lunes, 22 de mayo de 2017

Carlos Ramón Fernández: el Chacarero Cantor

Nacido en Dolores, el 8 de abril de 1956 , de niño se trasladó con sus padres a El Trigo, partido de Las Flores, donde trabajó como mensual de campo y alambrador. A los 29 años se mudó a Saladillo, cuando su esposa heredó una «chacrita», como él dice, manteniendo siempre el sueño de cantor. Actualmente vive en Norberto de la Riestra, partido de 25 de Mayo. Trabajo de puestero en la estancia la estancia don tito.
Subió por primera vez a un escenario a los 16 años de edad, pero recién a los 40 grabó su primer disco. De ese momento a la fecha, lleva grabados 13 discos. Su repertorio varía principalmente entre milongas, valses y zambas. Entre sus temas más reconocidos se encuentran: «¿Qué te ha pasado, justicia?», «Por una mirada», «Rosa María», «Cuatro letras para un verso» y «Domingo, Día del Padre», entre tantos otros.

viernes, 19 de mayo de 2017

La historia del tango Nostalgias

Una noche de noviembre de 1935, se estrenó el tango “Nostalgias” dicen que fue en una boite de Florida, entre Paraguay y Charcas.

La orquesta era la de Ciriaco Ortiz y el cantor fue el “Gallego” Rodríguez Lesende. No se sabe si hay alguna grabación de Rodríguez Lesende de ese tema, por lo que la primera fue sin duda la que hizo Charlo, en febrero de 1936. Lo acompañaban en la ocasión las guitarras de Becada, Iglesias y Arrieta. La interpretación de Charlo es extraordinaria y sin menoscabo de otros grandes cantores que se le animaron a este poema, podría decirse que después de Charlo las otras grabaciones podrían haber sido prescindentes, más allá de que con muy buenos argumentos, algunas barras tangueras estiman que la mejor interpretación la hizo Hugo del Carril cuando la grabó el 4 de noviembre de 1936, acompañado por la “Orquesta Víctor” del sello RCA. La grabación aún se puede disfrutar y el placer incluye el tema de la contratapa, el valsecito de Canet, “Me besó y se fue”.De todos modos, no queda muy claro cuándo efectivamente fue la primera grabación, pero lo seguro es que Carlos Gardel nunca cantó “Nostalgias”, entre otras cosas porque cuando Cadícamo y Cobián escribieron este poema, la tragedia de Medellín ya había ocurrido. La aclaración corresponde hacerse, porque siempre hay algún improvisado que a la hora de intentar hacer sus primeros palotes con la historia incorpora “Nostalgias” al repertorio del Morocho del Abasto.
La letra del tango es de Enrique Cadícamo y la música a Juan Carlos Cobián.
“Nostalgias” es uno de los grandes poemas del tango y Cadícamo fue uno de los poetas más destacados de su tiempo.
Los historiadores aseguran que “Nostalgias” marcó un antes y un después en la trayectoria poética de Cadícamo. Para esa fecha el hombre ya había escrito entre otras delicias, “Pompas de jabón”, “Muñeca brava”, “Che papusa oí”, “Madame Ivonne”, “Anclao en París”, “La casita de mis viejos”, “La reina del tango” o “La novia ausente”. Después de “Nostalgias”, vendrán “Nieblas del Riachuelo”, “Ave de paso”, compuesta por Charlo en Río de Janeiro, “La luz de un fósforo”, “Por la vuelta”, “Rubí”, “Rondando tu esquina”, “Tres esquinas” y sus dos grandes monumentos: “Los mareados” y “Garúa”. “Nostalgias”, de alguna manera, es el anticipo de esas creaciones. El poema de todos modos no parecía estar tocado por la varita mágica del éxito. En 1936 el director de teatro Alberto Ballarini lo había rechazado para la obra “El cantor de Buenos Aires” por considerar que no reunía los requisitos que se reclamaban para una obra de teatro montada en homenaje a Carlos Gardel. El propio Agustín Magaldi, cuando escuchó el tema por primera vez, dijo con tono burlón. “¿Y eso es un tango?”, una verdadera licencia verbal, ya que el repertorio de Magaldi estaba muy lejos de adscribir a la ortodoxia tanguera.
El poema habla de un amor correspondido, aunque no es ésa su íntima novedad. El personaje se expresa en una primera persona, pero a diferencia de otros abandonados, su dolor lo manifiesta a través del alcohol y aturdiéndose o disipándose con otros amores. “Quiero emborrachar mi corazón para olvidar un loco amor que más que amor es un pesar. Y aquí vengo para eso a borrar antiguos besos en los besos de otras bocas”.
¿Adónde llega? Seguramente a un cabaret o a un prostíbulo o algo parecido. A un lugar donde hay hombres solitarios y derrotados, música lenta y mujeres ligeras. Un video con Hugo del Carril, donde él aparece muy joven y muy elegante, describe un escenario parecido.
A diferencia de otros poemas, el mejor momento de “Nostalgias” está al final, cuando nuestro personaje dice a modo de despedida: “Quiero emborrachar mi corazón, para poder así brindar por los fracasos del amor”. Ese verso es sublime y terrible. “Brindar por los fracasos del amor”. Toda una filosofía existencial está condensada en seis palabras. El brindis convencional es un momento de alegría, de paz o de satisfacción. Aquí se brinda por la derrota, por el dolor, por el fracaso disimulado entre las luces, las risas, las caricias y los besos. Y, por supuesto, la nostalgia, la nostalgia de un amor perdido, de un amor que duele y lastima.
Después está la música. Cobián era un artista abierto a las novedades de su tiempo. Había vivido en Estados Unidos, conocía el jazz y le gustaba y su cosmopolitismo no lo desdibujaba sino que lo identificaba con su ciudad de una manera más consistente. Cadícamo era también un hombre de mundo, había viajado por toda Europa en más de una ocasión en compañía de Gardel, y disponía de una sólida formación literaria.
La composición musical de Cobián es compleja y rompe con algunos cánones tradicionales del tango. No era la primera vez que Cobián hacía algo parecido, y no va a ser la última. Según mi amigo Américo Tatián, el tango “Nostalgias” es una verdadera emboscada para los cantores improvisados. La emboscada está tendida a lo largo de todo el poema, pero el momento más peligroso se produce en los dos últimos versos del estribillo. Concretamente cuando dice “Desde mi triste soledad veré caer las rosas muertas de mi juventud”.
. Para cantar “Nostalgias” como corresponde hace falta tener un muy buen registro y extensión de voz, porque en ese tramo varían los compases y se complica la toma de aire. La advertencia siempre estuvo presente, por lo cual los grandes cantores marcharon hacia la emboscada con la certeza de que iban a saber eludirla.

