martes, 24 de octubre de 2017

Aldo Calderón : la mejor media voz del tango

Fue un cantor muy bueno, correcto en la dicción y la entonación, a mi criterio la mejor media voz del tango y realmente mereció mejor fortuna en cuanto a arrastre popular.Formó parte de la orquesta de Aníbal Troilo desde agosto de 1948 a marzo del 50, fue precisamente por su excelente nivel, un fraseo correctísimo y reemplazando nada menos que a Floreal Ruiz, lo que entrañaba un desafío tremendo. Por algo se la llamó a la formación de Pichuco como "La orquesta de los cantores".
El otro cantor de la orquesta era Edmundo Rivero, con quien debutó a dúo en el disco, en marzo de 1949, con el tango, “Una lágrima tuya”. Luego, hacen también, el vals de Germán Videla y Carlos Montbrun Ocampo, “A unos ojos” y la milonga “Miriñaque”, de Alberto Mastra. Como solista graba, el que fue su primer éxito, el tango “Cuando volverás”.
El 26 de octubre de 1949, Rivero hizo su grabación final con Troilo, el tango “Tú”, y en el acople, la voz de Calderón con “Y volvemos a querernos”. Este disco sería el último de la orquesta en el sello RCA-Victor, después de nueve años consecutivos de grandes éxitos. A partir de ese momento, Calderón se quedó solo, hasta la incorporación de Jorge Casal, en marzo de 1950.
En noviembre de ese año, Troilo volvió al disco en el sello TK y, en febrero de 1951, la última grabación de Calderón, la milonga de René Ruiz y Charrúa, “Tata no quiere”.
Aldo Calderón con la orquesta de A. Troilo en LR3 radio Belgrano

Había nacido en Rosario como Aldo Ives Calderón, tuvo facilidad en el canto desde su adolescencia y arrancó haciéndolo en cafés y Peñas de la capital santafecina. Los amigos lo empujaron para que se fuese a Buenos Aires a probar suerte en aquella febril década del cuarenta, donde no era fácil hacer pata ancha. Debutó en Las matinées de Juan Manuel, un programa radial que sirvió de lanzadera para mucha gente del tango. De allí saltó al escenario céntrico de La Querencia, en la Avenida de Mayo, donde lo fue a ver Francisco Rotundo, alertado por Tití Rossi, y se lo llevó a su orquesta.
Corría el año 1947 y el mítico Café Nacional era un marchamo decisivo. Rotundo tocaba allí con su orquesta y los dos cantores santafecinos: Horacio Quintana y Aldo Calderón. El salto a la consagrada orquesta de Troilo estaba cantado. Y en estos 20 meses que permaneció en ella afianzó su cartel.
Después sería solista, y grabaría en la Víctor en 1953, doce temas acompañado por una excelente formación que dirigía el bandoneonista Ismael Spitalnik. Junto a éste, como fueyes estaban Leopoldo Federico, Fernando Tell y Fernando Córdoba. En violines: Alberto Besprovan, Simón Broitman y David Díaz. Alcides Rossi en contrabajo y Armando Cupo al piano.

Como otros muchos colegas se refugiaría en la cantina El rincón de los Artistas, de Jonte y Boyacá.
Roberto Mancini contó una linda anécdota: "El 26 de julio de 1967, después de la actuación fuimos con mi señora y Aldo al velatorio de Ignacio Corsini. Estábamos junto al féretro y Aldo, me codea y me dice al oído: "Te fijaste Roberto, y tiene todo el pelo..." A esa altura Calderón ya usaba bisoñé porque se había quedado calvo y eso lo desmoralizaba. Y agregó Roberto: "Siempre íbamos a cenar con mi donna y Aldo a Pichín o Bachín, después de la actuación. Era un sabio del canto, de gran técnica vocal e interpretativa. Lástima que se fue de la orquesta de Troilo".
A partir de 1956, se dedicó a hacer giras por el interior del país, acompañado por distintos conjuntos de guitarras. Pasaron algunos años y regresó a Rosario, donde vivió hasta su muerte,6 diciembre 1983, cuando apenas tenía 59 años.

“Tango intervenido”, lo nuevo de Facundo Ponce

La propuesta artística sobre “teatro tango” viene en sintonía con el espectáculo que desplegó este verano en el teatro Auditorium de Mar del Plata. En aquella oportunidad llevó adelante el montaje de “Semblanza Tanguera” con el repertorio de su disco “Desde Abajo”. Desde entonces el artista viene trabajando y profundizando sus estudios sobre el performance para bridar un espectáculo que rompe con el género clásico del tango.

