domingo, 28 de julio de 2013

93º Aniversario de la Radiofonía y Reparación Histórica de Carlos Di Sarli En El Templo de La Democracia


Se trata de una iniciativa del empresario y productor cultural José A. L. Valle que en conjunto con  Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina y la Diputada Nacional Virginia Linares han logrado llevar al recinto mayor de la Democracia para darle al medio y las personalidades homenajeadas el marco que se merecen.El próximo 29 de Agosto a las 18 hs en el Salón de los Pasos Perdidos en el Congreso de la Nación.
Se reconocerá la trayectoria de íconos de la radio, entre ellos Jorge “Cacho” Fontana, Antonio Carrizo, Lionel Godoy, Nora Perlé, Osvaldo Príncipi, Luis Landriscina, Anselmo Marini, Abel Palermo, Marcelo Guaita, Osvaldo Guerra (quien lleva 35 años junto al fútbol de ascenso), Ernesto Pereyra (Pirincho), Donna Caroll, Pedro Domingo Suero(Pelusa) Roberto Quirno  y Víctor Buchino, un incansable luchador de nuestra música nacional. Asimismo, se distinguirá a LU2 Radio Bahía Blanca en el año de su 83 aniversario,  la Academia Porteña del Lunfardo en su 50º Aniversario y a la Sociedad Argentina de Locutores que cumple 70 años desde su fundación, a programas radiales que han cultivado la cultura argentina durante largas generaciones en todos los ámbitos: deporte, música, política, etc. Algunos de ellos son: “La oral deportiva” (Radio Rivadavia, 80 años ininterrumpidos al aire), “Campeones en el Ring” (Cadena Eco, programa boxístico conducido por  Domingo "Mingo” Rafaelli), “Ring side” (La Red, conducido por Carlos Irusta), “El sitio del Tango” (Radio General Belgrano, conducido por Fernando del Priore y Cynthia Semerilla), “Movida de tangos” (FM “La 2x4”, de Claudio Pereyra), “Por la vuelta” (FM “La 2x4”, de Luis Formento), “El Arranque” (FM “La 2x4”, de Luis Tarantino) "Aire de Barrios" (Radio Activa de Concordia, Entre Ríos, conducido por Susana Cristina Barrios).
Asimismo, se llevará a cabo la Reparación Histórica merecida a la figura de Carlos Di Sarli. Para ello, sus hijas y viuda, María Amelia Gómez de Di Sarli, estarán presentes cerrando así el círculo de homenajes al maestro iniciado hace tres años en su ciudad natal que incluyó la Fundación de monumentos y plaqueta en su honor, el Festival Nacional de Tango de Bahía Blanca que lleva su nombre, funciones con su obra en el Festival y Mundial de Tango de la Ciudad de Buenos Aires, la edición de un documental audiovisual con su vida y obra dirigido por Alberto Freinquel y de la primera biografía del músico escrita por Eduardo Giorlandini, Gabriela Biondo y José Valle.


La conducción estará a cargo de Juan Imperial y dentro del mismo evento podrá disfrutarse de números artísticos nacionales a cargo de “Muñecas Bravas” (Gaby "la voz sensual del Tango", Geraldine Trenza Cobre y Patricia Malanca ), Valeria Cotado y Eduardo Rotela,Florencia Albanesi, Roberto Bascoy, Pablo Gibelli, las parejas de baile de Jesús Velázquez-Mariana Castro y Natalia Gastaminza-Gustavo Rodríguez. 

sábado, 27 de julio de 2013

JULIAN CENTEYA:El hombre gris de Buenos Aires

Como se sabe, Julián Centeya fue el seudónimo más conocido del poeta Amleto Enrico Vergiati, nacido en Parma, Italia, en 1910 y llegado a playas argentinas doce años más tarde.
Centeya y Troilo


Su padre había sido periodista en el diario socialista "Avanti", de Parma, y se vio obligado a emigrar con su familia ante el arrollador avance de los "camisas negras" mussolinianos. Al no conocer el idioma, debió ganarse la vida entre nosotros con el bíblico oficio de carpintero. Hay varios poemas donde su hijo lo recuerda. El más célebre es aquel que empieza: "Quisiera amasijarme en la infinita / ternura de mi barrio de purrete, /con un cielo cachuzo de bolita / y el milagro coleao del barrilete".

En Buenos Aires el joven Amleto cursa hasta el tercer año en el Colegio Nacional Rivadavia, del que también habían sido discípulos sus amigos Cátulo Castillo y César Tiempo. Expulsado por mala conducta, según algunos, dejado libre por sus continuas "rabonas", según otros, abandona el hogar paterno y comienza una vida azarosa, viviendo en pensiones de mala muerte, comiendo salteado y practicando el periodismo bohemio de la época, al tiempo que confraterniza con poetas, prostitutas, curdas, ladrones y cafañas en "bodegones turbios de humo agrio" y otros antros más sombríos de una ciudad sumida en las abyecciones sociales y políticas de la Década Infame.

En esas andanzas por las redacciones más diversas, usó distintos seudónimos - Juan Sin Luna, Enrique Alvarado, Shakespeare García- pero en 1938 escribe una milonga en que inventará su nombre definitivo: "Me llamo Julián Centeya, / por más datos soy cantor. / Tuve un amor con Mireya. / Me llamo Julián Centeya, / su seguro servidor".

Todavía en 1941 firma como Enrique Alvarado su libro de poemas negros "El recuerdo de la enfermería de San Jaime": "Qué hago yo con el recuerdo de la enfermería de San Jaime/ puesto que tú me has dejado con el recuerdo de la enfermería de San Jaime. / Mira: tengo la cara sucia de llanto.../ ¡Ah! Si tú supieras qué triste resulta vivir así, / siempre así, / teniendo entre las manos / el recuerdo de la enfermería de San Jaime...". Acotemos que enfermería de San Jaime o "St. James infirmary" llamaban los negros norteamericanos al lugar donde se expendían bebidas alcohólicas. Y éstas y el tabaco –para desesperación de su mujer, Gori Omar- fueron los mejores amigos de bohemia del poeta callejero.



En los años del peronismo –pleno empleo y buenas remuneraciones- el peregrinar de Julián de pensión en pensión (y de desalojo en desalojo) se fue sosegando. Pero en 1955, pese a que jamás ostentó pensamiento partidista alguno, "la irresponsabilidad oficial situó en la calle a multitud de periodistas", y entre ellos a él.

"Puchereó", como lo había hecho tantas veces en su vida, refugiándose en el mundo del tango, presentando alguna orquesta en un boliche, borroneando rápidas glosas radiales. "No haber tenido nada fue su todo", como el mismo escribiera de su amigo Dante A. Linyera.

Por esos años lee mucho y "medita" los poemas lunfardos de "La musa mistonga", libro que en 1964 le editan los hermanos Freeland en su colección "Filólogos del habla popular". En el prólogo al mismo, Julián revela su arte poética: "Yo no descubro nada, menos invento. Repito. Recuerdo. Hago, y no como ejercicio, memoria. A ello sucede el verso, manera de revelar por fuera lo que llevo adentro y lo hago, sí, en un lunfa al que le confiero primitividades de historia, no sin dejar de prestarle la oreja, a lo que tiene de actual, de inmediato, de reciente".