lunes, 15 de mayo de 2017

José Valle presenta “Tambaleando madrugadas” en Bahía Blanca

El miercoles 24 de mayo a las 19hs, el escritor balcarceño José Valle presentará su nuevo libro "TAMBALEANDO MADRUGADAS" dentro del prestigioso ciclo “Un vermut con la historia” que se realizará en el mítico Café Miravalles, de avenida Cerri 777, frente a la Estación Sud de la ciudad de Bahía Blanca.
La conducción estará a cargo de Leo Margo, recitados Ariel Biagetti y la actuación de La voz sensual del tango: Gaby.
Estas páginas que se enumeran tras un sugestivo título tienen la sencilla misión de inmortalizar las vivencias de un hombre que ha recorrido una vida centenaria en menos de medio siglo. Las experiencias de un caballero que vio de cerca esas cosas que cualquier argentino hubiera querido protagonizar.
Una vida repartida entre reconocidos personajes del espectáculo, el boxeo, el fútbol, el turf, la política y la cultura, pero atravesada también por aquellos personajes anónimos que, desde la sencillez de la vida cotidiana, la frecuentación diaria y la vida de pueblo, nos enseñan a vivir y a valorar las cosas que no se pueden comprar. Esas que realmente importan.
José Valle invita en estas líneas a un grato paseo por reconocidos nombres que han marcado la historia argentina y nos han dejado tantas anécdotas y enseñanzas que son las que auténtica y espontáneamente corren de boca en boca alimentando nuestra cultura nacional y popular.
Nacido en San Agustín (Balcarce).
Historiador, productor musical, teatral, televisivo, cinematográfico, radial, publicitario y deportivo.
Fue manager de boxeo; fundó la revista “Noche de KO”, fue Director del semanario “El informador del Gran BSAS”, del semanario “Dossier Federal” y del Diario digital “Realidad Bonaerense”. Ideólogo de la cruzada por más difusión de tango y folklore en los medios masivos de comunicación y de numerosos ciclos culturales de contenido nacional.
Es creador y Director del Festival Nacional de Tango “CARLOS DI SARLI” de Bahía Blanca, del Festival de Tango de Monte Hermoso y el Ciclo BAHIA BLANCA NO OLVIDA. Fundó las bibliotecas “Alfredo Palacios”, de Santos Lugares y “Juana Manso”, de Pablo Podestá.
Es Presidente del Consejo Latinoamericano de Cultura y del Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina (CEDICUPO).
Produce y conduce programas radiales desde hace 31 años, actualmente desempeñándose en “La fama es puro cuento” (Radio Mitre), “Realidad Bonaerense” (en más de veinte radios de la provincia de Buenos Aires) y “Vuelvo a vivir, vuelvo a cantar” (Radio Universidad Nacional del Sur).
Otras obras: “Francisco Ramírez, el caudillo enamorado”, “En el naipe del vivir, historias de Tango, Boxeo y Turf”, “Carlos Di Sarli, el señor con alma de niño”, “Roberto Achával, el último cantor de Pichuco”, “Chaco, una provincia que enamora”, “El silencio que mastica el pucho”, “Tanguito. Historia, personajes y anécdotas del 2x4” y gran cantidad de artículos sobre una enorme variedad de temas (historia, tango, boxeo, etc.).

