viernes, 31 de octubre de 2014

“Katunga” Contursi

José María “Katunga” Contursi nació en Lanús el 31 de octubre de 1911.

Finalizó el bachillerato en 1933 en el Colegio San José, donde fue distinguido con el cargo de bibliotecario de su academia. La lectura de libros de materias diversas, le brindaron la base de conocimientos necesarios para desempeñarse en las redacciones periodísticas.
Entre 1933 y 1938 fue locutor de Radio Stentor, y crítico cinematográfico. Heredó de su padre la aptitud para el verso, pero su poesía fue diametrialmente opuesta, tanto en la temática como en el empleo del lenguaje. Foto:José M. Contursi y Gricel. http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/jose-maria-contursi-gricel-historia-secreto
Fue letrista ajeno al lunfardismo, dedicado a temas del amor herido o la del individuo mancillado, temas comunes en la época. “Katunga” fue el poeta sentimental del tango por excelencia y sus letras, se basaron en el amor frustrado.
Compuso más de cien canciones, de permanente frescura. Entre sus títulos más importantes figuran “Verdemar” con Carlos Di Sarli; “Sin lágrimas” con Charlo; “Vieja amiga” y “Es mejor perdonar” con Pedro Láurenz ; “Tabaco” y “Lluvia sobre el mar” con Armando Pontier; “Evocándote”, “Y no puede ser”, “Toda mi vida”, “Garras”, “Mi tango triste” con Aníbal Troilo;”Si de mi te has olvidado” con Osvaldo Fresedo, etc. etc.
Compuso para el cine el libro “Mi noche triste”, en colaboración con Francisco García Jiménez. El amor no consumado fue su tema dominante, que lo acompañó toda la vida.
El tango “Gricel”, escrito en 1939, estaba dedicado al amor de su vida, mujer a la que siguió y con la que se casó más tardíamente, pero el matrimonio no fue feliz. José María Contursi fue un renovador literario junto a Enrique Cadícamo, Homero Manzi, Alfredo Lepera, Luis César Amadori entre otros.
Afectado de una afección pulmonar, pasó sus últimos años en Capilla del Monte, Córdoba, donde falleció el 11 de Mayo de 1972. Katunga fue el romántico indiscutido del tango, que lo endulzó con su poesía en ese Buenos Aires que se fue.

miércoles, 29 de octubre de 2014

Muñecas Bravas En El ciclo Legistango De Noviembre

El ciclo Legistango presenta un nuevo concierto y milonga el martes 4 de noviembre a las 18 hs. en la Peatonal Perú, frente a la Legislatura Porteña, Perú 160.
Actuarán Muñecas Bravas y Tango a 3 Bandas, la Milonga “Revolcaos en un Merengue” organizada por la Milonga del Morán y Floreal Milonga, y para finalizar, se presentará la Orquesta Ojos de Tango. El evento será conducido por Juan Imperial. Entrada libre y gratuita. Amadrinado por la legisladora Susana Rinaldi, el Ciclo se desarrolla los primeros martes de cada mes con el formato de Media Hora del ciclo "Centenario Aníbal Troilo", media hora de música para milonguear, y Media Hora de Orquestas para escuchar. Organiza la Dirección de Cultura de la Legislatura Porteña.
El Ciclo Legistango tiene por objeto promover desde la casa política del pueblo, el espacio que acune a las nuevas tendencias y evolución del tango, garantizando simultáneamente la interacción que ligue a nuevos públicos con nuestra música ciudadana. El tango es la síntesis de la pluralidad que caracteriza la identidad porteña.
MUÑECAS BRAVAS es un show de Tango con tintes humorísticos que reúne al mejor trío femenino de la nueva trova tanguera. Las bellas y talentosas protagonistas son: Gaby "la voz sensual del Tango", Geraldine Trenza Cobre y Patricia Malanca, tres jóvenes cantantes de la música ciudadana actual que se sacan chispas de taco y aguja.
Con estilos bien diferenciados y la producción de José Valle, las damas hacen honor al género femenino y al 2x4 recorriendo tangos de todas las épocas con la frescura, espontaneidad y calidez que las caracteriza.
Muñecas Bravas repasa el papel de la mujer en las letras de tango desde principios del siglo XX hasta la actualidad; con diversidad de estilos, vestuario y voces. El show permite ver la juventud pujante que hoy vive el tango sintiéndolo profundamente y adaptándolo a su tiempo, a la época actual, donde las mujeres han adquirido una posición igualitaria frente a los hombres que ya no pueden considerarse los “dueños” del tango… contradiciendo al “Negro Cele” y su conocida frase del poema “Por qué canto así”: el tango es macho.Acompañamiento el destacado pianista MARCELO BALDONEDO.

Tango a 3 Bandas :Espectáculo de los cantores Esteban Riera, Hernán Genovese y Jesús Hidalgo. Guitarras: Román Vergagni, Pablo Alessia, Joaquín Althabe.
 Ganadores de los concursos de voces más relevantes del país (por caso, los tres han obtenido en sucesivas ediciones el Certamen Hugo del Carril organizado por el GCBA), unidos por primera vez para cantar los tangos que palpitan en ellos.
La Milonga del Morán y Floreal Milonga son bailes de tango que se realizan en clubes barriales y
que intentan recuperar el espíritu de los viejos bailes de barrio. El tango es el protagonista y milongueros de todas las edades comparten baile a baile una misma pasión. La Milonga del Morán se organiza un sábado al mes en la cancha techada del mítico Club Morán del barrio de Agronomía y siempre cuenta con la actuación de orquestas para bailar con música en vivo y exhibiciones de baile de primer nivel. La Milonga del Morán cumplió 5 años de existencia el septiembre pasado y convoca mes a mes a cientos de milongueros. Floreal Milonga de más de tres años de rodaje se realiza todos los domingos en el salón de fiestas del Club Ciencia y Labor de Villa Mitre, también con shows en vivo. En ambas milongas siempre hay clases o seminarios especiales previo al comienzo del baile.
Floreal Milonga tiene además la particularidad de contar con riquísimos platos caseros. Ambas milongas son organizadas por Lucila Bardach y Marcelo Lavergata, profesores de tango, y Mariano Romero además musicalizador de las milongas.
Orquesta Ojos de Tango:Creado por la pianista, compositora y arregladora Analía Goldberg, el sexteto ¨ Ojos de tango¨ es el resultado del encuentro de las nuevas generaciones de músicos enlazados por un mismo lenguaje, el tango, que sigue manifestándose a través de la música desafiando el tiempo



El Tigre del Bandoneón

Piedra basal del tango moderno Apodado ‘El Tigre del Bandoneón’, su extraordinario talento como compositor lo colocan un peldaño arriba del resto en la historia del tango, mérito aún mayor si se tiene en cuenta que en su generación surgieron los más grandes creadores, entre ellos músicos de la talla de Bardi, Greco, De Bassi, Cobián, Firpo.
Sería el bandoneón el responsable de la consagración de Eduardo Arolas y fiel testigo de su genio como ejecutante 
En Enero de 1913, al tramitar su documento, rectificó su nombre y apellido. De Lorenzo Arola pasó a ser Eduardo Arolas. Hijo menor de padres franceses llegados al país en 1890 con el aluvión inmigratorio, nació dos años después en el barrio de Barracas, el 24 de febrero de 1892.