Su segundo poemario lunfa, "La musa del barro", se lo publica una editorial más distinguida, Quetzal, y lo presenta la novelista Martha Lynch. Para 1968 los intelectuales argentinos han empezado a revalorizar a los escritores populares. Y Julián lo es en grado sumo. Basta leer sus poemas "Mi viejo", "Pichuco" y "Atorro", para comprobarlo. O su estremecedor "Muerte del punga": "La muerte lo pungueó en el conventillo, / quedó en el patio de crispada zurda; / venía de lejo el canto de los grillos / y entraba el tano Giacumin en curda". Sin olvidarnos de aquel magistral soneto a Aníbal Troilo, por él bautizado "Bandoneón mayor de Buenosaires": "Estás en el dolor impar del amasijo / que refundió tu cuore en alba y luna. / En tus manos el fueye es una cuna / y en ella desvelao te mira un hijo. // Estás en el misterio profundo de la cosa, / cerrás los ojos para ver por dentro. / No sé con qué carajo hacés la rosa/ del barro inaugural que vino al centro.// Me verdugueás, ¿sabés?, lleno de asombro/ cuando te escucho con la luna al hombro / traer del tango elemental el eco // con luz de pucho y copa levantada / en el boliche aquel de la cortada / tan cordial y tan nuestro como el queco".

No volvió a publicar otro libro de poesía y recién en 1978, póstumamente, aparecen dos recopilados en uno: "La musa maleva" y el surrealista "Piel de palabra" o "El ojo de la baraja izquierda".

Pese a ser un hombre de tango, Julián no escribió mas de cincuenta letras de tangos, valses y milongas. Y a contramano de su bohemia, su capacidad de trabajo fue inmensa. Como periodista llegó a trabajar en cinco publicaciones a la vez. Escribió sobre cine, deportes, costumbrismo, tango, lunfardo, información general. Fue glosista, animador, conductor, libretista radial y, en sus últimos años, comentarista televisivo. "Tarde –como él mismo decía-, ahora que estoy flaco y fulero".

Su novela "El vaciadero" – una cruda inmersión en la quema de basura de Villa Soldati- se publicó en 1971. Alguna vez habrá que volver a ella, a sus breves y dramáticas escenas, a sus personajes delineados con maestría, a la atmósfera agobiante y tortuosa que le imponen esas regiones marginales de Buenos Aires.

Julián Centeya murió una madrugada de julio de 1974 en una residencia geriátrica, solo.

Han pasado 33 años de ese día, "la alta edad de su silencio", como él mismo podría haber escrito, y hoy Norberto Galasso le rinde homenaje con este pequeño gran libro en el que se reconstruye con arte y con amor la estatura poética y humana del Hombre Gris de Buenos Aires.

Como síntesis se puede afirmar que Julián fue un poeta (y de los buenos) en el papel, pero más lo fue en la vida. Lo mejor de su talento, ¿qué duda cabe?, quedó en el genial chisporroteo repentista de su palabra, vertida dispendiosamente en programas de radio, conferencias y charlas con amigos en cafés de madrugada. Esta anécdota que trae Galasso, ahorra cualquier otra disquisición. Julián que como Cátulo Castillo amaba a los perros, tuvo uno llamado Chango que cierta vez lo mordió. "Me mordió fulero, ¿sabés?... Se juntaron los vecinos… Empezaron a gritar… que estaba rabioso… Que tenía que llevarlo al Pasteur. ¡Al Pasteur! Y yo no lo llevé… ¿Cómo iba a meter en cana a mi propio perro…?".

martes, 23 de julio de 2013

Alberto Castillo: El cantor de los cien barrios porteños ...

Decir que Alberto Castillo tenía un "estilo particularísimo de cantar", o, como esbozó Julián Centeya, "no se parece a ninguna voz" es decir nada.

Ningún cantor (ningún intérprete de la música popular) deja de tener su "particular estilo". Eso se dice cuando no se tiene nada que decir. Porque es evidente que cada cual tiene ineludiblemente una voz distinta, un distinto registro, un timbre personal, un modo de frasear o matizar especial.

El canto de Castillo se diferencia del de los demás cantantes del tangos (aunque se lo asocie temerariamente por el gracejo burlón, arrabalero y de "cadencias reas" a Rosita Quiroga, Sofía Bozán o Tita Merello) por su modo de expresar las palabras, dando énfasis a los acentos prosódicos, mientras que las sílabas débiles se escondían en la articulación de la frase. Su voz de tenor era vibrante, siempre emocionada y entregada de lleno a cada tema.

Pero Castillo nunca gritó, jamás vociferó, aun en los momentos en que expandía su voz con esa cálida unción de los cantantes sentimentales. Castillo desgranaba matices y era clarísimo -como su impecable afinación- en la dicción, detalle que suele escapar a la mayoría de los cantores de tango, y que Goyeneche supo hacer de ella un culto acendrado, dejando así su ejemplo imperecedero.

Castillo sostenía que su modo de cantar favorecía a los bailarines: "La gente se mueve gracias a mi modo de cantar", aseguraba.

El verdadero nombre de Alberto Castillo era Alberto Salvador De Lucca. Nació el 7 de diciembre de 1914 en el barrio de Mataderos, precisamente en Juan Bautista Alberdi al 4700. Era el quinto hijo de un matrimonio de inmigrantes italianos: Salvador De Lucca y Lucía Di Paola. Se inició en la música de pequeño.

En algún tiempo lidió con el violín, pero su pasión era cantar en cuanta oportunidad se le presentaba durante su adolescencia. A los 15, en su barra, lo sorprendió el guitarrista Armando Neira y le propuso llevarlo a su grupo.

Allí fue su debut profesional. Su nombre artístico era entonces el de Alberto Dual. Otras veces se hacía llamar Carlos Duval. Cantó en las orquestas de Julio De Caro en el 34, de Augusto Pedro Berto al año siguiente, y en la de Mariano Rodas en 1937.

En 1938, dejó la orquesta y se dedicó a estudiar medicina. Pero su pasión musical pudo más y ya un año antes de recibirse ingresó en la Orquesta Típica Los Indios, que dirigía el dentista-pianista Ricardo Tanturi.
SEUDÓNIMO DEFINITIVO

El 8 de enero de 1941 se publicó el primer disco de Tanturi con el cantor Alberto Castillo, su flamante y definitivo seudónimo, a instancias de Pablo Osvaldo Valle, un hombre de radio.

Allí, con el vals "Recuerdos", alcanzó su primer gran éxito. El paréntesis tanguero no le impidió recibirse de ginecólogo y de instalar su consultorio en la casa de sus padres.

Por un lado, Alberto Salvador De Lucca atendía a las señoras y, por otra, Alberto Castillo consolidaba su papel de cantor de tangos. La dualidad hizo que muchas de sus pacientes acudieran al consultorio para hacerse atender por el cantor. Pero las tentaciones no pudieron con el artista que llevaba adentro.