jueves, 4 de mayo de 2017

Biografía cronológica de Julio De Caro

Su carrera se desarrolló a través de cuatro actividades principales: fue director, compositor, arreglista y violinista. Se convirtió en uno de los grandes intérpretes de la generación de 1910, pero a partir de 1923 creó un estilo original que lo convirtió en líder de su generación y modelo de las siguientes. En 1927 grabó su primer disco. Entre sus grandes éxitos cabe mencionar: "El malevo", "Boedo", "Berretín", "Nobleza de arrabal", "Flores negras", "Copacabana", "Tierra querida" y "Sueño azul". De Caro fue de los primeros en comprender que el destino del tango era la música -no el baile ni la canción- y avanzó en esa dirección, hasta donde le dio el aliento.
Nació en una vieja casona de la calle Piedad 1898 (hoy Bartolomé Mitre) un 11 de diciembre. Fue el segundo de 12 hijos. Sus padres -el músico de escuela, José De Caro De Sica y Mariana Ricciardi Villari- eran de origen italiano y estaban orgullosos de su ascendencia ilustre de poetas, literatos, políticos y artistas. Desde niño, a diferencia de su hermano Francisco, Julio tuvo una salud muy precaria. Cuando la familia se hizo más prolífica, se mudaron, primero a la calle Bolívar y, después, a Defensa al 2000, en donde el padre instaló un conservatorio que, además, tenía un anexo de casa de venta de partituras e instrumentos musicales. Con su hermano Francisco iniciaron sus estudios musicales con el padre y, luego, tomaron clases con David Boglia. Posteriormente, Julio estudió violín con el maestro Francassi. A partir de 1909 los hermanos comenzaron a dar recitales de música clásica en salas prestigiosas.
1913
La familia se mudó a la esquina de Catamarca y México. Julio comenzó el secundario en el "Mariano Moreno" y, junto a su padre, empezó a dar clases de teoría y solfeo.
1915
Le pidió al empresario De Bassi (amigo del padre) participar en la orquesta de la compañía de zarzuela como segundo violín para el teatro "Lorea" (actual Liceo). Le rogó además que no le contara a su padre ya que éste tenía aversión por la música popular y quería que sus hijos sólo tocaran música "en serio". El secreto no fue guardado: su padre lo obligó a devolver los 5 pesos que había ganado esa noche por tocar y lo castigó con 8 días a pan y sopa en un rincón.
1917
Gracias a la ayuda de sus amigos, logró tocar en la orquesta de Roberto Firpo, en el Palais de Glace. Firpo le ofreció el violín y De Caro tocó "La Cumparsita". Después de verlo, Eduardo Arolas ("El Tigre del Bandoneón") lo invitó a tocar en su orquesta. Así, se incorporó al cuarteto, que quedó conformado por ellos dos más Rafael Tuegols y José María Rizutti. Con este grupo estrenó su primer tango: "Mon Beguin". Su padre decidió poner punto final a las correrías de Julio. Una madrugada lo esperó en la puerta de la casa y el joven tuvo que confesar la verdad. Indignado, don José le preguntó si quería ser un buen médico o un vulgar tanguero. Ante su elección por el tango, su padre lo echó de la casa y Julio se fue a vivir con los abuelos. Se encaminó definitivamente hacia el tango y tocó con Arolas durante dos años.
1919
De Caro y Rizutti se separaron de Arolas por cuestiones de dinero. Se unieron a Pedro Mafia y José Rosito. Formaron un cuarteto que debutó en El Parque de Talcahuano y Lavalle. Luego, Julio pasó a tocar el violín en la orquesta de Osvaldo Fresedo. Con él y en el Casino Pigall tocó durante más de un año.
1921
Se casó en Uruguay y tuvo un breve matrimonio del cual nació su única hija, Beatriz.
1922
Se radicó en Montevideo como primer violín de la orquesta del bandoneonista Minotto Di Cicco. Allí estrenó los tangos de su autoría: "La Farándula", "Maridito Mío" y "Milonga Corrida". Luego, lo contrataron para tocar con un cuarteto por mucha más plata que a sus compañeros. Pero Julio renunció a ese privilegio y repartió el dinero con sus compañeros en partes iguales, formando una sociedad corporativa.
1923