Ponce combina su formación vocal con su talento actoral. En este sentido, el público disfruta de un espectáculo integral donde la voz, la actuación y las melodías arrabaleras se funden en un espacio en común.
A diferencia de su anterior show, “Tango Intervendio” apunta a transformar el tango en otro tipo de objeto artístico. Es una propuesta novedosa y plena de significados de diversa índole que comienzan desde el ingreso a la sala y se desarrolla a lo largo del espectáculo. En este sentido se lo logra intervenir desde varios lugares: texto, sonido, presentación y el montaje en general. Remite a manifestaciones escénicas muy contrapuestas. “Aparece un relato dislocado y fragmentado que provocará al espectador”, asegura Ponce.
“La idea es ofrecer un espectáculo que remita a la teatralidad del tango. Podría decirse que cada tango es en sí mismo es una performance teatral. Quizá es el género musical más teatral de todos”, sostiene Ponce y agrega: “Es lo que me ha cautivado del tango y es donde encuentro mi lugar como artista”.
El show contará con reversiones de los grandes clásicos del tango. Estará acompañado por el Guitarrista Claudio Riva, quien además realizó los arreglos musicales, y el bandoneonista Leandro Ragusa. La puesta en escena y dirección actoral está a cargo de la artista Silvina Zicolillo y Sergio Grimblat.
La iniciativa “nace de la vocación y el profundo interés de hacer teatro y cantar tango. En principio era sólo una idea. Luego de investigar mucho, logré dar con una punta que me fascinó. Encontré varios textos que hablaban de la performance teatral como parte de un ritual. El tango es parte del ritual argentino en general y porteño en particular, y me lanzó a probar cada vez. Es una búsqueda infinita de posibilidades estéticas que me movilizan impresionantemente”.
Además de ser cantante, Ponce es actor y Licenciado en Ciencias de la Comunicación. La combinación de estas tres áreas le ha dado al artista gran versatilidad al proponer un espectáculo escénico distinto en un género clásico. Se ha desempeñado como profesor en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Publicó cinco libros propios y actualmente se encuentra realizando su tesis de Doctorado en Artes basada en el teatro y el tango, en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). En actuación se formó con los maestros Roxana Randón, Pompeyo Audivert y Marcelo Savignone. En canto con Mariano Pattin, Santiago Sirur, Marisol Gómez Alarcón y Dorita Chávez.

FECHAS:

Jueves 16 de noviembre | Horario: 21:30hs | Sala Facundo Cabral del bar Celta. Dirección: Sarmiento 1702

Viernes 1 y 8 de diciembre | Horario: 22hs | Auditorio “Laboratorio Marte”. Dirección: Arévalo 1473.




viernes, 13 de octubre de 2017

José Valle fue declarado “Personalidad destacada de la cultura” en Bahía Blanca

En el marco de la sesión del 12 de octubre, el Concejo Deliberante distinguió a José Ángel L, Valle como “Personalidad destacada de la cultura”.
Se consideró, al aprobar de manera unánime el proyecto de resolución pertinente, la basta trayectoria cultural y deportiva del Sr. José Angel L. Valle, en la ciudad de Bahía Blanca.
Valle nació el día 10 de Agosto de 1967 en la localidad de San Agustín en (Balcarce). Casado, y padre de dos hijos. Historiador, productor musical, teatral, televisivo, cinematográfico, radial, publicitario y deportivo, fue y es amante del tango, el boxeo y apasionado de la historia.
Fue mánager de boxeo, conduciendo la carrera de grandes pugilistas nacionales e internacionales; fundador de la revista mensual “Noche de KO”, Director del semanario “El informador del Gran BSAS” del semanario “Dossier Federal” y del Diario digital “Realidad Bonaerense”, ideólogo de la cruzada por más difusión de tango y folclore en los medios masivos de comunicación y del ciclo de conferencias "Historia de dos pasiones: tango y box” con la participación de Osvaldo Príncipi, Julio Ernesto Vila y Oscar Himschoot.
Asimismo, Valle fue creador y director del Festival Nacional de Tango “CARLOS DI SARLI” de Bahía Blanca y del Ciclo BAHIA BLANCA NO OLVIDA, el que contempla ciclos mensuales de cine, espectáculos de tango, presentación de nuevos talentos y conferencias sobre historia nacional y mundial, entre otras múltiples actividades.
Es fundador de las bibliotecas “Alfredo Palacios”, de Santos Lugares y “Juana Manso”, de Pablo Podestá, del Festival Nacional de Tango de Monte Hermoso y del Festival Nacional de Tango Itinerante DISCEPOLIN.
Entre sus fructíferos antecedentes, también fue secretario de Relaciones Institucionales del Centro de Estudios de los Intereses Nacionales (CEIN) y es actual Presidente del Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina (CEDICUPO) y del Consejo Latinoamericano de Cultura.
José Valle es además autor de varios libros, posee una amplia y nutrida labor en marketing de empresas y de producción de espectáculos, como así también en programas radiales.