El 6 de junio de 1945 -disfrutando ya su condición de ídolo- se casó con Ofelia Oneto. Con ella tuvo tres hijos: Alberto Jorge (ginecólogo y obstetra), Viviana Ofelia (veterinaria e ingeniera agrónoma) y Gustavo Alberto (cirujano plástico).

Su estilo ya estaba definido: sus movimientos de un lado al otro del escenario, sus inclinaciones frente al micrófono, que manejaba con su mano derecha muy cerca de sus labios, su pañuelo en el bolsillo del saco, el cuello de la camisa desabrochado y la corbata aflojada constituían toda una marca.

Castillo se consideraba bien de pueblo y alguna vez tropezó con algún pituco que se ofendía por las letras de los tangos. Así ocurrió que, en 1944, la policía debió interrumpir el tránsito frente al teatro Alvear de la calle Corrientes.

En ese tiempo, ya no pertenecía a la orquesta de Tanturi. Su inclinación hacia las expresiones más reas lo acercaron al candombe, junto a bailarines negros, como fue el caso de Charon (Osvaldo Sosa Cordero) que compartió la fama del ídolo. El ritmo estaba en "Siga el baile", el "Baile de los morenos", "El cachivachero" o el escrito por él "Candonga".

La capacidad para inventar letras se tradujo en tangos como "Yo soy de la vieja ola", "Muchachos, escuchen", "Cucusita", "Así canta Buenos Aires", "Un regalo del cielo", "A Chirolita", "¡Adónde me quieren llevar!", "Castañuelas", "Cada día canta más", más dos marchas "La perinola" y "Año nuevo".

El cine lo convirtió en actor natural. Su debut fue en 1946 con "Adiós pampa mía". Le siguieron "El tango vuelve a París" (1948) junto a Troilo: "Un tropezón cualquiera da en la vida" (1948), con Virginia Luque, "Alma de bohemio (1948), "La barra de la esquina" (1950), "Buenos Aires mi tierra querida" (1951), "Por cuatro días locos" (1953), "Ritmo, amor y picardía" (1955), "Música, alegría y amor" (1956) y "Luces de candilejas" (1958) en estas tres con la rumbera Amelita Vargas, y "Nubes de humo" (1959).

El último éxito de Castillo fue en 1993, cuando grabó "Siga el baile" con Los Auténticos Decadentes, en el disco de la banda "Fiesta monstruo", y se ganó a la muchachada de fin de siglo, tal como lo había logrado con la de los años 40.

Habrá que recordar, entre sus temas identificatorios: "Noches de Colón" (1926), grabado en 1941, y "Muñeca Brava (1942) y "Así se baila el tango (1942) con Tanturi; "Los cien barrios porteños", uno de sus clásicos en forma de vals, grabado en 1945 y esgrimido durante toda su carrera, el candombe montevideano "Siga el baile", otro de sus caballitos de batalla, grabado en 1953 para el sello Odeón, que lo volvió a grabar en 1960 y finalmente en el ya mencionado 1993, y "Yo soy de la vieja ola", con letra escrita por el propio Castillo en protesta por la irrupción de la Nueva Ola, grabado en 1959.

domingo, 21 de julio de 2013

BAHÍA BLANCA Y EL TANGO DESAFÍAN TODA ADVERSIDAD

M.Sevillano,R.Soler y J.Valle
A pesar de la dura situación económica que están atravesando los espectáculos en el país, el tango en Bahía Blanca no se detiene.
Desde hace cuatro años, cada junio se evoca a Carlos Gardel en las jornadas Gardelianas que conllevan varios días a puro tango en la ciudad de los vientos. La edición 2013 consistió en cinco jornadas de actividades, récord mundial en lo que a homenajes al zorzal criollo refiere.
En 2011 se realizó por primera vez el Festival Nacional de Tango Carlos DI Sarli que verá la luz de su tercera entrega desde el próximo 02 de octubre hasta el 13 del mismo mes incluyendo presentaciones de libros, shows en vivo, milongas callejeras y en salones, conferencias y hasta la elección de la primera Reina del Tango.
Dos novedades presentó este año el tango en Bahía Blanca -manteniendo la regular actividad tanguera que incluye los mega eventos mencionados, tres milongas semanales y numerosos espectáculos discontinuos en distintos escenarios locales. Una de ellas consiste en el Ciclo “Remembranzas” que se lleva a cabo mensualmente en El Motivo Tanguería donde un artista de Buenos Aires u otra localidad del país llega a ofrecer su espectáculo junto a figuras locales que coronan veladas inolvidables. Por él pasaron artistas como “Muñecas Bravas”, Hernán Salas y Lina Avellaneda junto a talentos bahienses como Florencia Albanesi, Pablo Gibelli, el Trío de Juan Carlos Polizzi, Patricia Báez, el grupo Bien Frappe, Cristina Marinissen y Omar Olea, entre otros.
Gaby
La otra sorpresa que llegó de la mano de Dandy Producciones a la ciudad fue el ciclo de Tango “PICHUCO X3” evocando los 99 años del nacimiento del Bandoneón Mayor de Bs. As., como anticipo de lo que serán los festejos del centenario en 2014. El día 11 de julio se presentó un espectáculo musical a cargo de Pablo Gibelli y Gaby “La Voz Sensual del Tango” e el Auditorio de la Cooperativa Obrera que presentaron obras de Aníbal Troilo y a continuación se realizó la proyección de un documental sobre vida y obra del bandoneonista que resultó ovacionado por los presentes, con lágrimas en la mirada. 

