martes, 28 de noviembre de 2017

Festejos por el Día Nacional del Tango en Bahía Blanca

N. Roca y Gaby
Los festejos en conmemoración del Día Nacional del Tango dentro del Ciclo Bahía Blanca No Olvida tendrán la particularidad de celebrar este año el 40° Aniversario de la aprobación del Decreto Municipal Nº 5830 (29 de noviembre de 1977) y el del Decreto Nacional Nº 3781 (19 de diciembre del mismo año) que convirtió el 11 de diciembre en “Día Nacional del Tango”. Producto de la iniciativa de Ben Molar con el apoyo de varias entidades: la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES), la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la Casa del Teatro, el Sindicato Argentino de Músicos (SADEM), la Unión Argentina de Artistas de Variedades (UADAV ), la Academia Porteña del Lunfardo, Radio Rivadavia, la Fundación Banco Mercantil, La Gardeliana, la Asociación Argentina de Actores y la Asociación Amigos de la Calle Corrientes.
A continuación detallamos la programación para el mes de diciembre 2017:
• Miércoles 6, 21.30 hs en el Café Histórico (Av. Colón 602): espectáculo “Bien Nosotros” con Nora Roca y Víctor Volpe.
• Jueves 7, 19.30 hs en el Café Bar Miravalles (Av. Cerri 777): charla, grabaciones originales de Carlos Gardel en diferentes tecnologías (desde el cilindro a la tarjeta de memoria) y exposición de objetos gardelianos por Carlos Benítez, Francisco Cabeza y Olga Gil, miembros del Círculo Gardeliano de Bahía Blanca. En el evento, el Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina entregará una distinción a la trayectoria al periodista Néstor Schapiro.
• Viernes 8, 21,30 hs en el Café Histórico (Av. Colón 602): show “Glicinas, emparrados y malvones...” con Gaby "La voz sensual del tango", Osvaldo Rojas y el guitarrista Quique Lorenzi.
• Sábado 9, 21.30 hs en el Café Histórico (Av. Colón 602): show "De música, canto y palabras" con el cantor nacional Jorge Tortosa y el reconocido periodista, historiador y locutor Carlos Gorrindo, junto a los cantantes Carla Cata, Gianlucca Pezzutti y Juan Carlos Deambrosi.
• Lunes 11, 18 hs en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560): documental sobre grandes cantores y cancionistas del género, palabras del Director del Instituto Cultural Ricardo Margo y del Director del Ciclo Bahía Blanca No Olvida, José Valle.
Cantarán en vivo los pequeños Brisa Rulli y Galo Valle.
Entrega de distinciones del CEDICUPO a los guitarristas Jorge Vignales y Quique Lorenzi.
Brindis de fin de año

jueves, 23 de noviembre de 2017

Francisco Canaro

Nació en Uruguay en 1888 y fue reconocido con el nombre de Pirincho. De niño, se radicó en Argentina.En 1906 comenzó a tocar el violín en un trío que hacía Tango. Debutó en el Café Royal de la Boca en 1908. Sin formación académica, era un talentoso autodidacta. En 1910 tuvo la oportunidad de en la orquesta de Vicente Greco. Tocaron en bares y salones de baile durante 6 años hasta 1916. en ese entonces, Canaro fundó su propia agrupación, con gran éxito local.
En 1922 grabó su primer disco. En 1925 comenzó una gira por el mundo, visitando países como España, Francia (en Dancing Florida) y Estados Unidos.
En 1932 regresó a Buenos Aires, comenzó su etapa de director y compositor. Comenzó a escribir partituras para comedias musicales. Posteriormente, se estrenó “La muchachada del centro” en el teatro El Nacional. Años después, el vínculo con el teatro vio los estrenos de “La historia del tango” en 1941, “Sentimiento gaucho” en 1942 y “Dos corazones” en 1944. La seguidilla de éxitos continuó con “El tango en París” y otras obras posteriores.
Sus tangos más destacados son Se dice de mí, Madreselva, Sentimiento gaucho y Envidia. Actuó en diversos países de Sudamérica, como Brasil, Uruguay y Chile.
En la década de 1960 realizó una gira por Japón. En su trayectoria, se registra que grabó 7.000 discos de tangueros. Francisco Canaro falleció en 1964 en la ciudad de Buenos Aires.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Homenaje a Alberto Castillo y Fidel Pintos en Bahía Blanca

