Su verdadero
nombre era Francisco Antonio Loiácono y por su forma particular de caminar los
amigos lo llamaban "Barquinazo", apodo que el mismo Loiácono acortó
luego a "Barquina". Fue partícipe fundamental del grupo de amigos que
logró recomponer la amistad entre Gardel y el también famoso "Carlos de la
Púa".
Le escribieron dos grandes un tango, Aníbal Troilo y Cátulo Castillo, se llama "A Homero" y, como
su título lo indica, está dedicado a quien fuera considerado por muchos como el
más conspicuo integrante del Parnaso de nuestra música más popular, Homero
Manzi, santiagueño de origen y porteño por adopción.
En sus
estrofas se menciona a varios personajes de los cuales uno resulta
prácticamente desconocido para casi todos los oyentes, por muy devotos del
tango que fuesen, cuando dice:
Vamos, vení
de nuevo a las doce.../ Vamos, que está esperando Barquina...
Vamos ¿no
ves que Pepe esta noche,/ no ves que el Viejo esta noche no va a faltar a la
cita....
Pepe y el
Viejo se refieren a José Razzano, el muy conocido uruguayo que hacía la primera
voz en el dúo con nuestro Carlos Gardel. Pero ¿quién era ese Barquina cuya
personalidad muy pocos iniciados conocen?.
Estando poco
tiempo atrás en Córdoba encontré un trabajo al respecto que me aclaró estos
aspectos, al menos para mí desconocidos.
Barquina fue
en su momento uno de aquellos personajes que caracterizaron a la singular fauna
de los comienzos de la historia del tango, ambiente tan bien tratado por Borges
en varias de sus obras más conocidas. Su verdadero nombre era Francisco Antonio
Loiácono y por su forma particular de caminar los amigos lo llamaban
"Barquinazo", apodo que el mismo Loiácono acortó luego a
"Barquina".
Fue
partícipe fundamental del grupo de amigos que logró recomponer la amistad entre
Gardel y el también famoso "Carlos de la Púa", disgustados a raíz de
un comentario negativo que este había escrito cuando el Zorzal cantó una
canzoneta en pésimo italiano, artículo periodístico que su autor tituló
"¡Largá la mandolina, Carlitos!".
DOS TANGOS
MUY CONOCIDOS
También fue
Loiácono el autor de las letras de dos tangos muy conocidos, "El cantor de
mi barrio" y "N. P.", grabados por Troilo con la voz del
"Polaco" el primero, y el otro con Raúl Berón.
Petit de
Murat menciona en "La noche de mi ciudad" (Editorial Emecé, Buenos
Aires, 1979) que en cierta oportunidad el popular Barquina conoció al entonces
Coronel Juan D. Perón y, con su habitual desparpajo le dijo "...si a Ud.
no le diera por la política, ¡qué cuadro con las minas!, con su pinta
trabajarían para Ud. más de las que tuvo el Gallego Julio" (este
"Gallego Julio" era uno de los más famosos delincuentes que actuaban
de guardaespaldas de los caudillos políticos de Avellaneda y La Plata, en las
décadas del 20 al 40).
Es que el
tal "Barquina", un "gomía" muy querido por su carácter tan
desinhibido, no alcanzaba a reconocer las barreras convencionales en el trato
con las demás personas, por importantes que estas fueran, las que al final
terminaban conquistada por su insólita espontaneidad. No hay dudas de que fue
una figura singular que Castillo y Troilo hicieron pasar a la inmortalidad en
su homenaje al gran Homero Manzi, como un integrante más de esa pintoresca
barra de bohemios y soñadores que alcanzaron a crearse un mundo propio al ritmo
del dos por cuatro, hoy reconocido en todo el mundo como la más representativa
música popular argentina.
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