El día 12 confluyó el homenaje al inigualable Troilo con el platense que varios llamaron el bandoneón mayor de Bahía Blanca –parafraseando el apodo del gran Pichuco. Se trata de Hugo Marozzi que llegó a la ciudad en los 80 y revolucionó el ambiente tanguero de aquella época con espectáculos frecuentes, premios a personalidades destacadas del tango e iniciación de talentos que hoy son grades artistas como Nora Roca, los bailarines Sergio y Adriana o Rosana Soler por nombrar algunos. Marozzi fundó la peña “Amigos del 2x4 Juan Carlos Cobián” que dejó de existir junto con él a principios de este siglo: “La Peña sin Marozzi no tiene sentido, él la fundó, era el motor de la misma. Si Marozzi no está la Peña tampoco”, explicó Mary Sevillano, ex integrante de la peña y presentadora de sus espectáculos. El viernes 12 a las 17 hs en la fachada del Café Histórico de Bahía Blanca (Av. Colón 602) se inauguró una plaqueta fileteada por el afamado artista plástico Pedro Araya, que inmortalizó la imagen de Aníbal Troilo y de Hugo Marozzi, cada cual con su bandoneón, como homenaje a dos músicos, compositores, directores y grandes personas que –cada uno desde su lugar- hicieron todo lo que estuvo  a su alcance por la música ciudadana. Estuvieron presentes familiares del músico platense, ex integrantes de la Peña, artistas pertenecientes a su agrupación musical y amantes del tango incondicionales a cada evento de recuerdos y evocación.
R,Chalean
El sábado 13 de julio, último día del ciclo que se renovará el año próximo, se realizó un show musical en la Tanguería El Motivo donde se presentó Roberto Chaleán, cantor nacional que participara en el último casting que realizó Carlos Di Sarli para escoger un cantor para su orquesta (allí fue seleccionado Horacio Casares), Rosana Soler (ex cantante de Hugo Marozzi que llegara a estrenar varios tangos del maestro) y el  Trío de Juan Carlos Polizzi integrado por Osvaldo Lucero, Eduardo y Juan Carlos Polizzi (estos últimos, hermanos, formaron parte del “Cuarteto 2x4” de Hugo Marozzi). La presentación estuvo a cargo de Mary Sevillano, la idea fue rememorar aquellos años en que la Pela del maestro pisaba fuerte en la ciudad y ligar el homenaje al más grande bandoneón con el sentimiento local que han despertado importantes valores en Bahía Blanca.
“Si hay algo que intentamos preservar en todo lo que hace Dandy Producciones en esta ciudad es justamente realzar lo local. En los grandes eventos como el festival o las Jornadas Gardelianas el 80% de los artistas que participan locales, cuando tratamos algún personaje de nombre nacional o internacional lo ligamos a la ciudad: en el caso de Gardel hemos hecho hincapié en sus visitas (que fueron varias) y en los lugares donde recaló aquí; en el caso de Troilo ligamos el día del bandoneón y al maestro con un querido fueye de la historia de Bahía Blanca. Siempre intentamos rescatar la historia y el presente local, creo que es lo que le da sentido al resurgimiento del tango por estos lares”, expresó José Valle, productor de esta movida tanguera.

Es importante destacar también, que Valle presentó a comienzos de este año un proyecto en Presidencia de la Nación para que una de las copas de Fútbol de Primera División de AFA lleve el nombre de Aníbal Troilo en 2014, año del centenario de su nacimiento.

miércoles, 17 de julio de 2013

DE SILBIDOS, CHIFLIDOS Y SILBATINAS Por Eduardo Giorlandini*

La libertad se reconoce al hombre como responsable de sus actos (Génesis)

Allá lejos y hace tiempo
De acuerdo con numerosos estudios sobre lenguaje no oral, los gestos, las señas y los movimientos y poses corporales, precedieron al lenguaje oral; en esa instancia de la historia, el ser humano habría incorporado el silbido, generado espontáneamente o por imitación con respecto al viento o a ciertos animales.
Al diversificarse el comportamiento humano y los objetos que se creaban o utilizaban, los gestos y señales no fueron suficientes para comunciarse y, de acuerdo a una teoría, esto fue un factor que determinó la transformación de los primeros sonidos guturales en voces con significado.
La etimología y la semántica de la palabra silbido se remonta al latín y pasó a las lenguas latinas, idiomas nacionales, particularmente en los países de Europa latina. Reconoce registros literarios antiguos, tanto en la literatura española como en la americana. Los antecedentes se remontan también al siglo XIV, pero, como en todos los casos, la etimología –más distante todavía- podría emerger en otras fuentes más lejanas, temporalmente hablando. Se hallan en obras de Juan Ruiz, Leandro Fernández de Moratín y Fray Luis de León y, en hispanoamérica, en la obra de Rómulo Gallegos.

Criollo y silbador
El argentino del campo o la ciudad es reconocido como silbador. Hallamos las referencias en la literatura popular argentina, gaucha o gauchesca, lunfarda o lunfardesca. En la obra de José Hernández, El gaucho Martín Fierro leemos:
“En cuanto yo lo silvaba (sic)
Venía a refregarse en mí”.
En estos versos, Fierro se refiere al caballo, que obedece al silbido de su dueño.
También nuestros fontanares aluden a los pájaros que silban, como el “pájaro silbador”, también denominado “fío fío”, y el mencionado indistintamente como “yutu”, “piuca”, “cadorna” o “codorna”; igualmente cierto tipo de perdiz y de pato “silbador”. En el folclore argentino es conocida la leyenda del silbido de las ánimas, en la selva santiagueña, un silbido débil y triste, en el silencio de la noche, que no debe ser imitado por las personas porque en este caso puede aturdir y hasta desvanecer a cualquier corajudo.
Nuestro Benito Lynch, en Los caranchos de la Florida usó el término chiflido, como sinónimo de silbido, como él mismo lo aclaró.

“Afuera, alguien silbaba”
Tal es el título de un “poema misterioso”. Así lo calificó el autor, Joaquín Gómez Bas, cuando me lo obsequió. Nunca le pregunté cómo yo podría desentrañar mejor el sentido. Interpreté que se trataba de un encuentro de guapos. Después de cada manojo de versos, en el poema se repite la frase: “Afuera, alguien silbaba”. Una mezcla de ficción y realidad, porque quien silbaba, en el poema de Joaquín, era Borges. Uno de los guapos muere en la pelea. Este es el final:
“Estaba allí, viscoso,
dominante, agrandado.
Un aullido filoso
ensangrentó el espacio.
Le dijo chau Borges
y desandó en un tango
su epitafio”.

El zorzal silbador
¿Qué no absorbió Gardel de su circunstancia porteña? También hizo el aprendizaje del silbido, en sus distintas formas; tuvo la rara habilidad de sonreir y silbar al mismo tiempo, extendiendo los labios –no frunciéndolos- y doblando la punta de la lengua. Fue el primero en difundir el silbido en la canción criolla y en el tango.
Lo había puesto en práctica en el dúo que formó con José Razzano, luciéndose en el estilo en tiempo de tango El moro, en la ciudad de Tandil Posteriormente, con el tango Silbando, en el que, además, el letrista, José González Castillo, escribió:
“Y, desde el fondo del Dock,
gimiendo en lánguido lamento,
el eco trae el acento
de un monótono acordeón,
y cruza el cielo el aullido
de algún perro vagabundo
y un reo meditabundo
va silbando una canción”.
El Morocho del Abasto había realizado algunas giras, compartiendo el escenario con Roberto Firpo, también silbador, al interpretar sus piezas. Osvaldo Rossler le dirigió a Firpo este concepto: “Silbabas los temas de la época, aquello que llegaba como un murmullo desde los patios con olor a malvones. A ese silbido quedo y tenaz con que te acompañabas, tu padre, con cierta sorna, lo llamaba ´el chifuleo´”.