Cuando tomó notoriedad, lo apodaron ‘El Pibe de Barracas’ y más adelante ‘El Tigre del Bandoneón’. Desde su corazón bohemio surgieron más de 100 obras, aunque sólo llegaron al disco unas 30, que bastaron para consagrarlo como uno de los más grandes compositores de nuestro género ciudadano.

Además, fue un notable ejecutante y director que modificó en fuerza y en brillo lo que se escuchaba en otras formaciones de su tiempo. “Fue un refucilo, un relámpago, un estruendo que conmocionó a toda una generación de excelentes músicos que lo siguieron” (Jorge Göttling). 
Su primer tango, ‘Una noche de garufa’ (1909) fue concebido intuitivamente, de oído. Después hizo cosas que hoy mismo se consideran modernidades y sin embargo ya estaban en el fraseo y canto de su bandoneón. De ese impulso creativo basta con mencionar: ‘El Marne’, ‘La cachila’, ‘Comme il faut’, ‘La guitarrita’, ‘Lágrimas’, ‘Maipo’, ‘Retintín’, ‘Marrón glacé’, ‘Catamarca’, ‘Papas calientes’, ‘Derecho viejo’, ‘Rawson’ y ‘Fuegos artificiales’ (este con Roberto Firpo).

Todos llevados al disco por innumerables intérpretes. Testimonios indubitables en la construcción de un tango del más genuino romanticismo y modernismo, surgidos de una creatividad melódica llena de posibilidades para los arreglos y las variaciones. Con los primeros compases, uno se da cuenta que esa melodía pertenece a Arolas. 
En 1911 formó su primer conjunto con el guitarrista Leopoldo Thompson y el violín de Ernesto Ponzio, actuando en Buenos Aires y Montevideo. Luego integró un trío con el gran Agustín Bardi al piano y el violinista Tito Roccatagliatta. En 1912 armó un cuarteto incorporando un flautista. Requerido por Roberto Firpo para tocar en el Armenonville y otros escenarios, no tardó Arolas en formar su propia orquesta.
Con ella realizó incontables actuaciones en Montevideo, ciudad donde se radicaría para intentar olvidar un drama amoroso que lo marcaría el resto de sus días. No obstante, volvía frecuentemente a Buenos Aires para cumplir contratos puntuales y presentaciones, pero su autoexilio se repetía al término de cada trabajo. En 1917 participó como bandoneonista estrella en la gran orquesta de la fusión Canaro-Firpo.

Ese año comenzó a grabar con su propia formación para RCA Victor, donde se comprueba su sonoridad y
un ritmo de particular vibración. Héctor Ernié nos dice: “Su marcación rítmica en este período resulta –en comparación a las demás orquestas de la época- la más avanzada, con la inclusión de instrumentos no contemplados por otros directores, como el violoncello, el saxofón y el banjo”. 
En cuanto a sus obras más difundidas e importantes, siempre instrumentales ‘La cachila’ tiene tantas grabaciones que merecería un capítulo aparte, ya que la mayoría de las orquestas la incorporó a su repertorio. De todas ellas sobresale la versión del maestro Carlos Di Sarli (1941) con un final de 8 violines insuperable. Lo mismo se podría decir sobre ‘El Marne’; entre muchas versiones sin duda se destacan las de Osmar Maderna (1950), Aníbal Troilo (1952) y Horacio Salgán (1953). 
El tango comenzaba sus incursiones a París y la muchachada aristocrática flirteaba con músicos y personajes arrabaleros, generando un mundo donde convivían compadritos y bacanes. La noche, las mujeres y el permanente deambular por cafés y prostíbulos; el éxito, la fama y una adolescencia apresurada generaron la idea de que la vida era una farra interminable. Concluida la Primera Guerra Mundial, como todo tanguero porteño, soñaba duplicar su éxito en París. Un oscuro episodio en Montevideo, donde Arolas atropelló un chico con su automóvil, aceleró su viaje. En 1920 se embarcó y, como Gardel, hizo pie en esa sociedad distinta. Es que el primero era francés de nacimiento y porteño de adopción; el segundo argentino, hijo de padres franceses. 
Pasado un tiempo, Eduardo Arolas regresó a Buenos Aires, que lo vería por última vez. De vuelta en París, ya era un hombre terminado. Murió el 29 de septiembre de 1924, dejando su última obra, la única escrita en Francia: ‘Place Pigall’. Sus restos fueron repatriados 30 años después, en la segunda presidencia de Perón. 
Al margen del notable músico y compositor, hubo ‘otro’ Eduardo Arolas; el personaje casi de leyenda. El aficionado a la bebida -muchas veces actuaba con una botella de ginebra junto a su silla-; el que vestía en su adolescencia a la moda orillera del momento, con su melena, que luego acortó; con el cigarrillo en una larguísima boquilla y con sus anillos sobre los guantes, ampulosidad ésta que no le era exclusiva, ya que solía ser común en bailarines y cafishios. Posteriormente, adoptó una elegancia propia de verdadero bacán. Y era también proxeneta. Acerca de esta otra profesión, se refería el historiador Otto Miller: “Arolas era cafishio. Pero un cafishio al que las mujeres terminaban por sacarle todo”. 
Así le ocurrió con Delia López (‘La Chiquita’), a quien conoció en un burdel de Bragado, en el que actuó en 1912, y a la que arrancó de allí para llevarla a convivir con él. Le dedicó los tangos ‘Delia’ y ‘Nariz’ (este a raíz de su tic de tocarse la nariz con los dedos). Delia terminó por engañarlo con el propio hermano mayor. En cuanto a otros amoríos, se sabe que ‘El Tigre’ hizo su segundo viaje a París junto a la francesa Alice Lesage, inspiradora de su tango ‘Alice’. Y resulta significativa la circunstancia de que, en una fotografía parisiense de 1923, Arolas luzca junto a su moderno automóvil marca Amílcar y a dos señoritas... no a una, que sería lo normal si se tratara de un romance. ¿Dos pupilas..? Se sabe, además, de otra relación durante su estadía final con una bailarina del cabaret ‘Le Perroquet’, de la que sólo quedó el nombre de pila, Bernardette. 
París, 1924. Hospital Bichat. El 29 de setiembre, a las 18.55 de una tarde gris, Eduardo Arolas se despedía de la vida. La partida de defunción señalaba: ‘Diagnostic: Tuberculose Pulmonaire’. Sin embargo, es mucho más romántica la versión de un Arolas muerto a raíz de una golpiza de ‘macrós’ parisienses, “por robarse una francesa”, como sostuvo Enrique Cadícamo. Esos mismos rufianes habrían ‘tapado’ monetariamente la verdadera causa. Las opiniones al respecto son contradictorias. Lo cierto es que el gran Arolas sigue vivo en su obra. Una obra que, por otra parte, ha trascendido nuestras fronteras. ‘Desillusioned’ (Desilusionado) fue retitulado en los Estados Unidos el tango ‘Derecho viejo’. ¿Qué melancolía habrán captado los yanquis en esas notas compadritas para darles tal título..? Sí, Arolas no ha muerto porque sus tangos son inmortales. 

Adiós Arolas - ( Se llamaba Eduardo Arolas ) - Tango - 1949 

Con tu bandoneón querido, 
Eduardo Arolas te fuiste, 
enfermo de amor y triste 
en busca de olvido. 
No se apartó de tu lado 
aquel amor del que huías 
y al escapar te seguía 
una sombra de mujer. 

