 1940.  
En aquellos tiempos también filmó una serie de cortometrajes en los que cantaba tangos como lo había hecho Gardel en 1930.
En el año 1923 debutó en radio "Cultura". Luego, en 1925, pasó a LOY Radio Nacional (llamada primitivamente  Radio Estación Flores y posteriormente Radio Belgrano) cobrando la suma de 100 pesos por audición. En 1928 comenzó a formar parte del elenco de "Radio Prieto". 
Al regresar de su exitosa gira por Europa, Jaime Yankelevich la contrató para cantar en "Radio Belgrano" por la suma de 4000 pesos mensuales (1933). En 1936, cantó para "Radio El Mundo", donde rechazaría un contrato fabuloso de exclusividad que le ofreciera la reciente inaugurada emisora. También hizo presentaciones en "Radio Belgrano" acompañada por la orquesta de Elvino Vardaro. 
Hasta su retiro, Azucena fue una de las figuras más solicitadas de la radiofonía argentina. Sus actuaciones fueron siempre de sumo interés para el público que la seguía a través de los años. En su última etapa radiofónica, se presentaba con unos versos que la pintaban tal cual era y que ella recitaba con toda su fibra de porteña.

"Yo soy el tango señores, acunado en los suburbios
Al conjuro de sus turbios, gorjeos de ruiseñores
Con sus compases mejores, los que tienen mi alma llena
Y si la luna serena viste en plata mi arrabal,
Han de verme siempre igual "Siempre la misma Azucena"  
Como compositora firmó alrededor de quince obras, de las cuales tres fueron con música y letra propias y las restantes en colaboración con otros autores. Curiosamente dos tangos con su firma no los llevó al disco: "Dejame entrar Hermano" y "Aguas tristes". 
De su autoría con música y letra son: "Pero yo sé", "Por qué se fue", "Chismes de la ribera". 
En colaboración con otros autores: "Volvé, negro", "Amores de carnaval", "Decí que sí", "La canción de Buenos Aires", "Callate... callate", "En esta soledad", "Y... no somos nada", "Pensando en ti", "Remigio", "Lejos de mi tierra", "Cuando aman las mujeres", "Adonde están los varones", Hasta Callao, nomás". 
Azucena en su extensa carrera artística, realizó una prolífica tarea discográfica, para la cual grabó en cinco sellos  diferentes: "Odeón", "Brunswick", "R.C.A. Víctor", "Orfeo" y "Voxor". 
En el sello que más grabó fue en "Odeón" -en  dos etapas-,  del año 1925 a 1928 la primera y del año 1934 a 1939  la segunda, dejando más de 150 grabaciones. Aproximadamente registró 220 grabaciones desde el año 1925 hasta el año 1959.
Durante los años cuarenta y cincuenta, Azucena trabajó en radio Argentina y viajó por América, actuando varias veces entre otros países por Chile, Perú, Colombia, Cuba y Brasil, donde grabó un LP.
En el Uruguay trabajó con la compañía de Ivo Pelay y luego una vez más en el “Nacional” de Buenos Aires.  
En la década del sesenta, momentos difíciles para el tango, cantó en clubes de barrio y en la cantina “El Olmo” del barrio del Once que era de su propiedad.  
Falleció en 1970, dejando una hija y una obra por demás destacada para la historia de nuestro cancionero.


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