De vuelta en Buenos Aires, heredó el sexteto de Juan C. Cobián. Formó luego su famoso sexteto con Francisco De Caro, Emilio De Caro, Pedro Maffia, Luis Petrucelli y Leopoldo Thompson. En 1924 comenzaron a tocar en el Café Colón de Avenida de Mayo. El Conde Chikoff los salvó de las penurias económicas: les ofreció una fortuna para tocar en sus tés danzantes.
1925
Tocó con su orquesta en el Palais de Glace en una recepción protocolar que le brindó la aristocracia porteña al Príncipe de Gales. El director de la empresa discográfica Víctor, Mr. Scheney, le regaló, como reconocimiento a la venta de sus discos, el novedoso y revolucionario violín corneta, que le daría un sonido aún más personal a sus interpretaciones.
1926
El presidente Marcelo T. de Alvear se declaró su admirador. Como retribución, De Caro compuso "Guardia Vieja", dedicado al presidente y que se convirtió en el éxito de la temporada.
1927
En abril realizó con el sexteto una gira por Brasil y estrenó los tangos "Copacabana", "Tierra Querida" y "Olimpia". Tuvo tanto éxito que se quedó hasta fines de septiembre.
1931
Se embarcó rumbo a Europa. Se presentó en Niza. Allí tuvo como público a Carlos Gardel, que, desde su mesa, ofició de "presentador", y a Carlos Chaplin, que bailó el tango "El Monito". Pasó luego a Montecarlo, Cannes, Italia, Turín, Génova y Roma. Cambió la imagen de los tangueros argentinos "for export", que cantaban vestidos de gauchos, por un elegante smoking. La gira terminó en París, donde fue invitado por el Barón Rotshchild para actuar en dos grandes recepciones en las que estuvo presente Aga Khan.
1932
Amplió su orquesta y comenzó una etapa nueva, con arreglos orquestales que incluyeron instrumentos de viento-madera, viento-metal y percusión.
1937
Actuó en Viña del Mar (Chile), dirigiendo su Orquesta Internacional Melódica. La cantante era Paloma Efrón "Blackie" y el chansonier, Edmundo Rivero. Ya en Buenos Aires, apareció su padre después de 20 años de ausencia, al finalizar un concierto en el Teatro Ópera. Con lágrimas en los ojos, le pidió perdón. Padre e hijo se reencontraron. Entre 1937 y 1940 De Caro grabó algunos tangos, como "Derecho viejo" y "Fuego". En ellos transformó su agrupación tradicional y dio lugar a la incorporación de nuevos instrumentos que modificaron su inconfundible acento tanguístico.
1940
Volvió con el ritmo y la característica que le dieran fama y prestigio y desechó las innovaciones sinfónicas que había realizado. Con su orquesta inauguró el casino de Mar del Plata.
1946
Oponiéndose a ciertos proyectos que perjudicaban a los músicos, encabezó un movimiento que derivó en una gran huelga, a la que se sumaron artistas, locutores y escritores.
1950
Volvió a actuar en Radio El Mundo, pero, al ser boicoteado por el director artístico de la emisora, decidió retirarse.
1953
Ante la instistencia de sus amigos se presentó en Radio Belgrano. Por problemas con la emisora, De Caro optó, ahora sí, por retirarse.
1959
Se casó en segundas nupcias con Cora Ambrosetti.
1965
Ben Molar, que había comenzado su lucha para instaurar el 'Día Nacional del Tango', lo convenció para que volviera a escribir un tango. Junto con Nicolás Cócaro hizo entonces "Un silbido en el Bolsillo" para los "14 con el Tango".
1975
Otra vez Ben Molar lo convenció de componer. De este trabajo, junto con Ernesto Sábado, Cátulo Castillo, Florencio Escardó y Leopoldo Díaz Vélez entre otros, salió el disco "Los 14 de Julio De Caro".
1977
El 11 de diciembre, al cumplir 78 años y, en conmemoración al primer 'Día Nacional del Tango', le hicieron un homenaje en el Luna Park. Participaron todas las orquestas y todos los cantantes de la época. De Caro lloró ante 15 mil personas que le cantaron el feliz cumpleaños. Fue la última vez que estuvo arriba de un escenario.
1980
La familia se fue de vacaciones a Mar del Plata con Julio ya muy enfermo. El 11 de marzo falleció.
1982
Bel Molar logró que sus restos fueran trasladados a Buenos Aires, junto al otro hombre que revolucionó el tango, su hermano Francisco.