El veneno verde del pernod 
fue tu amigo de bohemia, 
y tu triste inspiración 
floreció en tu bandoneón 
como flores de tu anemia. 
Y una noche fría de París, 
pobre Arolas te morías, 
cuarto oscuro de pensión, 
una lluvia fina y gris 
y la muerte tras cartón. 

Aquella noche Montmartre 
estaba en copas, de fiesta, 
y vos oyendo tu orquesta 
pensando sanarte. 
Las notas de un tango tuyo 
desde el cabaret llegaban 
y el bandoneón te rezaba 
un responso compadrón. 

Letra: Enrique Cadícamo. - Música: Ángel D’Agostino.

La versión más difundida fue la de Angel D’Agostino con su orquesta y la voz de Rubén Cané,
grabada el 10 de Agosto de 1953 para RCA Víctor.

domingo, 26 de octubre de 2014

LA ROCA ES GARDEL EN SU TIERRA

El próximo Domingo 02 de Noviembre la cantante Nora Roca, ganadora del Premio Carlos Gardel a Mejor Álbum Femenino de Tango 2014, se presentará en el Teatro Municipal de Bahía Blanca junto a la Camerata Tanguera Carlos Di Sarli de la ciudad dirigida por Víctor Volpe.
Nora nació en Ingeniero White y hace ya varios años reside en Buenos Aires, habiendo obtenido gracias a su esfuerzo permanente un importante reconocimiento en el ámbito de la música ciudadana.
En una entrevista exclusiva para “La Fama es Puro Cuento” Nora se refirió al galardón obtenido por su primer disco Esencia de tango: “Este premio llega en un momento bisagra de mi vida. Significa el gran reconocimiento, pero también es un gran desafío. Es una llave que puede abrir muchas puertas. En lo personal, la alegría de recibir tantas expresiones de afecto, que es como un motor que me impulsa”.
¿Con qué expectativa volvés a Bahía Blanca a presentar el próximo show?
“Con el deseo de reencontrarme con la gente. Con Víctor Volpe y con todos los músicos. Con ese público que me acompañó y me apoyó desde mis comienzos. Que me vieron crecer, evolucionar. Con la gente que me vaya a escuchar por primera vez. El reencuentro con toda la gente de los medios, que siempre me tendió una mano, desinteresadamente. Va a ser la celebración que todavía no pude hacer. Quiero compartir con todos ellos este trofeo”.
¿Cuáles son tus objetivos futuros?
“Programar una próxima grabación. Para esto ya estuve en conversaciones con directivos del sello Melopea y un productor ejecutivo, interesado en apostar a un nuevo trabajo de Nora Roca. Ojalá se concrete. También comenzar a viajar y apostar al proyecto que tenemos desde hace tanto tiempo con Vìctor Volpe y también con el Grupo Volpe Tango Contemporáneo. Creo que es tiempo de concretarlo”.
¿Cómo descubriste que tu vocación estaba junto al tango?

“Si hablamos de vocación, tengo que decir que mi vida, fue marcada fuertemente por la danza, desde mi niñez. Al canto, llego en la adolescencia y no precisamente con tango, porque ese género no me atraía. Mi cabeza estaba en lo que escuchábamos los adolescentes de esa época. Hice algo de repertorio folclórico en la etapa de la secundaria, de la mano de la profe Sarita Cappeletti. Quizás el hecho de que se escuchara en casa y que mis padres lo bailaran en alguna reunión familiar o a veces en casa mismo, hizo que esa semilla germinara con el paso del tiempo.
El encuentro con el bandoneonista platense Hugo Marozzi, marcó el comienzo del camino que hoy estoy transitando. Lo que sólo era cantar los tres o cuatro tangos que sabía para los compañeros del Banade en alguna reunión de camaradería, dio paso a la ampliación del repertorio y las primeras presentaciones en público de la mano de Hugo Marozzi.
Posteriormente, el gallego Rubén Martínez me dio la posibilidad de cantar con arreglos a medida y orquesta, contando con la presencia de músicos de la Orquesta Sinfónica y en el escenario del Teatro Municipal.
¿Qué significa para vos que el reconocimiento a la trayectoria que te será entregado por el CEDICUPO?
“Es la primera vez que voy a recibir un reconocimiento a la trayectoria, y será por partida doble. Recibirlo del Cedicupo, será un honor, ya que se trata de una entidad que se dedica al estudio y a la difusión de la cultura popular argentina, y brega por la defensa de las raíces”.
¿Quién o quiénes son tu espejo y/o referentes en el tango y en la vida?
“Mis referentes en el tango son varios. De todos he tratado de aprender, el estilo se va forjando de esa manera. La clave es encontrar un sello propio. Puedo mencionar al Polaco Roberto Goyeneche, por su fraseo que me marcó a fuego. A Virginia Luque, que al escucharla tantas veces en vivo, o en el disco, me enseñó a trabajar los matices en la voz; en una grabación, esto es fundamental. Susana Rinaldi que, aparte de su canto, me maravilló con su manejo de la escena. Rubén Juárez, a quién tantas veces escuché en el Café Homero, también es uno de mis referentes porque aparte de cantar magistralmente, fue un actor: yo le compraba la historia que él me contaba. Eso trato de hacer cada vez que canto. Contar la historia, hacer que la gente que me escucha pueda ver a esos personajes del cuento.
En lo personal, mi espejo son mis viejos, mi primera escuela de vida. Mis maestros de la escuela primaria. Mi maestra de danzas. Mis maestros de canto. Tantas bellas personas que he encontrado a lo largo del camino, y que me han dejado enseñanzas de vida.
Nota gentileza “La Fama es Puro Cuento” emitido por Radio Mitre de Bahía Blanca



lunes, 20 de octubre de 2014

Ariel Ardit en el Teatro Opera Allianz

Ariel Ardit y Orquesta Típica presentan“Aníbal Troilo 100 años” el Jueves 4 de diciembre 21 hs en el Teatro Opera Allianz, Av. Corrientes 860 (CABA).
 Considerado el mejor exponente y la figura más popular del tango en la actualidad, presenta su nuevo disco Aníbal Troilo 100 años, un homenaje al gran bandoneonista, compositor y director, en el centenario de su nacimiento.
Ariel Ardit evoca en este trabajo la dimensión compositiva de Aníbal Troilo, personaje indispensable de la evolución del género. Consolidado como el único cantante al frente de una orquesta típica, Ariel Ardit grabó el álbum en este formato, a su vez el más distintivo de Troilo. Con arreglos de Andrés Linetzky, el repertorio está conformado por una selección de obras de Pichuco como María, Che bandoneón, Romance de barrio, Sur, y Patio mío, entre otras, y un tango homenaje titulado “Angelito gordo”, compuesto especialmente porJavier Sánchez.
Dice Ariel Ardit: "Homenajear a Troilo en su centenario es una oportunidad histórica que me obsequia el Tango. Su repertorio me ha hecho crecer como intérprete y descubrir que lo más importante de su música no está en lo que se escucha sino en lo que ésta sugiere. Sus tangos nos acercan a la reflexión más pura y profunda de los sentimientos."
Nació en Córdoba el 15 de mayo de 1974, pero se crió en la capital porteña desde 1982. Su ductilidad no sólo nos entrega un artista que fija para estos tiempos la imagen emblemática del cantor de orquesta, sino también un vocalista cuyo nivel de expresividad sobrepasa cualquier formato. Todos estos condimentos hacen de Ariel Ardit un singular y carismático intérprete. La prensa especializada y el aval del público lo colocan como el mejor exponente de su generación.