El Jueves 23 de noviembre a las 17 hs en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560)de Bahía Blanca se proyectará la última película del ciclo "Historia y Tango en el Cine" 2017. 
Será en Homenaje a Alberto Castillo y Fidel Pintos quienes serán evocados por el escritor y productor cultural José Valle ,quien presentará el largometraje.
“Alma de bohemio”(88 minutos) es una comedia dirigida por Julio Saraceni sobre un guion de Rodolfo Sciammarella y Carlos A. Petit, estrenada el 24 de agosto de 1949. La protagonizan Alberto Castillo, Fidel Pintos, Lilian Valmar y Lalo Malcolm.
Decir que Alberto Castillo tenía un "estilo particularísimo de cantar", o, como esbozó Julián Centeya, "no se parece a ninguna voz" es decir nada.Ningún cantor (ningún intérprete de la música popular) deja de tener su "particular estilo". Eso se dice cuando no se tiene nada que decir. Porque es evidente que cada cual tiene ineludiblemente una voz distinta, un distinto registro, un timbre personal, un modo de frasear o matizar especial.
El cine lo convirtió en actor natural. Su debut fue en 1946 con "Adiós pampa mía". Le siguieron "El tango vuelve a París" (1948) junto a Troilo: "Un tropezón cualquiera da en la vida" (1948), con Virginia Luque, "Alma de bohemio (1948), "La barra de la esquina" (1950), "Buenos Aires mi tierra querida" (1951), "Por cuatro días locos" (1953), "Ritmo, amor y picardía" (1955), "Música, alegría y amor" (1956) y "Luces de candilejas" (1958) en estas tres con la rumbera Amelita Vargas, y "Nubes de humo" (1959).
Fidel Pintos fue un actor y humorista de cine y televisión, una de las grandes figuras de la comicidad argentina.
Su personaje de sanatero, que supo interpretar tanto en la radio como en la televisión, donde intervino en el programa Operación Ja-Já en sus dos sketches principales: «La peluquería de don Mateo» y «Polémica en el bar» junto a Javier Portales, Vicente La Russa, Mario Sánchez, Adolfo García Grau y Juan Carlos Altavista (éste interpretando a Minguito Tinguitella), fue uno de los más recordados.
La sanata de Pintos, según los diccionarios de lunfardo (el argot de Buenos Aires) es una «manera de hablar confusa, incomprensible, en la que se expone un argumento sin sentido ni ideas claras».
En 1950 en Radio Callao, daba vida a sus personajes Churrinche y Mesié Canesú.
A través de la comedia picaresca, fue uno de los pioneros donde supo demostrar su gran talento humorístico tanto en el cine como en el teatro de revistas, donde compartió cartel con las vedettes del momento, como Susana Giménez, Moria Casán, Ethel Rojo, Nélida Lobato, Nélida Roca, Zulma Faiad e Isabel Sarli; y con otros grandes del género como Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Pepe Arias, Alfredo Barbieri, Don Pelele, José Marrone, Dringue Farías y Adolfo Stray