Roberto Cambaré

 Nació en Balcarce en el año 1925, siendo su verdadero nombre Vicente Cambareri. 
Actualmente vive en Mar del Plata Autor y compositor de temas folclóricos, conoció el éxito masivo con su zamba Angélica”. 
Roberto Cambaré, adoptó su seudónimo por consejo de Horacio Guarany, a quién acompañó con la guitarra al iniciar su carrera profesional. Guarany, grabó “Angélica”, “Paisaje Sureño” y “Guitarra amanecida”, haciendo que los temas de Cambaré fueran conocidos en todos los ámbitos. En su doble función de autor y compositor, Cambaré ha realizado numerosas piezas folclóricas en las que une una respetuosa fidelidad a las formas de nuestro folclore, con el aditamento de melodías propias -únicas por su belleza y armonía- a letras plenas de auténtica poesía.
 Balcarce no se ha olvidado de uno de sus hijos dilectos, imponiendo el nombre de “Roberto Cambaré” al escenario del Anfiteatro “Saverio Bonazza”, del Cerro “El Triunfo”. Escribió en 1979 su autobiografía. El libro se llama “Cholito y yo”. A continuación transcribiremos parte de un reportaje a Roberto Cambaré extraído de www.elpatiocriollo.com.ar en el que se cuenta la historia de Angélica. (Una nota de Bernardo Noel) ¿Usted es Argentino? - Si señor. Y de Balcarce, el pueblo de las papas y del “Chueco” Fangio … Su verdadero nombre es Roberto Cambaré? No. Ese es mi seudónimo. Me llamo Vicente Cambareri, como mi padre. Horacio Guarany -a quien le debo practicamente todo lo que soy- es el que me sugiró tal seudónimo artístico. La popularidad que tengo es obra, pues, de Horacio Guarany, y quiero destacarlo y reconocerlo. Fue mi padrino. Me llevó con él como guitarrista, en 1959. Yo hacía ritmo en su conjunto, lo mismo que Tito Veliz; y Rodolfo Ovejero -hoy solista- hacía la primera guitarra ANGELICA: COMO Y CUANDO NACIO ESTA ZAMBA ¿Cómo nació “Angélica”.-¿Hay alguna motivación sentimental, privada, en el origen de esta zamba, o todo es imaginación? Existe, en realidad, ese puebito de Cordoba que se menciona en la letra? - Todo es rigurosamente cierto, aunque magnificado por el recuerdo. Quien ama exagera tanto los dones como el desdén de la amada. Cuando convierte su recuerdo en poesía. Yo viví en Salsipuedes –es el pueblito de Córdoba de que habla la zamba-, hace por lo menos 12 años. Era y sigo siendo soltero. Conocí allí a una niña morocha, de cabellos largos flotando sobre la espalda, no muy alta, delgada, un lindo tipo de criollita. Nos entendíamos con los ojos, mas que hablarnos. Fue un idilio de un mes, pues ella –verdaderamente- volvía a Buenos Aires. No hubo enojo oficial, pero si cierto distanciamiento entre los dos. Se llamaba como en la zamba: “Angélica” - No le parece que hay cierta crueldad en la letra que usted ha compuesto, por parte de la dama? La metáfora del águila, por ejemplo … - Puede ser, pero, como le comentaba antes. Todo está magnificado por la distancia y el recuerdo. Es mas bien un reproche amoroso. El enamorado –le repito- aganda tanto el desdén como los favores; los magnifica - ¿En qué instante nació su zamba “Angelica”, que tan grande popularidad alcanzó? ¿Dónde estaba usted cuando la compuso? ¿Cual es su metodo de trabajo? - Estaba en Mar del Plata, exactamente en el paraje denominado “El Gaucho”, un poco en las afueras de la ciudad, cerca del monumento al gaucho, en la casita que construí con mis manos. La casa tenía y tiene unos hermosos rosales que –como albañil- retiré de una construcción en que había que levantar un muro, y solicité me dejaran llevar esas plantas. Mi madre vive allí, donde se distrae cultivando y cuidando el jardín. Antes, era mi casa de soltero. Siempre venía mi madre a visitarme. Durante una mañana –era en el otoño de 1958- ella llegó y se puso a cebarme mate. Le hice escuchar “Angélica” que acababa de componer casi de un tirón, cosa que casi nunca me sucede, pues siempre trabajo mucho mis composiciones. Las memorizo y las trabajo hasta llevarlas a la guitarra. Las silbo, en fin. Cuando una melodía o frase me han impresionado bien, no la olvido más. Si la olvido, en cambio, pienso que es porque no tenía mucho valor - Los folkloristas ortodoxos critican “Angelica”. Dicen que no responde a las formas clásicas de la zamba.