lunes, 2 de octubre de 2017

Se cumplen 108 años del nacimiento de Carlos Waiss

Carlos Waiss, era alto, buena figura, parla lunfeta, muy tanguero y amante de la bohemia y fue presentador de algunas orquestas en los refugios céntricos. Incluso hizo glosas en programas radiales. 
La mayoría de sus poemas fue musicalizada por Juan D’Arienzo y Héctor Varela. También fueron interpretados por los cantores de estas orquestas. Es como si los hubiera escrito para que ellos lo cantasen con ese fondo de orquesta. Los biógrafos lo presentan como un discípulo de escritores de la talla de Dante Linyera, Celedonio Flores o Carlos de la Púa.
Waiss nació en Buenos Aires el 2 de octubre de 1909 y murió en la misma ciudad, el 27 de agosto de 1966. Sus padres eran rusos y desde muy joven se entreveró en el mundo de la bohemia porteña, ese ambiente de salas de teatros, cafetines, redacciones de diarios, cabarets y librerías que le otorgaron un toque de distinción a una ciudad que crecía hacia los cuatro costados.
Seguramente en ese ambiente aprendió a jugar con las palabras y a decirlas con cadencia tanguera. 
Seguramente ésas fueron las virtudes que le reconoció el maestro Rodolfo Biagi cuando decidió convocarlo como presentador de su orquesta. Se dice que fue muy amigo de Julián Centeya. En las letras de sus tangos no se nota esa influencia, pero los que escucharon sus recitados y presentaciones aseguran que no tenía nada que envidiarle al hombre gris de Buenos Aires.
C. Waiss entre A.Troilo y Agustín Magaldi (h) 
 Lo suyo siempre fue el tango.
Tuvo gran capacidad para producir sus obras, que en muchos casos reflejaban sus vivencias como un activo hombre de la noche. Según cuentan sus amigos se distinguía por su personalidad simpática y afable, luciendo siempre una sonrisa en sus noches de cabaret y de dados.
 Alguna vez en una entrevista dijo: “Llevo el tango en el alma porque es muy mío por bravío, por compadre y por sentimental, porque dice de amores, de hambre y de frío, porque muerde recuerdos y desafíos como la flor susheta muerde el ojal”. Sabía de lo que hablaba.
A fines de la década del setenta se relacionó con D’Arienzo y Héctor Varela y nunca más se fue de ese lugar. En esos años también se hizo amigo del bandoneonista Alberto San Miguel y el campeón de box Antonio Sostaita, al cual según, cuenta José Gobello, en algún momento Waiss escribió un poema para que lo interpretara la orquesta de D’Arienzo, pero lo inscribió con el nombre del boxeador para que el hombre se gane unos pesos. Se trata de “Yuyo brujo”: “Nena, dame un beso aquí en los labios y que borre aquel agravio que tu boca me mintió. Esta noche tengo celos y al decirte que te quiero siente tuyo el corazón”. La versión con Armando Laborde y D’Arienzo merece escucharse.
Waiss conoce el lunfardo, lo sabe usar y logra un ritmo adecuado. Su falta es el exceso de pintoresquismo; los personajes son estereotipados. En esos tangos no hay tragedia o dolor como en los personajes de Celedonio Flores; tampoco abunda el humor. Todo se maneja con una tipicidad que suele ser simpática al primer golpe de vista, pero que después satura.
“Carton junao”, escrito en 1947 y también interpretado por Alberto Echagüe, es un ejemplo cabal de lo que digo. “Siempre pasa con el pucho sobrador a flor de labio, con la pinta medio shiome que deschava el arrabal, lleva el lengue hecho galleta con el funyi arremangado y se va ladeando todo con andar acompadrado, mientras pica la vereda con el taco militar”.
El poema suena perfecto, pero allí empieza y termina todo. El personaje es de material plástico, una suma ideal de virtudes y defectos que pueden valer para cualquiera y que siempre orillan en el lugar común. Veamos otra estrofa: “La chamuya de los grilos, de cachimba y empedrado, en la cara luce un feite que hoy es vieja cicatriz, se da dique que hace poco le fajaron la mancada y que culpa de una mina que de puro rechiflada casi ortiva los aprontes que le daba en el bulín”. Los versos siguen gustando porque hay destreza para escribirlos y muy buen oído.
De todos modos, no todo es lunfardo en la poética de Waiss. Hay un poema que Argentino Ledesma interpreta con la orquesta de Héctor Varela y que merece disfrutarse. Se llama “Qué tarde que has venido” y sus versos se apartan de esa línea costumbrista y pintoresca: “Qué tarde que has venido no ves que ya es invierno, que toda la ternura mi vida la quemó. Qué tarde que has venido si en las llamas de mi infierno, dejaste solo llagas en vez de un corazón”. Así da gusto.