De 1999 a 2005 fue el cantor de la orquesta El Arranque, con quienes grabó cuatro discos y realizó giras por Europa, Asia y América, visitando más de 120 ciudades del mundo. Comenzó su etapa solista con el disco Doble A, con acompañamiento de guitarras, luego vino Lado B, homenaje al centenario del poeta Homero Manzi con el auspicio de Cultura de La Nación, y en 2009 editó el elogiado disco “Ni más ni menos”. En 2010 logra concretar su proyecto más ambicioso hasta ahora: armar su propia orquesta típica. Dirigida por Andrés Linetzky, la formación lo acompaña en un concierto realizado en el Teatro ND/Ateneo. “A los cantores”, tal el nombre del espectáculo, es un homenaje a los vocalistas de las orquestas de los años '40, sus máximos referentes. Durante el show fueron grabados un CD en vivo y un DVD, con producción de Lucio Alfiz para Sony BMG.
El objetivo principal de Ariel Ardit y orquesta típica, es poder devolverle al tango de orquesta, los espacios naturales que ocuparon históricamente con el arraigo popular; clubes de barrio y fundamentalmente el interior del país, así fue que se interesó por esta propuesta la diputada Silvina Pedreira y promulgó desde La Legislatura Porteña la Ley que mediante el Decreto 632/10 declara de interés cultural el espectáculo “A los Cantores”.
En 2013 Ardit fue parte de la comitiva presidencial, como único cantante de Tango, en la misión comercial que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó por Dubai, Indonesia y Vietnam. También realizó presentaciones en San Petesburgo y Moscú de Rusia, en el Oster Tango Festival de Basel y luego en las ciudades de Gotemburgo, Halmstad, Estocolmo, Malmö y Sundsvall en Suecia.
Fue convocado para la apertura del “VII Festival Internacional de Tango en Medellín” y realizó presentaciones en Portugal, EEUU, Austria, Polonia, Bélgica, Londres, Madrid y Lisboa.
Cerrando el 2013, presentó su disco Yo lo canto hoy junto a la orquesta típica en el Teatro Coliseo ante 1700 personas, espectáculo elegido como uno de los 10 mejores del año por el diario Clarín.
En julio de este año realizó un programa especial en homenaje a Aníbal Troilo en la TV Pública con la conducción de Héctor Larrea y luego llevó dicho repertorio al Festival de Tango de Lodz en Polonia. Presentará su nuevo trabajo discográfico Aníbal Troilo 100 años en el Teatro Opera Allianz, luego viajará a México, donde estará a cargo del cierre de la Feria del Libro en Guadalajara, y cerrará el 2014 actuando en las ciudades de Medellín, Bogotá y Pereyra (Colombia).

HISTORIA DE “LA CUMPARSITA”

A comienzos del siglo XX funcionaba en Montevideo la Federación de Estudiantes del Uruguay,
que tenía su sede instalada en Ituzaingó 1292 de dicha ciudad.
Uno de sus integrantes era un estudiante de arquitectura llamado Gerardo Hernán Matos.
Este joven (a quien apodaban “Becho”) era hijo de Emilio Matos, propietario del cabaret “Moulin
Rouge”, sito en Andes y Colonia, en la capital uruguaya.
“ Becho”, que tenía una especial inclinación por la música (era pianista aficionado), solía asistir al local de su padre, en el cual se ofrecían excelentes números de espectáculos (baste decir que a ese lugar concurrió Pascual Contursi durante sus años de estancia en Montevideo y que fue allí donde dio a conocer los versos de “Mi noche triste”).
Gerardo, a la sazón a punto de cumplir 19 años, pergeñó en dicho lugar las notas de una marchita que pensaba dar a conocer en los carnavales de 1916.
Pero sucedió que el 8 de febrero de ese año debutó en el café “La Giralda” de la capital uruguaya, quien era por entonces una de las máximas figuras del tango, el maestro Roberto Firpo, dirigiendo a su conjunto que completaban David “Tito” Roccatagliata y Agesilao Ferrazano en violines, Juan Bautista “Bachicha” Deambroggio en bandoneón y Alejandro Michetti en flauta.
A “Becho” se le ocurrió la idea de llevarle la marchita al celebrado maestro, pero no tuvo suficiente determinación para hacerlo y en su lugar acudió uno de sus compañeros.
El pianista Alberto Alonso, testigo del hecho, lo relató así en su libro:
“ Entre la barra de “Becho” estaba Manuel Barca, quien le alcanzó una copia mal escrita por Matos
a don Roberto Firpo en el café y confitería “La Giralda” en 18 y Andes (donde hoy se erige el Palacio Salvo). Su ojo clínico percató de la primera ojeada todo el partido que esa obra podía obtener. Conseguida la autorización para adaptarla y concertarla, tocó por primera vez el tango en público” (1).
Firpo arregló esa carnavalesca música, transformándola en un bello tango. Él mismo lo narró:
“ En “La Giralda” se me apersonó alguien apodado “Barquita”, entregándome una música de marcha estudiantil para ver si la podía hacer tango. Esa marcha tenía sólo dos partes y yo le agregué una tercera colocándole cuatro compases de un tango mío poco conocido, “La gaucha Manuela”, y, en la parte final, inspirándome en el “Miserere del Trovador” de Verdi. Y esa marcha, convertida en tango por mí, fue después La cumparsita”(2).
El antes mencionado Alberto Alonso echó a correr, con los años, la versión que La Cumparsita databa de 1917 y que la grabación que el cuarteto que codirigía con Minotto Di Cicco, realizada el 10 de mayo de ese año (Víctor 69579a), fue la primera. Esta afirmación, falsa a todas luces, fue aceptada y oficializada por las autoridades tangueras de ambas márgenes del Río de la Plata sin tener el suficiente conocimiento sobre el tema.
La grabación por el cuarteto Alonso-Minotto no es la primera y ni tan siquiera es la segunda.
Fue Roberto Firpo quien, además de adaptarlo, arreglarlo y estrenarlo, se encargó de ser el primero
en grabarlo. Este histórico registro discográfico tuvo lugar en los estudios de Max Glücksmann en
noviembre de 1916 (Nacional 483b). Así lo demuestran los catálogos de época de la empresa.
Antes de finalizar el año, acaeció la segunda grabación, a cargo de Juan Maglio “Pacho” y su con-
junto, para el sello “Era”.
Durante los dos años subsiguientes a su creación, “La cumparsita” tuvo un efímero período de éxito, en el cual se sucedieron algunas grabaciones de inestimable valor histórico. A las tres ya referidas, cabe agregar la que realizara la Orquesta Típica Criolla Fresedo-Tito-Cobián, que era en realidad un trío que conformaban Osvaldo Fresedo en bandoneón, David “Tito” Roccatagliata en violín y la novedad de Juan Carlos Cobián no en calidad de pianista sino de guitarrista (Telephone 3082).
Pasado este tiempo, la fama de “La cumparsita” comenzó poco a poco a declinar hasta caer prácticamente en el olvido.
Transcurridos algunos años, ocurrió un hecho inesperado. El 6 de junio de 1924, la compañía teatral de Leopoldo Simari sube a escena en el teatro Apolo la pieza “Un programa de cabaret”, original de Pascual Contursi y Enrique P. Maroni. En aquella época se estilaba que en cada obra de teatro se estrenaran tangos compuestos especialmente para ellas. Merced a este procedimiento, vieron la luz famosísimos tangos que traspusieron gallardamente la frontera del tiempo, constituyendo resonantes éxitos aún en nuestros días.
Para “Un programa de cabaret”, Pascual Contursi escribió una letra a la que llamó “Si supieras”.
Fiel a su costumbre, decidió acoplarla a la música de algún tango ya compuesto con anterioridad y,
como hizo casi siempre, sin autorización del compositor. Para esta letra, eligió al ya entonces olvidado tango “La cumparsita”. El encargado de interpretarlo fue el actor y cantor Juan Ferrari. El tango resultó tan exitoso que decidió a Carlos Gardel a grabarlo de inmediato (Nacional 18118b/2292-1).
El disco grabado por el más importante cantor en la historia de la música popular en el mundo, llevó a “La cumparsita” a transitar triunfalmente los caminos en todo el planeta, considerándose hoy día en todas las naciones como “el himno del tango”.
El más lúcido testigo de este triunfo y quien mejor lo relató fue el maestro Francisco Canaro:
“ En mi primer viaje a París, a los pocos días de mi debut, me encontré con Gerardo Matos Rodríguez…Después del saludo y abrazo de práctica entre viejos amigos, nuestra conversación terció sobre Buenos Aires, de donde yo acababa de llegar y sobre la reactualización del éxito de “La cumparsita” que, entre paréntesis, para Matos Rodríguez ya había pasado a la historia. Le conté cómo había resurgido de nuevo y de qué manera se ejecutaba con verdadero furor por todas las orquestas; que Pascual Contursi y Enrique P. Maroni le habían compuesto una letra muy bonita y adaptada a su ritmo y que Carlitos Gardel la cantaba con extraordinario éxito y hasta la había grabado en discos…” (3).
En este punto, es menester efectuar algunas aclaraciones:
a) que la letra pertenece en su totalidad a Pascual Contursi, quien sin embargo la firma conjuntamente con Maroni, por ser ambos los autores de la obra en la cual se estrenó.
b) que los discos de la época así lo demuestran, como consta en la imagen que acompaña a esta
nota (correspondiente a la segunda grabación de Gardel registrada en Barcelona en 1928).
c) que Maroni tuvo la honestidad intelectual (que, por lo infrecuente, merece ser destacada), de
admitir que el tango no era de él y quien dio fe de esta noble actitud del escritor, fue el irreprochable historiador Horacio Loriente.
d) que, pese a los dichos de Canaro, la letra no se ajustaba exactamente a la melodía de Matos,
razón por la cual, Contursi debió contar con la ayuda del director musical de la obra teatral, Antonio Scatasso, para adaptar la música a la letra de “Si supieras”.
e) que efectivamente, Matos no creía en su tango y por tal motivo lo había vendido a la editorial
Casa Breyer por sólo veinte pesos.
El fabuloso éxito alcanzado por el nuevo tango motivó a éste a escribir otra letra en 1926, la que
fue inmediatamente grabada por Roberto Díaz (Víctor 79702) y posteriormente por otros intérpretes, entre los que se cuenta Tito Schipa.
No conforme con esto, Matos inició una acción judicial tendiente a recuperar los derechos de su
tango, obteniendo un fallo favorable por entender el juez interviniente que la venta debía declararse nula, por haber sido el compositor menor de edad en ocasión de efectuar dicha transacción. Y no satisfecho aún, Matos hizo retirar de la venta los discos grabados por Gardel con la letra escrita por Contursi.
Años después, Maroni y la viuda de Contursi, Hilda Briano, iniciaron un pleito contra el compositor, que quedó zanjado tras la muerte de Matos, el 25 de abril de 1948 y con el arbitraje de Francisco Canaro en los siguientes términos: 80% de lo devengado para la sucesión Matos, el 20% restante para Maroni y la sucesión Contursi y cinco mil pesos para José Razzano en concepto de indemnización por el lucro cesante ocasionado por el retiro en su momento de los discos de Gardel.
Y en tanto el tiempo sigue transcurriendo, La Cumparsita arribó triunfalmente a sus primeros 90
años de vida en 2006 y el mundo del tango aguarda ansiosamente el año 2016 para festejar su centenario como merece el más célebre de todos los tangos.