La chiflada
Chiflar puede ser considerado lunfardismo, argentinismo y vocablo gaucho, al mismo tiempo. Como lo apunté líneas arriba, sinónimo de silbar, aunque no tiene tantos antecedentes y derivados como esta última palabra, silbar. Silbido dio lugar a un seudónimo ilustre, Juan Silbido, de Emilio J. Vattuone, historiador del tango; su uso se trasladó a la medicina, a la literatura erótica y otros campos. Chiflado, de uso popular, se incorporó a la jerga médica.
¿Quién se hubiera imaginado, que la chiflada podría utilizarse para inducir comportamientos, tema de la sicología, o para publicidad. He aquí la anécdota: Juan Carlos Bazán trabajaba como músico, clarinetista, integrando el trío con el violinista Alcides Palavecino y el pianista Roberto Firpo. Actuaban en el Velódromo de Palermo. Bazán adoptó la costumbre traviesa de instalarse en la puerta con su clarinete, con el que imitaba una chiflada para atraer clientes que en coches a caballo pasaban para ir a otro establecimiento, “lo de Hansen”. Esa llamada fue incorporada como comienzo de su tango intitulado La chiflada, hecho en 1907.

Todavía silbamos
Los argentinos hemos silbado, tradicionalmente, al ir a trabajar o retornando al hogar; a pie o en bicicleta, de día o de noche; para alegrarse, entretenernos, o para alejar la nostalgia o la tristeza. Lo hemos hecho con diversos fines: bromear, llamar, juguetear con animales o pájaros en especial; comunicarnos con otras personas, interpretar temas o como complemento de la música o del canto. También para protestar, pero hubo momentos de nuestra historia en que la silbatina a un gobernante era delito. La norma se derogó y la libertad de expresión fue fortalecida.
Ahora, en Bahía Blanca, la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad y el Museo del Puerto de Ingeniero White, merecen el reconocimiento de los convecinos por la iniciativa de llevar a cabo el Primer Concurso Regional de Silbidos Chiflidos, que tienen en consideración diversas clases y categorías, rescatando así una costumbre, un elemento folclórico, un arte en casos y un signo del ser argentino, aunque no sea exclusivo de nuestro país y de nuestro tiempo.

Así diciendo,: ¡A chiflar al Museo del Puerto!. A silbar canciones o creaciones propias, imitar aves, hacer silbidos de manifestación pública, estridentes de larga duración, galantería, admiración o silbidos llamadores.






* Docente, investigador, miembro de las Academias Porteña del Lunfardo, Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación, y de Historia del Barrio Boedo. Escritor, conferencista y comentarista.

jueves, 11 de julio de 2013

HOMENAJE A ANIBAL TROILO TRES DIAS A PURO TANGO EN BAHIA BLANCA

Pichuco x 3 se denomina el homenaje a Aníbal Troilo en el 99º aniversario de su naciimiento, que abarcará también a Hugo Marozzi.
     Hoy, a las 18, en el salón de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560), se proyectará el documental Vida y obra de Aníbal "Pichuco" Troilo. Actuarán Gaby y Pablo Gibelli, interpretando tangos de su autoría. Entrada libre y gratuita.
     Mañana, a las 17, se colocará una plaqueta tributo a Troilo y Marozzi, realizada por el pintor y fileteador Pedro Araya, en el café de avenida Colón 602.
     A las 21, en la Biblioteca Rivadavia (avenida Colón 31), a beneficio de esa institución, la cantante española Angeles Ruibal presentará su disco Así siento a Yupanqui , nominado a tres premios Carlos Gardel. Actuará también el niño Joaquín Jacob, con la animación de Ricardo Margo.
     El sábado, a las 21, el intérprete porteño Roberto Chaleán traerá su espectáculo en el ciclo "Remembranzas", en la tanguería de Brandsen 550, junto al trío de Juan Carlos Polizzi e invitadas especiales que rendirán homenaje a Marozzi.

sábado, 6 de julio de 2013

CHARLO entrevistado por Héctor Bates

Héctor Bates llevó ante el micrófono de Radio Belgrano para reportearlo, a Charlo.
Charlo figura simpática de nuestro ambiente, se expresó en estos términos:
Comenzó diciendo que había nacido en Puán, provincia de Buenos Aires. Se crió y se educó allí hasta sexto grado, y después ingresó al Internado Nacional de La Plata.
La presencia del celebrado y popular cantor en el estudio de la emisora donde tantos éxitos conquistara el año pasado, se esperaba con tanto interés como expectativa. El público oyente deseaba escuchar de labios de Charlo la narración de algunos aspectos de su vida inquieta, al propio tiempo que también esperaba con interés oir alguna anécdota de índole amorosa, ya que a Charlo se lo ha denominado "El cantor de las mil novias", cantidad que Bates aumentó con una más, siendo ésta la que dio motivo a la pintoresca escena que narró Charlo, en tono risueño, muy distinto, sin duda, al que emplease cuando ocurrió ese episodio.

TERRIBLEMENTE DESAPLICADO
Así resultó Charlo cuando ingresó al Internado, tan es así que su señor padre se cansó de gastar dinero inútilmente y lo sacó de esa institución. Con el propósito de ver si conseguía enmendarlo su padre lo empleó en un Banco, donde Charlo sólo duró 4 meses, a causa de que sus jefes se aburrieron de verlo llegar tarde.
LA MUSICA
Desde muy niño, a los 8 años, tuvo maestro de música y estudió el piano, única cosa que hacía a su gusto. Más tarde aprendió la guitarra, pero sin maestro, y adelantó a los oyentes que está estudiando otro instrumento que no quiso decir cuál era, pero que sería una sorpresa pues no es un instrumento vulgar.