- ¿Qué puede contestar usted de esto? - Yo no hago folklore, sino música popular de raíz folklórica. Creo que lo que no evoluciona se parece a una laguna y lo que evoluciona, a un río. La laguna tiene las aguas estancadas. El río renueva su caudal. Yo no creo en modo alguno hacer folklore puro cuando hago una zamba. Los autores que componemos ahora, es como si hiciéramos retoños nuevos en una planta cuya raíz esta metida en el folklore. Pero no es, en modo alguno, folklore puro, ya que está hecho. Lo que hacemos ahora es una consecuencia del folklore. Y sin desconocer la gran labor de los precursores - Chazarreta, Gómez Carrillo, los hermanos Abalos, etc.- creo que el gran impacto del folklore se logró con las formas nuevas, que prendieron en la juventud, tras lo cual las viejas formas clásicas y prestigiosas volvieron a ser aceptadas. En cuanto a como nació “Angélica” voy a puntualizarle algo más. A pesar de ser una cosa tan chica como puede serlo una canción popular – que no requiere un plan previo, como lo exijiría un tratado de psicología, por ejemplo-, trabajé con un verdadero plan… Me preocupé por escribir una zamba con versos terminados en palabras esdrújulas. Ello obligaría a componer una melodía diferente, sincopada. Las primeras palabras que se me ocurrieron fueron “Angélica” y “Córdoba”, ambas esdrújulas. Escribí una pequeña lista de palabras esdrújulas, eligiendo alguna que pudiera servirme para la letra. Luego fui dando forma a todo ello, dentro de lo popular. Habitualmente, trabajo simultáneamente en letra y música. Silbo un trozo, le aplico una letra, sacrifico letra o música, según sea necesario, para quedarme con lo mas bello. Pero “Angélica” nació con las particularidades que le cuento… En aquello otoño, a eso de las 10 de la mañana, en 1958… Como bien señala Rubén Giménez (otro duende y gran colaborador de este blog) “Don Roberto” se ve que tiene cierta pasión por las palabras esdrújulas, ya que también es autor de otra zamba “Tú” en la que también hay gran cantidad de estas palabras. A continuación transcribimos la letra: Tímida, dulcísima eres tú marchita tus ojeras un incendio de pasión eres todo, todo, lo más bello y natural el aire, el mar, la luz, la noche, el sol y aún eres más porque eres bien, el mismo bien, fuente de amor, madre de Dios, Mujer... Príncipe romántico y gentil por tí quisiera ser y así colmar tu sueño azul, para la tersura de tus manos sin quietud y para tu sentir canción de fe, de amor,de sol, de espuma, sí, mi bien, mi bien, una canción por tí quisiera ser... Cándida paloma enamorada, embriágame con la música de tu corazón... Bésame en silencio, bésame, que sobre mi boca trémula tus besos serán himnos de luz... que de nuestros labios, sobre la cruz dejar quiero mi ruego, mi diosa eres tú... Pétalos y lágrimas besé la noche que en mi boca fué pasión tu soledad... y ese llanto tuyo floreció con la canción que con mi voz te grita: amor, amor!, porque eres tú la ardiente flor de tentación, quiere pecar mi ciego corazón... Déjame y olvídate de mí si sólo un hombre soy pues para ti quisiera ser río, claro río y empapándote la piel entrar en el misterio de tu ser que candorosa guardas tú, tan sólo tú, flor virginal de amor y juventud...