(*) Alonso, Alberto: “La Cumparsita – Historia del famoso tango y de su autor”.
(2) (Crónica, 26 de diciembre de 1966).
(3) (Francisco Canaro: “Mis Memorias – Mis bodas de oro con el tango”)

viernes, 17 de octubre de 2014

GABY "La Voz Sensual del Tango" Presenta "BESAME MUCHO" En El Salón de Arte MARIO IAQUINANDI

Gaby 
La  morocha  Bahiense se presentara en su ciudad el próximo sabado 25 de octubre a las 21,30hs en el Salón de Arte MARIO IAQUINANDI(  sala auditorio de Moreno 219), con su nuevo espectáculo "Besame Mucho"en el que hará un repaso musical por toda su discografía. 
 Participarán del destacado evento cultural las escritoras NELITA IGHINA y  NIDIA BURGOS,, lectura de poemas con MIGUEL MARTOS,la plástica NORMA FERRETI, la cantante PATRICIA RÉGOLI, los actores FLAVIA y PAUL MAJLUF y GUILLERMINA TOTARO,el Cuerpo de Baile ALMA GITANA dirigido por MARINA DUPAK.
Gaby es una joven cantante bonaerense que apostó por el tango cuando apenas tenía 12 años. Con una infancia repartida entre Casbas y Bahía Blanca, comenzó a educar su voz y profesionalizar su vocación con mucho esfuerzo familiar detrás del sueño de llegar algún día a convertirse en uno de los exponentes del tango argentino.
Esta joven y bellísima cantante lleva editados 6 discos de tango con distribución y venta nacional e internacional. Ha realizado giras por países de América y todo el interior de la Argentina.
La voz de Gaby es sin duda una de las voces más dulces, consigue transmitir todo un cúmulo de sensaciones impresionantes y su peculiar fraseo, está cargado de una gran profundidad tanto de contenido como de sentimientos
Además de su extensa carrera solista, Gaby integra el grupo femenino "Muñecas Bravas" (del cual es guionista e integrante junto a Patricia Malanca y Geraldine Trenza Cobre). Y en 2014 estrenó el musical "La Novia de América" sobre vida y obra de Libertad Lamarque, también con guión propio.
Salón de arte MARIO IAQUINANDI
vio la luz el 31 de agosto del ´90, cumpliendo así el último deseo del  poeta y compositor bahiense Mario Ianquinandi, quien cerrara sus ojos poco tiempo antes, el 29 de junio de ese año. Su afán era crear un espacio que  aglutinara la expresión artística de escritores que tuvieran allí un territorio para hacer conocer la riqueza en palabras, de sus textos.
Iaquinandi