EL CANTO

A causa de sus dotes de buen cantor continuamente era invitado a reuniones familiares, donde se relacionó con el Ingeniero del Ponte y De Bary, quienes le invitaron para hacer una transmisión por Radio Cultura, cuando esta estación tenía sus estudios en la Avenida Alvear.
SU PRIMERA TRANSMISION
La hizo a dos pianos con Angel Pozzi, más conocido entonces por Wells, y después hizo números de canto acompañándose él mismo y fue cuando principió a hacerse conocer también como autor.
CHARLO AUTOR
Su primer tango fue "Sin Cariño" del año 1924. Después compuso "No me olvides" del año 1926; luego "Pinta brava", "Rencor", "Cobardía", "Tormento", "Santa Lucía", "Lindo tipo de varón", etc.
CARLOS J. PEREZ DE LA RIESTRA
Es el verdadero nombre de Charlo, pero a causa de ser tan largo, Enrique Del Ponte, para mayor comodidad cuando lo anunciaba lo bautizó Charlo...y con ese nombre quedó.
EL CANTOR DE LAS MIL Y UNA NOVIAS
El cantor de las mil novias fue el nombre con que lo bautizó el periodismo radiotelefónico pero la causa de una anécdota que narró Charlo, anécdota que la había tenido muy reservada. Bates propuso rebautizarlo con el nombre del subtítulo, pues la conquista que en la anécdota contó no se había tomado en cuenta cuando se le había bautizado con el sugestivo nombre de «el cantor de las mil novias».
LA ANECDOTA
La anécdota a que hacemos referencia la contó él así:
"Hace unos años recibía con una asiduidad admirable, unas cartitas que venían en papel perfumado, escritas admirablemente. Al principio las leía sin darle importancia... pero recibía otra y otra, con la particularidad que en cada una venía un trocito de fotografía: un día una mano, un pedacito de cara, así como en los rompecabezas. Claro, el asunto me intrigó y fui juntando los pedacitos hasta que al cabo de un año junté la foto entera. Era una chica de unos 18 años... preciosa. Un día, después de mil vueltas todas epistolares, se entiende, me dio una cita para conocernos personalmente. Fue en una esquina, ella me dijo que estaría en un auto. Yo fui ansioso. De pronto veo un hermoso auto particular que esperaba... me aproximé pensando que si ese auto era el estuche donde la damita venía ¡Cómo sería ella!... y así resultó.
La que estaba adentro esperándome, esa hermosa chica de 18 años, era una señora idéntica a mi abuelita, físicamente y en edad... No puedo olvidarme que llevaba una cadena de oro con la que se había dado como 12 vueltas al cuello.
Ahora ya saben los lectores por que Bates lo rebautizó con el sobrenombre de "El cantor de las mil y una novias", pues esta última seguramente no figuraba en la cuenta.
EL TANGO ACTUAL
Para bailar prefiere el tango viejo y para cantar el de hoy. Opinó que hay autores que en su afán de mejorar al tango lo perjudican pues hacen instrumentación para orquestas con una falta absoluta de conocimiento del ritmo cambiándolo en una forma tal que ya no es tango.
DIFICULTAD PARA SELECCIONAR REPERTORIO
Dijo que le era muy difícil seleccionar las piezas que va agregando a su repertorio, pues es tan grande la cantidad de tangos que se producen y tan malos, que no le queda más recurso que acudir a tangos viejos para defenderse.
LOS EDITORES
Manifestó que hay una falta de criterio enorme en los editores al publicar cuanto papelucho se les lleva, y a causa de eso el público va llegando a la triste conclusión de que nuestro tango decae y en realidad él opina que no es así... lo que cree es que se publican cosas tan malas que van intoxicando al público por defensor que sea éste de la música popular.
SUS ACOMPAÑANTES
Sus primeros guitarristas fueron Spina y Correa. Después Iglesias Yriarte y Besada, y este último es hoy su primer guitarrista.




martes, 2 de julio de 2013

PUNTA ALTA: ESPECTACULO INTERNACIONAL DE TANGO,FOLKLORE Y HUMOR



“Tango, Folklore y Humor en el Colón”, un espectáculo musical que reúne los géneros más representativos de la cultura musical de nuestro paíscon la produccion de José Valle
El 09 de julio a las 20 hs el Intendente de Coronel Rosales, Néstor Hugo Starc, descubrirá en el hall del Teatro Colón una plaqueta homenaje a nuestra querida música argentina con la imagen de Atahualpa Yupanqui y Carlos Gardel y a las 20.30 hs se brindará el espectáculo. 

En la bella sala del teatro Colón, la cantante española Ángeles Ruibal presentará su última producción discográfica folklórica Así siento a Yupanqui, y el tango estará representado por la puntaltense Luciana Tomalino, Florencia Albanesi y Gaby “La voz sensual del Tango”.

ÁNGELES RUIBAL

La extraordinaria cantante española Ángeles Ruibal se presentará el día el 12 de julio a las 21hs en el auditorio de la mítica Biblioteca Rivadavia de Bahía Blanca -en un gesto inusual ya que lo hará a total beneficio de la misma.

Presentará su último disco, "Así siento a Yupanqui”, nominado a los premios Carlos Gardel, en el que la acompañan artistas invitados como, Mª de los Ángeles Ledesma, Roberto Chavero (hijo de Don Ata), Georgina Hassan, Anabella Zoch, Irene Aschero y Graciela Baquero. En todos los temas, Marcos Mundstock (Les Luthiers) recita versos de "El payador perseguido" de Atahualpa.

La acompañan, en guitarra Néstor Blanco, al piano Gabino Fernández y en percusión Gustavo López. En este disco estrena dos poemas de Yupanqui hechos canciones: "Penas de la guitarra" con música de Néstor Blanco y "Destino del hombre" con música de Ángeles Ruibal.

A principios de los 70, llegó a Buenos Aires para integrarse al elenco de la "Botica del Ángel" con Bergara Leumann y fue allí donde compartió escenario con Opus Cuatro, Mariquena Monti, Nacha Guevara entre otros famosos artistas. En esa época, Mercedes Sosa la invitó a subir al escenario varias veces y cantaba con ella "Nosa Señora da Barca", poema en gallego de Lorca y otras canciones sobre poetas españoles. Uno de ellos, "A mi primer nieto", lo grabó en su LP "Navidades con Mercedes Sosa".

Un contrato con el café concert "La Cebolla" la llevó a compartir escenario con la Porteña Jazz Band una larga temporada y otro tanto con Les Luthiers, dejando una gran amistad entre ellos.

Su primer LP lo publicó en Buenos Aires con "Alarcón, AMB-63" siendo su productor el recordado poeta y librero Héctor Yánover. En este sello discográfico, grabó Nicolás Guillén y Pablo Neruda, entre otros grandes escritores. Al poco tiempo se fue a España para grabar "Lorca" con poemas de Federico García Lorca en "CBS" y "Está despuntando el alba" con poesía de Miguel Hernández en "Pauta - Ariola", siendo su productor el también poeta, José Manuel Caballero Bonald. En aquel momento integraba el dúo Los Juglares.

Ana Belén se interesó por las canciones que Ángeles cantaba sobre la poesía de Nicolás Guillén y cuando se las cedió, le pidió que le ayudara a preparar ese primer doble LP "La paloma del vuelo popular", donde Ana subió al mundo de la canción con mucho éxito, con 17 canciones de Los Juglares, donde Ángeles Ruibal también había participado en las composiciones.

A lo largo de su vida estuvo muy unida a grandes figuras del arte como la bailarina y coreógrafa María Fux con la cual participó en varios espectáculos. Con las titiriteras Mane Bernardo y Sarah Bianchi puso en escena "La tierra de Alvargonzalez" de Antonio Machado en la Universidad de Belgrano, Buenos Aires.

El pintor Laxeiro le hizo varios retratos cuando la conoció, a los 15 años. Más tarde, fue padrino de su boda. Era un gran amigo de sus hermanos mayores, el dramaturgo José Ruibal y la pintora Mercedes Ruibal.

Fue premiada en varias ocasiones en España y Argentina, pero por su manera de ser, no va por el mundo mostrando los galardones. Prefiere ganarse los aplausos por su canto en los escenarios, televisión, discos. Actualmente reside en Pontevedra, ciudad del sur de Galicia. Muy cerca está su aldea natal, San Andrés de Xeve.
LAS DAMAS DEL TANGO
LUCIANA TOMALINO

Luciana nació en un hogar puntaltense donde la música era algo cotidiano y se le hizo expresión viva a través del canto desde muy pequeña. Con incondicional apoyo de su familia comenzó a recorrer los escenarios locales y de la zona dejando entrever en sus presentaciones el enorme potencial que desde niña ya se percibía.

Hoy se muestra como una artista firme, con una larga trayectoria en la música nacional tanto en el folklore como en el tango. Su voz de imponente presencia con graves inusuales para una voz femenina la hacen única y personal en el género.