lunes, 6 de noviembre de 2017

Hoy cumpliría 58 años Gustavo Nocetti

Su carrera comenzó a los 15 años, al ganar un concurso cuyo premio consistió en actuar en Café Concert, un programa del Canal 5 SODRE de Montevideo, el canal oficial de televisión.Con 19 años, entusiasmado, cruzó el Río de la Plata y llegó a Buenos Aires. En el primer lugar que cantó fue en el mítico Caño 14, invitado por Atilio Stampone. Allí compartió el escenario con intérpretes que lo marcaron a fuego: Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero y Rubén Juárez, entre otros. También actuó en el programa Grandes valores del tango.
Tenía una estupenda voz, que fue creciendo, moldeando, a puro esfuerzo, ganas y sentimiento. «Jamás quise aprender canto por temor a los profesores de canto. He visto cantores que prometían muchísimo, tirarse a lo lírico, y bueno, yo no sé si es que no hay maestros de canto popular... Tiene que haber, porque no es lo mismo el canto lírico que el canto popular. El canto popular de repente exige menos en determinados aspectos a la máquina vocal pero exige más en otros aspectos...»
En 1983, ingresó como cantor estable de la Orquesta de Tango de la Ciudad de Buenos Aires que dirigían Raúl Garello y Carlos García.
Escribió el periodista Ruben Borrazás: «En los diez años en que estuvo radicado en la ciudad porteña forjó su personalidad y se perfiló como una promesa de la canción ciudadana con su fuerte, claro y hermoso timbre de voz, que sabía ajustarse a todas las letras que abordaba. Sus altos y bajos los manejaba con brillantez y sin esfuerzo aparente, haciendo creíble todo lo que cantaba. Con un excelente registro de barítono, sus interpretaciones eran de gran justeza, riqueza interpretativa y neto temperamento tanguero».
Nocetti tenía claro quiénes fueron los cantantes que influyeron en él. Básicamente Carlos Gardel, Roberto Goyeneche y Rubén Juárez.
Al Morocho del Abasto lo definió como el inventor. «Antes de Gardel no había nadie que cantara tango ni se sabía cómo se iba a cantar el tango. Nace el tango cantado y aparece Gardel; o sea, muchas cosas juntas ¿no? Gardel cantaba otro tipo de canciones antes de que el tango cantado tomara forma. Y él se encontró con el tango canción y tuvo que darle una forma, y se la dio. Se la dio con tanta calidad, con tanto talento, que hasta hoy día se conserva la forma de canto. Y creo que después Goyeneche fue el único cantor que hizo un aporte más a la forma de canto de Gardel, que es la interpretación... Hay que tener en cuenta que cuando cantó Gardel, fuera de Alfredo Le Pera que hacía muy buenas letras para él, no habían los poetas que después Goyeneche pudo gozar en los años 40, 50, 60; estaban Homero Manzi, recién surgía Enrique Santos Discépolo y grabó “Yira yira”.
Pero Homero Manzi, Cátulo Castillo, Homero Expósito, esa gente no estaba, mucho menos Horacio Ferrer o Eladia Blázquez. Agarró toda la parte de los poetas, y lo que hizo fue resaltar la poesía de los tangos. Por supuesto que de una forma afinadísima, respetando totalmente la línea melódica. Era un tipo de un oído casi absoluto digamos, y por más gastado que estuviese en los últimos tiempos, yo te puedo asegurar que pueden buscar en la discografía del Polaco una desafinación y no la van a encontrar. Lo que van a encontrar de repente son leves cambios de melodía para seguir afinando. Esa era una trampita del Polaco».
Su primer disco fue Naranjo en flor, (sello Orfeo), luego Somos ilusos (sello La Batuta, con arreglos de Fernando Cabrera). En 1982 interviene en el larga duración Futuro, de Osvaldo Pugliese, junto a los más destacados intérpretes de la última generación tanguera.
Con la agrupación dirigida por Raúl Garello, registró temas inéditos de Horacio Ferrer y Raúl Garello (en los CDs Viva el tango, 1988 y Tangos en homenaje a Woody Allen, 1992).
Ya radicado en Montevideo grabó Excesos (Sondor, 1996) y participó en los tres compactos como solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo.
En 1999, graba un nuevo CD para el sello Sondor Gustavo Nocetti interpreta a Ferrer, junto al propio Horacio Ferrer y al pianista Alberto Magnone, con los cuales realiza además el espectáculo Por existir (Tango y poesía).
«El tango es poesía; y poesía de la buena», explicó Nocetti en una oportunidad. «Yo creo que en el tango hay muchísimos autores y muy pocos poetas, pero esos pocos tuvieron una buena producción. Poetas poetas son seis o siete, no más. Y bueno, darle un lugar a la poesía en este momento del mundo, a mí me parece que es un acto... sí, yo creo que es un acto de valentía también. Es defender un valor humano. Es defender el lenguaje de las emociones, el que no pasa por la razón. Ningún adelanto cibernético va a poder explicar nunca la esencia del ser humano: ¡El viejo y olvidado lenguaje de las emociones! Entonces fijate una cosa, que el tango abarca muchísimos estados de ánimo del ser humano, no solamente como algunos creen: el que se le fue la mina y pobre que se queda llorando. No, el tango abarca muchísimos estados de ánimo más y con muchos más detalles».
La presencia de Nocetti fue clave para el dos por cuatro, en Uruguay. Su voz y su personalidad forman parte de la historia nueva del tango rioplatense. Fue una figura consular de los festivales Viva el Tangoque se realizan desde hace quince años en Montevideo. Fue un destacado representante de la música ciudadana por varias capitales del mundo.
Quizás no llegó a la popularidad de Julio Sosa, pese a que muchas de las crónicas necrológicas tras su muerte se empeñan en emparentarlos. No sólo por sus cualidades artísticas, sino también por la trágica forma en la que murieron. Nada que ver una cosa con la otra. Nocetti tuvo una personalidad propia y una auténtica forma de cantar y de interpretar el tango. Su repertorio estuvo siempre integrado por temas clásicos y de vanguardia.
Gustavo Nocetti murió muy joven,los 43 años, en accidente de tránsito el 30 de diciembre de 2002, tenía mucho para dar. Pero por lo que hizo, será recordado como una voz que trascendió los límites de la capital del Uruguay.