Sus amigos encabezados por los incansables Mariel Estrada y Antonio Germani tomaron la posta de este sueño y formaron entonces un lugar que alberga desde hace 24 años a poetas, músicos, bailarines, actores y artistas plásticos que dan forma mensualmente a un espectáculo coronado por la fiel concurrencia de un público masivo que colma el auditorio del  Consejo Profesional  de Ciencias Económicas, en Moreno 219, los últimos sábados de cada mes, de abril a noviembre.En sus albores, el Salón funcionó en la trastienda de la librería “Pampa-Mar” y luego lo hizo por dos años en el Salón Rosa del Hotel Muñiz, hasta recalar  finalmente en el cálido albergue que de la actualidad.  El 14 de marzo del ´97 – fecha en la cual Mario hubiera cumplido 60 años- se colocó una Referencia Cultural en la casa que habitó en 19 de Mayo 226 y el 4 del año pasado, un baldosón en su vereda (con la letra del tango “Contáme una historia” que lleva la música de Eladia Blázquez).  En octubre del ´94 se publicó el libro “CONTRALUZ”, compendio de la obra de 14 poetas y cuentistas, que fue distinguido como “De Interés Cultural” por el Honorable Senado de la provincia de Buenos Aires. Muchos proyectos ya se han cristalizado dentro de este Salón, entre ellos la realización del video “MARIO IAQUINANDI. Retrato de una memoria abierta” que fuera declarado de Interés Municipal en octubre de 2006; Puede decirse con holgura que Mario Iaquinandi (que no fue como tantos, profeta  en su tierra), ha alcanzado por obra y gracia de este quehacer cultural constante, su cuota de inmortalidad…

Alberto Castillo El cantor de los cien barrios porteños

Quien con el tiempo se hizo famoso e inmortal como cantor con el nombre artístico Alberto Castillo nació el
7 de diciembre de 1914 en la zona oeste de la ciudad de Buenos Aires (en Juan B. Alberdi al 4700, que por entonces se llamaba Provincias Unidas). Alberto Salvador De Lucca era la quinta criatura del matrimonio de inmigrantes italianos constituido por Salvador De Lucca y Lucía Di Paola.
Desde niño mostraba ya inclinación por la música; tomó lecciones de violín, y cantaba y cantaba, en cualquier rincón y ámbito. Allá por sus 15 años estaba cantando una noche para la barrita de amigos (en la cual era el menor y a la vez el más admirado) cuando pasó por allí el guitarrista Armando Neira y le propuso incluirlo en su conjunto.
Y entonces así debutó Albertito, bajo el seudónimo de Alberto Dual; este nombre de fantasía lo alternó con el de Carlos Duval. Luego cantó para las orquestas de Julio De Caro (1934), Augusto Pedro Berto (1935) y Mario Rodas (1937).
En aquella primera etapa, los seudónimos cumplían la función de protegerlo de la disciplina paterna, que no le hubiera permitido dedicarse al canto. Como anécdota risueña, vale contar que en una ocasión, estaba cantando por Radio París, con la orquesta Rodas, y, su padre comentó ante el receptor: “Canta muy bien; tiene una voz  parecida a la de Albertito”. Don Salvador no sabía que realmente era Albertito.
En 1938, abandonó la orquesta, para dedicarse por completo a su carrera de medicina. Por aquella época, Alberto era practicante del Hospital Alvear; sus compañeros estudiantes armaron una comedia musical y lo invitaron a cantar.
Un par de años después, los futuros médicos organizaron un baile, y contrataron a una orquesta típica ara que se hiciese posible el baile. La orquesta se denominaba Los Indios, y estaba dirigida por el pianista Ricardo Tanturi, que tenía una profesión liberal: era odontólogo. Siendo informado éste por los organizadores le que tenían un colega que cantaba muy bien y consultado sobre si podía acompañarlo en algún tema, el director aceptó. Cuentan que quedó gratamente sorprendido por las buenas condiciones vocales demostradas por el joven cantor, quien ya mostraba una afinación perfecta, de modo que le tomó una prueba y no dudó en contratarlo.
El 8 de enero de 1941, apareció el primer disco de Tanturi con su vocalista Alberto Castillo. Estrenaba el apellido artístico que sería el definitivo; se lo había sugerido Pablo Osvaldo Valle, un importante hombre de radio de la época. Aquel primer disco era el vals “Recuerdos”, de Alfredo Pelaia, que fue todo un éxito de venta. Aun hoy es uno de los valses más bailados y apreciados en los bailes tangueros. Muy pronto el cantor fue descubriendo un nuevo estilo de canto, a medida que iba sumando grabaciones, algunas de ellas realmente antológicas, como “Noches de Colón” (del 14 de agosto del mismo año), y definitivamente en “Muñeca brava” del 22 de setiembre de de 1942. El nuevo estilo, que identificó definitivamente a Castillo, consistía en cantar y actuar el tango con un dejo canchereado; una exageración del fraseo que le daba una irresistible entonación esquinera. Como volviendo a esos comienzos de cantor amateur, para la barrita de amigos del rioba. Una entrañable mezcla de cantor burlón y emocionado, como si fuese un homenaje a los muchachos con berretín de cantor. Este estilo lo hizo popular y masivo muy rápido, dado que captó enseguida la simpatía de todos (y todas, no olvidemos).
Su modo de moverse en el escenario, la forma en que tomaba el micrófono, inclinándolo hacia ambos lados, su mano derecha junto a la boca como un voceador callejero, su pañuelo cayendo del bolsillo del saco, el cuello de su camisa desabrochado y la corbata floja, eran los aspectos visuales que acompañaban a esa voz “que no se parece a ninguna otra voz” (según el decir de Julián Centeya), y que conformaban un todo que resultaba inédito y representativo... en fin, un éxito popular sin igual.
Tal era su poder de convocatoria, que en los bailes solamente el más masivo podía competirle: la D’Arienzo y su orquesta.
Cuando se recibió de ginecólogo (un año después), armó su consultorio en la casa paterna. Muchas tardes, el doctor Alberto Salvador De Lucca abandonaba su “consultorio de señoras”, y se dirigía al estudio radiofónico para convertirse en el cantor Alberto Castillo.
Pero esa doble profesión no duró mucho tiempo en la práctica. Su popularidad era tal que la sala de espera de su consultorio ya no alcanzaba para tantas mujeres, en su mayoría jóvenes. Y algunas de ellas, pese a que la libertad sexual aún no era la de hoy día, incluso llegaban a hacerle insinuaciones, más o menos directas. “Esas insinuaciones no me gustaban demasiado”, confesó, y terminó por abandonar la profesión para dedicarse solamente al canto.
El 6 de junio de 1945 se unió en matrimonio con Ofelia Oneto, del que nacieron 2 hijos y una hija.
Se cuenta, casi como una leyenda aunque en verdad ocurrió, que en 1944, Alberto Castillo ya como solista cantó en el Teatro Alvear, y que la multitud alborozada que se congregó fue tal que la policía debió cortar el tránsito de la calle Corrientes, cosa que no se provocaba desde varias décadas antes.
En 1943 se había abierto de la orquesta de Tanturi, para empezar esa etapa solista; esto era algo aceptado por el mercado, y hasta lógico para los cantores más populares, más vendedores. Poco después, incorporó a su repertorio un candombe, “Charol” (de Osvaldo Sosa Cordero), que resultó todo un éxito, tanto en Buenos Aires como en Montevideo; ese furor lo impulsó a seguir interpretando canciones en ese ritmo, completando esa parte de sus espectáculos con bailarines negros. La recreación del candombe le quedaba muy bien para su estilo de canto, y pasó a ser un sello distintivo suyo. Algunos otros candombes de esa colección son: “Siga el baile” (de Carlos Warren y Edgardo Donato), “Baile de los morenos”, “El cachivachero”; también uno compuesto por el mismo Alberto: “Candonga”.
A cargo de la dirección orquestal del para siempre solista Alberto Castillo, estuvieron varios músicos: Emilio Balcarce, Enrique Alessio, Ángel Condercuri, Jorge Dragone. Más allá del valor de esos músicos, lo que importaba era Alberto Castillo, que aprovechó la etapa solista para desarrollar aún más su estilo, con mayor libertad e histrionismo.
Aunque se pueda opinar que en algunos momentos de ese camino rozó lo caricaturesco, nunca perdió el respeto y el cariño del público, porque el mismo Alberto hizo todo con gran cariño y respeto por la cultura popular de su ciudad y su país. Como ejemplo de eso, vale recordar lo que sigue siendo uno de sus temas más emblemáticos: el vals “Los cien barrios porteños” (1945), que a pedido le crearon Rodolfo Sciammarella (música) y Carlos Petit (letra) para homenajear a los barrios que tanto trabajo y cariño le brindaron siempre, pero sobre todo en aquellos primeros años de carrera (tanto como cantor de Tanturi como en su labor solista). Este vals empezaba con una encendida alocución del artista: “Yo soy parte de mi pueblo, y le debo lo que soy, hablo con su mismo verbo y canto con su misma voz”, continuando seguidamente con el canto de la cuarteta definitoria del vals: “Cien barrios porteños, cien barrios de amor, cien barrios metidos en mi corazón”.
Otra de las piezas que quedaron desde el comienzo irremediablemente ligadas a Castillo es el tango “Así se baila el tango” (1942), de Elías Randal con letra de Marvil.
En el cine debutó en 1946, de la mano del gran Manuel Romero, con “Adiós pampa mía”; siguieron películas como “El tango vuelve a París” (1948, acompañado por Aníbal Troilo), “Un tropezón cualquiera da en la vida” (1948, con Virginia Luque), “Alma de bohemio” (1948), “La barra de la esquina” (1950), “Buenos Aires, mi tierra querida” (1951), “Por cuatro días locos” (1953), tres cintas con la famosísima rumbera Amelita Vargas: “Ritmo, amor y picardía” (1955), “Música, alegría y amor” (1956), “Luces de candilejas” (1958), y “Nubes de humo” (1959).
Castillo también contribuyó a la creación tanguera como letrista; entre otras piezas, escribió los tangos “Yo soy de la vieja ola”, “Muchachos, escuchen”, “Cucusita”, “Así canta Buenos Aires”, “Un regalo del cielo”, “¡Dónde me quieren llevar!”, “A Chirolita”, “Castañuelas” y “Cada día canta más”; y las marchas “La perinola” y “Año nuevo”. Solía utilizar para ello el seudónimo de Riobal.
Mientras Alberto Castillo desarrollaba su exitosísima carrera, plena del cariño de su público, en lo personal también sembraba, y su familia consiguió buenos frutos; sus hijos llegaron a ser profesionales todos: Alberto Jorge, ginecólogo y obstetra; Viviana Ofelia fue veterinaria e ingeniera agrónoma, y Gustavo Alberto, cirujano plástico.
Pese al declive de masividad que el tango tuvo desde los años 50, y tras el período de latencia a partir de la última dictadura, la figura del querido cantor Alberto Castillo tuvo un inesperado pero merecidísimo tributo que lo hizo renacer como artista. Fue en 1993, cuando la juvenil banda de rock “Los Auténticos Decadentes”, en su momento de apogeo, lo convocó para grabar con ellos aquel candombe “Siga el baile”. Alberto se sintió muy bien haciendo eso y le sirvió para que las nuevas generaciones conocieran algo de lo que él había hecho varias décadas antes por la misma música popular que los Decadentes estaban recreando en muchas de sus canciones: el candombe, y la murga.
Alberto Salvador De Lucca, conocido como Alberto Castillo, murió el 23 de julio de 2002. Dado que ya en vida había sido Ciudadano Ilustre los restos mortales del cantor fueron velados en el Salón de los Pasos Perdidos de la Legislatura de la Ciudad. Luego fueron sepultados en el Cementerio de Chacarita.
En esos últimos años había vuelto a trabajar y gozar del cariño del público, incluso de las nuevas generaciones de milongueros, gracias al renacer de los bailes tangueros y al Festival de Tango de nuestra ciudad. Un digno final para quien fue y seguirá siendo, desde el canto sencillo y fiel, un símbolo mayor del tango argentino.