Luciana fue ganadora del Pre-Baradero 2009 y del Pre-Cosquín 2012, datos que reafirman su enorme crecimiento desde aquellos tiempos en que con rostro de niña y gran energía se desplazaba por los escenarios de su querida Punta Alta natal que la espera con entusiasmo.
GABY "LA VOZ SENSUAL DEL TANGO"

Con una carrera iniciada a los 14 años, Gaby lleva editados 6 CD de tangos con distribución y venta nacional e internacional, el último de ellos titulado "LA COPA ROTA". Ha realizado giras por Cuba, Chile, Uruguay y todo el interior del país e integra el trío femenino de cantantes “Muñecas Bravas” junto a Patricia Malanca y Geraldine Trenza Cobre que en poco tiempo se ha ubicado entre los números mejor aceptados por el gran público nacional.

La voz de Gaby es sin duda una de las voces más dulces, consigue transmitir un cúmulo de sensaciones impresionantes y su peculiar fraseo está cargado de gran profundidad, tanto de contenido como de sentimientos. Ante este portento bahiense sólo se puede aplaudir y decir ¡bravo! Cada disco que edita denota evolución, crecimiento y madurez.

Además, Gaby es coautora junto a Valle y Giorlandini del libro biográfico “Carlos Di Sarli, El Señor con Alma de Niño” y actualmente se encuentra trabajando en la biografía del whitense Roberto Achával, último cantor de Troilo.

Gaby con tan sólo 28 años, ha conseguido abrirse hueco entre las mejores voces femeninas de nuestra época, y sin duda eso lo demuestra el gran éxito que va cosechando con trabajo y esfuerzo.
FLORENCIA ALBANESI

Esta encantadora periodista y docente, extremadamente popular en la región por su labor en la radio líder de la ciudad de Bahía Blanca, es también una excelente profesional del arte. Y no nos limitamos a hablar de intérprete vocal de tango porque su trabajo sobre el escenario excede el fraseo de una melodía: en cada presentación “Flor” hace de cantante, filósofa, consejera, humorista y cómplice de su público que explota en aplausos y sonrisas con sus comentarios ocurrentes y se emociona con cada referencia a las desavenencias de la vida.

“CANCIONES DE AMOR Y DE HUMOR” es el show que ha creado para interpretar en primera persona y se ha vuelto un clásico bahiense. Allí, Florenica cuenta con humor y picardía las peripecias de una mujer a los 40; sus amores y desamores con los hombres, desencuentros con el cuerpo, suegras y ex novias. Tangos, milongas, boleros y melódicos enlazan la historia con momentos de emoción y de risas.




Luis Rubinstein

Carlos Gardel llegó a grabar sólo uno de los tangos de Luis Rubistein:Tarde gris, con música de Juan Bautista Guido. Eso ocurrió en junio de 1930. Ya muerto el Zorzal, Armando Defino, que fuera su representante, le acercó a Luis una música inédita de Gardel para que la versificara. Así nació "Amor", un tema que nunca alcanzó repercusión, pese a la grabación de Francisco Canaro con Roberto Maida en 1936. Pero, como en tantos otros casos, el disco de Gardel le aseguró perduración a "Tarde gris", que solo en 1946 tuvo tres magníficas grabaciones, por Aníbal Troilo con Foreal Ruiz, por Osmar Maderna con Pedro Dátila y por Miguel Caló con Raúl Iriarte.

Luis había sido echado del colegio en tercer grado por tirarle un tintero a la maestra, que lo reprendió al descubrirlo escribiendo versos. En ese momento concluyó su breve carrera estudiantil. Ni siquiera completó la escuela primaria. Pese a ello, además de letrista prolífico fue periodista en la revista del editor Julio Korn "La canción moderna", luego devenida "Radiolandia", y dirigió "Sintonía", creada en 1933 por Emilio Kartulovic, «Kartulo», publicaciones que acompañaban el auge de la radiofonía y del tango en ésta.

Callejero, indomable, Luis se mezcló muy pronto en los ambientes del tango, con su ambición y su voracidad, que con los años lo convirtió en un obeso incontrolable. Cuando conversaba con el popularísimo cantor Agustín Magaldi, que era tartamudo como Luis, parecían estar mofándose mutuamente. Siendo todavía un adolescente, Luis cantó con Juan D'Arienzo, pero luego abandonó ese intento. Hizo del cabaret su mundo, con todo lo imaginable.

En mayo de 1935 creó una escuela de arte popular en la casa familiar de Tejedor 154, en un barrio chato, algo apartado. Aquella academia, que terminaría absorbiéndolo por completo, se mudó rápidamente a Callao 420, casi en el Centro, en los altos de la funeraria de los Iribarne, la familia de la esposa del presidente Ortiz (quien gobernó entre 1938 y 1940), dueña de todo ese vasto edificio. Allí fue bautizada como PAADI, Primera Academia Argentina de Interpretación.

Bajo aquel techo se concentraría el imperio de los Rubistein: la editorial Select, la mencionada PAADI, cuyo negocio consistía en proveer artistas a las radios, y PACA, Primer Archivo Cinematográfico Argentino, que pretendía surtir de extras a los estudios de cine. PAADI estaba tan orientada a explotar el auge radiofónico que hasta contaba con una sala de transmisión, desde la cual se irradiaban por línea telefónica programas en los que actuaban alumnos seleccionados. Las audiciones de PAADI cesaron con el golpe de Estado derechista de junio de 1943, que prohibió esa modalidad, entre tantas medidas de represión y control.

"Cadenas", el primer tango que lleva música y letra de Luis, es de 1933. Tema de trazo grueso, fue estrenado por Mercedes Simone. Allí comenzó una seguidilla de éxitos que le pertenecen totalmente, como "Venganza", de argumento despiadado y estilo burdo, que sin embargo conmovió al público, a punto tal que un cantor como Oscar Ferrari, que lo grabó con José Basso en 1950, quedó identificado con él y debió seguir cantándolo por décadas, aun a su pesar.

En la profusa obra de Luis son raros los momentos de poesía, las ideas originales. Entre sus pocas letras significativas figura la de "Noctámbulo", un hermoso tango que en 1930 escribió con música de Armando Baliotti y del que quedaron las versiones grabadas de Roberto Maida y de Julio De Caro con el estribillista Luis Díaz, pero luego fue olvidado. Aquellos versos terminan así: "Es un noctámbulo sin fe/ que por la noche del dolor busca olvidar/ la luna llena del hastío/ y el imposible de su soñar." Desde luego que "la luna llena del hastío" es una frase bella pero contradictoria. Si a Rubistein le sonaba bien, ¿para qué iba a preguntarse por el sentido?
Otro punto alto fue "Carnaval de mi barrio", de 1938, que le pertenece íntegramente a Luis y que ese mismo año grabó Mercedes Simone. Rubistein caracterizó a su obra como «Pintura callejera en tiempo de tango». Se sentía sin duda orgulloso de aquellos versos agridulces, cuyo narrador confiesa que "una ternura extraña" le invade el corazón. En la misma línea y con igual inspiración forjó "De antaño", una milonga que Juan D'Arienzo grabó con Alberto Echagüe.

