Nació en la barriada porteña de Parque de los Patricios,el 14 de noviembre en el año 1896.
Muy joven, comenzó a tocar la guitarra y cantar en su barrio, Parque de los Patricios, donde conoció e intimó con el guitarrista Guillermo Desiderio Barbieri. Desde 1915, colaboró con el conjunto “Gloria, Patria y Tradición”; con Barbieri y otros músicos, llegando a trabajar en cafetines y teatros de barrio.
En esos andares, conoció e intimó también con el poeta de Boedo, Dante A. Linyera y colaboró con su pluma para la revista que dirigía éste, “La canción Moderna”, aunque no faltaron sus colaboraciones como poeta en “El alma que canta” o “El canta claro”.
Legó a la canción popular varias joyas de enorme interés para el repertorio de Gardel. Dada su amistad con Barbieri, escribió hacia 1923, la letra del vals “Rosas de otoño”, éxito desde el disco que Gardel grabó de inmediato y circuló con fortuna desde 1924. Por intermedio del guitarrista, logró frecuentar el mundo gardeliano, llegando a ser un buen amigo del cantor. En ese marco de preferencias personales por algunos poetas, Gardel confiaba en los talentos de Eugenio Cárdenas y José Rial, para completar letras de sus guitarristas o colaboradores.
A guisa de ejemplo, debe recordarse que José Rial colaboró en muchas ocasiones con Rafael Rossi. Esto pasaba, porque Rafael, era intimo de Barbieri y bastante amigo también de Gardel y solía ayudar al señero guitarrista en los ensayos musicales. Rossi, oficiaba de pasador de melodías para Ricardo y Barbieri, ya que ninguno de los dos tenían formación teórica. En ese sentido, el fueye de Rossi, se aprestaba a hacer oir las melodías a los guitarristas de Gardel, en el barrio de Parque de los Patricios. Esta función, como la de llevar al pentagrama las melodias de los violeros, la ejerció muchas veces (no digo que haya sido el único, pero sí el más asiduo para esos menesteres), hasta la llegada al conjunto de José María Aguilar, quién dados sus conocimientos técnicos, lo suplió en esa tarea. Gardel supo también participar de esas tertulias, lo mismo que José Rial, artista de la zona. Ese tipo de reuniones, cimentó la relación entre Barbieri con Rossi y Rial y llegaron a trabajar juntos en la creación de varias composiciones famosas.
Tras el éxito de “Rosas de otoño” (llamada en los años veinte, “La cumparsita de los valses”), llegó un tango con Barbieri: “Pobre amigo".
Gardel vuelve a grabarlo en octubre de 1928, en París. Y en 1930, es uno de los cortometrajes dirigidos por Eduardo Morera donde lo secunda la orquesta de Francisco Canaro. También 1923, fue el año que se empleó en el Correo Central y allí como administrativo permaneció hasta su jubilación en 1948. Colaboró en diversas publicaciones: El Alma que Canta, El Canta Claro, La Canción Moderna, y otras, donde quedaron cantidad de colaboraciones. Intervino en la política de SADAIC cuando era dirigida por Homero Maná, opositor de Francisco Canaro.
Con Barbieri también compuso: “Pobre amigo” (1924), “Se llama mujer” (1928), “Preparate pa'l domingo” (1931), “La casita blanca”, vals que grabara Corsini (1926), “Flores azules” (1928), grabado por el dúo Ruiz-Acuña y por el conjunto de Rafael Rossi y las chacareras “La picardía” y “Doña Rosario” (1930). Por último, “Resignate hermano”, con Barbieri y José Ricardo (1928).
Con Rafael Rossi —a quien conociera en casa de Barbieri— realizó siete trabajos: “Ebrio” (1927), “Corazoncito” (1928), “Primero yo” (1929), los tres grabados por Gardel, “Buena pilcha” (1929), que grabó Roberto Firpo pero en forma instrumental, “Ponete paquete” (1934), inédita, “De corazón a corazón [b]”, ranchera (1930), “Lo que pide el corazón”, vals (1940).
También le pertenecen: “Hágame el favor” (letra y música), “Bailarín” (1929), en colaboración con Dante A. Linyera, “No la contés grande” (1930), con Luis Visca, “Arroz con leche me quiero casar”, polca en colaboración con Dante A. Linyera y música de Enrique Rodríguez.
Con el director de radioteatro Francisco Staffa compuso las zambas “Un fantasma en la mazorca” y “Quién fue mi mamá”, la canción “Libertad [b]”, el vals “Como se quiere a una madre” y la polca “Con ninguno de los dos”, todo en el año 1938. También tiene obras en conjunto con Miguel Bucino y Vicente Spina.
El 24 de junio de 1954, estuvo en el cementerio de la Chacarita junto a la tumba de Gardel como ocurriera otros años. Incluso improvisó unas décimas. Pocos días después, el 8 de julio un infarto cardíaco lo abatió para siempre. Vivía en el mismo solar donde había nacido, convertido ahora en un edificio de departamentos.