EL VASCO CASIMIRO AÍN

Fue bailarín del circo de Frank Brown, el célebre payaso extranjero que vino a ganar fama a éste país que
tomó por adopción.
En 1901 Casimiro Aín viaja a Europa en un buque de carga, trabajando de cualquier cosa menos como bailarín.
A su regreso en 1904 actúa en nuestro teatro Ópera junto a su esposa Marta.
Durante los festejos del Centenario (1910) actúa con gran éxito, convirtiéndose definitivamente en un profesional de la danza cuando viaja en 1913 a Francia con la orquesta típica que integraban el bandoneonista Vicente Loduca, el violinista Eduardo Monelos y el pianista Celestino Ferrer.
Se presentaron en el mítico Cabaret El Garrón que era el reducto de la comunidad argentina radicada en París y que encabezaba el músico Manuel Pizarro.
Luego viaja a Nueva York donde permanece tres años, volviendo a Buenos Aires en 1916.
La década del '20 lo encuentra nuevamente en París, donde gana con su compañera Jazmín, el Campeonato Mundial de Danzas Modernas, que se realizó en el Teatro Marigny en el mes de junio y compitiendo con 150 parejas.
Más tarde con la alemana Edith Peggy recorrió toda Europa y en 1930 retorna definitivamente a la Argentina para actuar unos pocos años más.
Existe una historia, para nosotros una leyenda, ya que nunca fue debidamente comprobada, que el primero de febrero de 1924, por una iniciativa del entonces embajador argentino ante el Vaticano, Don García Mansilla —muy preocupado en disipar el sayo de la inmoralidad del tango y su prohibición eclesiástica—, Aín bailó ante el Papa Pío XI y otros altos dignatarios el tango Ave María, de Francisco y Juan Canaro. Su pareja fue la bibliotecaria de la embajada, una señorita de apellido Scotto, acompañados por la música de un armonio. El tango elegido, muy livianito recibió la aprobación del Papa.
Esto lo cuenta y lo afirma Aín en un reportaje que se le realizó a su regreso de Italia. Pero nuestro amigo, el musicólogo Enrique Cámara, catedrático de la Universidad de Valladolid y con muchos años de residencia en Italia, recorrió con pacientemente la hemeroteca del Vaticano, en especial su diario L'Osservatore Romano, y no encontró nada al respecto.
En un artículo transcripto en la revista Tango y Lunfardo Nº 34 dirigida por Gaspar Astarita, el periodista Abel Curuchet entrevista a Casimiro Aín, en una publicación aparecida el 21 de marzo de 1923.
Allí nos dice «es en realidad un hombre simpático que habla a grandes voces, ni joven ni viejo, tendrá a lo sumo cuarenta años. De mediana estatura, viste con corrección aún cuando su elegancia es escasa. Al saber que soy cronista y que desconozco su obra y su prestigio, el hombre se desvive por ponerme al corriente de su vida.
«¿Si se baila mucho? Nunca como este año, la gente parece que no quiere más que bailar. No doy abasto con las lecciones.
«Mire esta libretita —la miro y leo, en orden alfabético, los nombres más copetudos—.
«Son a los que le di lecciones. Yo me dediqué al baile por casualidad. Fue una aventura de muchacho curioso y bohemio. Mi primera salida del país fue allá por 1903. No sabiendo qué hacer en Buenos Aires, me embarqué sin rumbo en un vapor que me condujo a Inglaterra. Estuve un mes en Londres y de allí pasé a París. Con dos amigos comenzamos a recorrer los bares y cabarets, con una guitarra raída y miserable y un violín destartalado, formamos un terceto errante y pintoresco. Yo comencé a bailar el tango criollo. El éxito que tuvimos fue rotundo, empezamos a ganar dinero a granel. De París fui a España, donde después de una breve estadía, regresé a mi país. Me fui perfeccionando en el baile e hice progresos notorios que me valieron importantes contratos para bailar en los teatros, como número de fin de fiesta.
«En 1913, deseoso de conquistar fama y fortuna, hice mi segunda salida de la patria. En el vapor Sierra Ventana, partimos a la aventura, yo y tres muchachos amigos. Uno de ellos pianista, el otro cargaba su violín y el tercero con un bandoneón. (se refiere a Ferrer, Monelos y Loduca, viaje que fue costeado por Ramón Alberto López Buchardo, importante personaje de la sociedad porteña).
«Llegamos a Bulogne Sur Mer y ni bien desembarcamos tomamos el tren rápido a París que llegó a las doce de la noche. Era una noche de un invierno cruel y lo primero que decidimos fue marchar a Montmartre. Encontramos el primer cabaret y nos metimos, estaba rebosante de gente. Y llegado el momento nos metimos con lo nuestro, atrajimos al público que nos tiraba unos francos, tantos que los cuatro vivimos muy bien durante un mes. Hubo suerte, porque aquel cabaret era el Princesa, famoso luego cuando en manos de Manuel Pizarro se transformó en El Garrón.
«También anduve por Dinamarca, Alemania, Rusia y Portugal. Por el momento no creo que regrese al Viejo Mundo. Aquí he reunido una fortuna respetable que me permite vivir rodeado de comodidades. Además están mi familia, mi madre, mi esposa y mis hijos.
«Claro que el dinero que gano me cuesta fatigas, pero no tengo más remedio que seguir enseñando a bailar a los que no saben, como si fuera un nuevo mandamiento.
«¿Usted quiere saber cuánto bailo yo? Le citaré un caso. Los siete días de la semana, por veinticuatro horas, dan un total de ciento sesenta y ocho horas. Pues bien, durante la semana del carnaval pasado bailé ciento veinticuatro horas repartidas así: en el salón del Club Pueyrredón, setenta y cuatro horas; sumadas a las siete u ocho lecciones diarias, que son otras cincuenta horas. Suponiendo que cada hora de baile corresponda a tres kilómetros, he recorrido trescientos setenta y dos kilómetros.
«Además, anote que he bailado con unas veinte mil personas.
«¿Si gano mucho dinero? Por año unos ciento veinte mil pesos.
«En eso se nos acerca una señora y le pregunta al bailarín cuándo podrá ir a su casa para unas lecciones, Aín consulta su libretita y le contesta que recién en tres semanas, la dama se retira después de saludar fríamente.
«Realmente comprobamos que es un artista exitoso.»