Pero la pieza cumbre llegaría en 1940 con "Charlemos", historia de un acercamiento romántico entre dos desconocidos a través del teléfono: "Charlando soy feliz,/ la vida es breve./ Soñemos en la gris/ tarde que llueve./ Hablemos de un amor,/ seremos Ella y Él,/ y con su voz/ mi angustia cruel/ será más leve..." Como impactante final, el golpe bajo de la anécdota: él es ciego. "No puedo... no puedo verla;/ es doloroso, lo sé./ ¡Cómo quisiera quererla!/ Soy ciego... Perdóneme."

Algo que ocultar para lograr la aceptación del otro. Algo por lo que pedir perdón. ¿No se habrá estado refiriendo Rubistein, inconscientemente, a su condición de judío? ¿No sería el verdadero final de su tango "Soy judío... Perdóneme?" Esa letra la escribió cuando en Europa había comenzado el exterminio, la Shoá, el Holocausto, y en la Argentina campeaban los fascistas. Había llegado al mundo el cataclismo que cinco años antes presagiara Luis en "La caída de la estantería" (música de Edgardo Donato) de manera farsesca, hasta torpe, pero certera, anunciando que "se aproxima el ciclón".

"Charlemos", que en menos de un año tuvo cinco grabaciones diferentes (Carlos Di Sarli con Roberto Rufino, Enrique Cárbel,Francisco Canaro con Ernesto Famá, Ignacio Corsini y Alberto Gómez), conmovió a los públicos, desde Buenos Aires hasta La Habana. Condensaba en menos de tres minutos toda una radionovela, y en cierto modo dejaba abierto el final. ¿Cómo reaccionaría Ella? Tal vez lo amase igual, a pesar de su ceguera. Quizá pasaría El a ver a través de aquellos ojos de mujer.

El teléfono como mediador ya le había inspirado en 1933 la letra de "Cuatro palabras", que grabaron Mercedes Simone y Charlo: "Que te vaya bien, me dijiste / colgándome el tubo de tu telefón./ Que te vaya bien, murmuré,/ mascullando entre dientes una maldición." En 1936 dio a conocer "Olvido", en colaboración con Luis César Amadori, un tango de particular belleza, que grabaron desde Charlo hastaRoberto Goyeneche, pasando por Lágrima Ríos, y en el que el personaje repasa su caída de la opulencia a la privación: "Si pensara alguna vez en lo que fui / no tendría ni la fuerza de vivir...".

En "Decime", de 1938, Luis presenta dos variantes para la misma letra: una femenina y otra masculina. Parece suponer que los sentimientos amorosos son iguales en el varón y la mujer. De hecho, sólo una cantante, Mercedes Simone, grabó este tango. Pero el relativo fracaso de un tema no podía preocupar a un autor que durante dos décadas acumuló una serie interminable de sucesos, muchos de ellos con múltiples grabaciones. Entre sus tangos más cautivantes se cuentan el ya mencionado "Nada más"; "Juro", con música de Ciriaco Ortiz, de 1936; "Yo también", de 1940, con Luis Nicolás Visca, y del mismo año "Igual que ayer", con Luis Bayón Herrera; "Ya lo ves", conD'Arienzo, de 1941, como también "Cautivo", con Egidio Pittaluga, que se oye en la película "La tregua", de Sergio Renán; "Si tú quisieras", de 1943 (música de Francisco Pracánico); "Marión" (aparente plagio musical de un tango llamado "Sentimientos") y "Dos palabras, por favor" (éste con música de Visca), también de 1943; "Rosa de tango", de 1944 (en el que reutilizó la melodía de su anterior "Cuatro palabras"); "Dos ojos tristes" (música de Oscar de la Fuente) y "Plomo", de 1947, y "Tu perro pequinés", de 1948. Este último es, quizá, el mejor tango de todos los que concibió Luis, y aunque sólo fue grabado por Aníbal Troilo con Edmundo Rivero, esta inigualable versión bastó para mostrar todo su valor.

Aunque Rubistein nunca fue una letrista sutil, qué lejos estaba ya de aquél que escribiera "Dominio" veinte años antes, superponiendo a la fina melodía de Elvino Vardaro aquellos versos brutales: "Yo sé que sos tan falsa y tan canalla/como la vil serpiente ponzoñosa./Sos tan ruin mujer, tan venenosa,/que está en tu ser la víbora del mal." En 1948 escribía, en cambio: "La vida, tal vez,/se ensañó y a sangre fría/ me regala la ironía/de este cuadro hecho al revés./¡Cómo quisiera tener/para mi frío espantoso/ese abrigo tan celoso/de tu perro pequinés!" Así es otra cosa.

Luis podía idear varios temas en un mismo día. Hubo épocas de su vida en que se convirtió en un verdadero fabricante de canciones, acumulando una obra indeterminable. En 1928 utilizó como seudónimo Nietsibur, leyendo su apellido al revés, para firmar "Callejas solo", con música de Juan D'Arienzo, dedicado a un jockey. Este tango se había llamado en 1926 "Rodolfo Valentino" con su primera letra, que exaltaba al actor tras su prematura muerte, y se llamaría "Nada más", en 1938, con la tercera, convirtiéndose recién entonces en un éxito.

La vasta creación de Luis incluyó algunos obras comprometidas. La más primitiva de ellas fue el tango "El camino de Buenos Aires", con música de Francisco Pracánico, grabado por éste y por Carlos Dantecon guitarras, ambos para el sello Electra y en 1928. Esta pieza está inspirada, desde su nombre mismo, en «Le Chemin de Buenos Aires (La Traite des Blanches)», libro que en 1927 publicó el periodista Albert Londres para describir y denunciar el tráfico de mujeres sometidas a prostitución entre Europa y el Río de la Plata. Esta letra de un Rubistein aún muy rudimentario, que habla de un "caften (rufián) criminal", lo enfrentaba con la poderosa Zvi Migdal, mafia de tratantes judíos.

En 1942 Luis escribió la letra de "Yánkele (Mi muchacho)", intercalando algunos versos en ídisch y con música de su hermano Elías. Esta canción, que grabó dos veces el conjunto del acordeonista Feliciano Brunelli, fue compuesta especialmente para "Soy judío", una obra de Luis Pozzo Ardizzi que se propalaba por radio del Pueblo con enorme éxito, al mismo tiempo que en Europa ser judío equivalía a una condena al suplicio y a la muerte. La actriz que cantaba el tema era Teresita Padró, que debió aprender fonéticamente las frases en ídisch. En "Yánkele" una madre judía le canta a su niño, en medio de "esta vida horrible y atroz", pidiendo que acaben los sufrimientos. Pero estaban muy lejos de haber terminado.

Extraído  del capítulo "Los cuatro Rubinstein: el primer holding tanguero", del libro "Tango judío, del ghetto a la milonga", Editorial Sudamericana, 1998.