Muy joven, comenzó a tocar la guitarra y cantar en su barrio, Parque de los Patricios, donde conoció e intimó con el guitarrista Guillermo Desiderio Barbieri. Desde 1915, colaboró con el conjunto “Gloria, Patria y Tradición”; con Barbieri y otros músicos, llegando a trabajar en cafetines y teatros de barrio.
En esos andares, conoció e intimó también con el poeta de Boedo, Dante A. Linyera y colaboró con su pluma para la revista que dirigía éste, “La canción Moderna”, aunque no faltaron sus colaboraciones como poeta en “El alma que canta” o “El canta claro”.
Legó a la canción popular varias joyas de enorme interés para el repertorio de Gardel. Dada su amistad con Barbieri, escribió hacia 1923, la letra del vals “Rosas de otoño”, éxito desde el disco que Gardel grabó de inmediato y circuló con fortuna desde 1924. Por intermedio del guitarrista, logró frecuentar el mundo gardeliano, llegando a ser un buen amigo del cantor. En ese marco de preferencias personales por algunos poetas, Gardel confiaba en los talentos de Eugenio Cárdenas y José Rial, para completar letras de sus guitarristas o colaboradores.
A guisa de ejemplo, debe recordarse que José Rial colaboró en muchas ocasiones con Rafael Rossi. Esto pasaba, porque Rafael, era intimo de Barbieri y bastante amigo también de Gardel y solía ayudar al señero guitarrista en los ensayos musicales. Rossi, oficiaba de pasador de melodías para Ricardo y Barbieri, ya que ninguno de los dos tenían formación teórica. En ese sentido, el fueye de Rossi, se aprestaba a hacer oir las melodías a los guitarristas de Gardel, en el barrio de Parque de los Patricios. Esta función, como la de llevar al pentagrama las melodias de los violeros, la ejerció muchas veces (no digo que haya sido el único, pero sí el más asiduo para esos menesteres), hasta la llegada al conjunto de José María Aguilar, quién dados sus conocimientos técnicos, lo suplió en esa tarea. Gardel supo también participar de esas tertulias, lo mismo que José Rial, artista de la zona. Ese tipo de reuniones, cimentó la relación entre Barbieri con Rossi y Rial y llegaron a trabajar juntos en la creación de varias composiciones famosas.
Tras el éxito de “Rosas de otoño” (llamada en los años veinte, “La cumparsita de los valses”), llegó un tango con Barbieri: “Pobre amigo".
Gardel vuelve a grabarlo en octubre de 1928, en París. Y en 1930, es uno de los cortometrajes dirigidos por Eduardo Morera donde lo secunda la orquesta de Francisco Canaro. También 1923, fue el año que se empleó en el Correo Central y allí como administrativo permaneció hasta su jubilación en 1948. Colaboró en diversas publicaciones: El Alma que Canta, El Canta Claro, La Canción Moderna, y otras, donde quedaron cantidad de colaboraciones. Intervino en la política de SADAIC cuando era dirigida por Homero Maná, opositor de Francisco Canaro.
Con Barbieri también compuso: “Pobre amigo” (1924), “Se llama mujer” (1928), “Preparate pa'l domingo” (1931), “La casita blanca”, vals que grabara Corsini (1926), “Flores azules” (1928), grabado por el dúo Ruiz-Acuña y por el conjunto de Rafael Rossi y las chacareras “La picardía” y “Doña Rosario” (1930). Por último, “Resignate hermano”, con Barbieri y José Ricardo (1928).
Con Rafael Rossi —a quien conociera en casa de Barbieri— realizó siete trabajos: “Ebrio” (1927), “Corazoncito” (1928), “Primero yo” (1929), los tres grabados por Gardel, “Buena pilcha” (1929), que grabó Roberto Firpo pero en forma instrumental, “Ponete paquete” (1934), inédita, “De corazón a corazón [b]”, ranchera (1930), “Lo que pide el corazón”, vals (1940).
También le pertenecen: “Hágame el favor” (letra y música), “Bailarín” (1929), en colaboración con Dante A. Linyera, “No la contés grande” (1930), con Luis Visca, “Arroz con leche me quiero casar”, polca en colaboración con Dante A. Linyera y música de Enrique Rodríguez.
Con el director de radioteatro Francisco Staffa compuso las zambas “Un fantasma en la mazorca” y “Quién fue mi mamá”, la canción “Libertad [b]”, el vals “Como se quiere a una madre” y la polca “Con ninguno de los dos”, todo en el año 1938. También tiene obras en conjunto con Miguel Bucino y Vicente Spina.
El 24 de junio de 1954, estuvo en el cementerio de la Chacarita junto a la tumba de Gardel como ocurriera otros años. Incluso improvisó unas décimas. Pocos días después, el 8 de julio un infarto cardíaco lo abatió para siempre. Vivía en el mismo solar donde había nacido, convertido ahora en un edificio de departamentos.
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