viernes, 18 de enero de 2013

HORACIO DEVAL MUCHO MAS QUE UN IMITADOR DEL ZORZAL

Nació en Buenos Aires en 1923. Su verdadero nombre era Adolfo Tudisco. Su registro de tenor y su timbre emparentado con el de Carlos Gardel, lo condujeron a la imitación del modelo en los tiempos de su debut como solista, hacia mediado de los años cincuenta.Era dueño de una musicalidad envidiable, en la que se advierte una tremenda sensibilidad gardeliana, casi natural, no buscada ex profeso. Con un timbre, un fraseo y una coloratura especial que hacía que algún sector del público opinara que quería parecerse al "Zorzal".
. La calidad de su registro de barítono y su exquisita media voz, era mucho más que una simple imitación, en todo caso puedo reconocer que hizo una recreación exagerada del espíritu y expresividad de Gardel, pero no una copia.

Tanto es así, que cuando se aparta del repertorio gardeliano, sin abandonar el estilo suyo de siempre, uno redescubre a una de las voces más importantes de su época.

Nació en el barrio de Boedo. Sus padres fueron inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina muy jóvenes y formaron una familia numerosa con ocho hijos, cinco varones y tres mujeres.

Fue lustrabotas, repartidor de pan y peón en un frigorífico.

De los hermanos varones dos serían cantantes, él y su hermano Aquiles, quien se inició como cantor de tangos con la orquesta de Roberto Dimas, pero donde realmente se destacó fue en la gran orquesta de jazz "Santa Anita - Ritmo en el alma", con el nombre artístico de Alberto Deval.

El 24 de junio de 1935, la muerte de Carlos Gardel produciría un impacto tremendo en Adolfo, a pesar de sus 12 años de edad.

Recuerdan sus hermanos mayores que al ver sus fotos y al escuchar su voz repetía: «a este hombre hay que cantarle y sentir como si su voz estuviera escondida en nuestra garganta».

Poco a poco fue desarrollando su vocación, su voz estaba presente en cualquier reunión social que se desarrollaba en el barrio. Allí vivían dos hermanos de apellido Cirulli, que actuaban en los bares de la zona, donde animaban a los concurrentes junto a las llamadas vitroleras, Adolfo logra que lo escuchen los Cirulli y en forma inmediata pasa a formar parte del grupo, hasta que otro vecino, el destacado pianista Enrique Mora lo incorpora a su cuarteto.
Anteriormente como vocalista, había actuado con Jorge Fernandez en 1944, y después pasó por las agrupaciones de Manuel Buzón, la orquesta Sucher-Landi, la de Joaquín Do Reyes y Miguel Caló. Pero el espaldarazo se produjo con Horacio Salgán con quien ha dejado muestras como “ Sueños Querido”, “Yo te bendigo”, y “Pobre Colombina” que merecen recordarse, lo mismo que sus interpretaciones de “Barrio de Tango”, “Farol”, “María” y “La casita de mis viejos” con acompañamiento de la orquesta de Osvaldo Pugliese.
En Miami y otras ciudades del Estado de Florida ha actuado en infinidad de recitales. Oportunamente fue invitado por la Sociedad Argentina en Miami para actuar en 1989 en la Cena de Gala del 9 de Julio en el Hotel Intercontinental y en la celebración del Día del Tango con motivo de la Cumbre de Presidentes de América realizada en Miami en el Teatro M. Artime hace pocos años.
En el libro de Memorias del maestro Francisco Canaro, publicado en 1956, éste se refería a Horacio Deval en los siguientes términos: “ Jóven cantor surgido de la última hornada, perseverante en el estudio y de inmensa vocación por el tango, posee méritos que le han reportado una temprana popularidad. Fiel devoto, como ningún otro, del arte de Carlos Gardel, ha seguido su huella procurando imitar al “Zorzal Criollo” en su estilo sentimental y en su modalidad expresiva y cadenciosa. Con entusiasta perseverancia ha aprendido las canciones y tangos predilectos de Carlitos, de los que sin el genio de éste, da una versión que recuerda a nuestro inmortal cantor”. 




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