miércoles, 15 de octubre de 2014

Gaby, “La voz sensual del Tango”, se presenta en Casbas

La fascinante morocha se presentara en la ciudad donde paso su infancia el próximo viernes 17 a las 22hs en
el Besares Pub,  presentando su nuevo espectáculo "Besame Mucho"en el que hará un repaso musical por toda su discografía. 
En un año muy especial en el que obtuvo  gran éxito de crítica y público, con  el musical que escribió y protagoniza" La novia de América" sobre la vida y obra de la cantante y actriz Libertad Lamarque.
 Gaby es una joven cantante bonaerense que apostó por el tango cuando apenas tenía 12 años. Con una infancia repartida entre Casbas y Bahía Blanca, comenzó a educar su voz y profesionalizar su vocación con mucho esfuerzo familiar detrás del sueño de llegar algún día a convertirse en uno de los exponentes del tango argentino.
Esta joven y bellísima cantante lleva editados 6 cds de tango con distribución y venta nacional e internacional.
Ha realizado giras por Panamá, El salvador, Cuba, Chile, Uruguay, Perú y por todo el interior de nuestro país.
 Además de su extensa carrera solista, Gaby integra el grupo femenino "Muñecas Bravas" (del cual es guionista e integrante junto a Patricia Malanca y Geraldine Trenza Cobre).
La voz de Gaby es sin duda una de las voces más dulces, consigue transmitir un cúmulo de sensaciones impresionantes, y su peculiar fraseo está cargado de una gran profundidad tanto de contenido como de sentimientos. Ante este portento bahiense sólo se puede aplaudir y decir ¡bravo! Cada disco que edita denota evolución, crecimiento y madurez.
Gaby con tan sólo 29 años, ha conseguido tener espacio propio entre las mejores voces femeninas de nuestra época, y sin duda eso lo demuestra el gran éxito que va cosechando con trabajo y esfuerzo a lo largo de esta carrera que lleva adelante desde hace mucho tiempo.

Julián Centeya fue un trabajador de la emoción.

Como se sabe, Julián Centeya fue el seudónimo más conocido del poeta Amleto Enrico Vergiati, nacido en Parma, Italia, en 1910 y llegado a playas argentinas doce años más tarde.
Su padre había sido periodista en el diario socialista "Avanti", de Parma, y se vio obligado a emigrar con su familia ante el arrollador avance de los "camisas negras" mussolinianos. Al no conocer el idioma, debió ganarse la vida entre nosotros con el bíblico oficio de carpintero. Hay varios poemas donde su hijo lo recuerda. El más célebre es aquel que empieza: "Quisiera amasijarme en la infinita / ternura de mi barrio de purrete, /con un cielo cachuzo de bolita / y el milagro coleao del barrilete".
En Buenos Aires el joven Amleto cursa hasta el tercer año en el Colegio Nacional Rivadavia, del que también habían sido discípulos sus amigos Cátulo Castillo y César Tiempo. Expulsado por mala conducta, según algunos, dejado libre por sus continuas "rabonas", según otros, abandona el hogar paterno y comienza una vida azarosa, viviendo en pensiones de mala muerte, comiendo salteado y practicando el periodismo bohemio de la época, al tiempo que confraterniza con poetas, prostitutas, curdas, ladrones y cafañas en "bodegones turbios de humo agrio" y otros antros más sombríos de una ciudad sumida en las abyecciones sociales y políticas de la Década Infame.
En esas andanzas por las redacciones más diversas, usó distintos seudónimos - Juan Sin Luna, Enrique Alvarado, Shakespeare García- pero en 1938 escribe una milonga en que inventará su nombre definitivo: "Me llamo Julián Centeya, / por más datos soy cantor. / Tuve un amor con Mireya. / Me llamo Julián Centeya, / su seguro servidor".
Todavía en 1941 firma como Enrique Alvarado su libro de poemas negros "El recuerdo de la enfermería de San Jaime": "Qué hago yo con el recuerdo de la enfermería de San Jaime/ puesto que tú me has dejado con el recuerdo de la enfermería de San Jaime. / Mira: tengo la cara sucia de llanto.../ ¡Ah! Si tú supieras qué triste resulta vivir así, / siempre así, / teniendo entre las manos / el recuerdo de la enfermería de San Jaime...". Acotemos que enfermería de San Jaime o "St. James infirmary" llamaban los negros norteamericanos al lugar donde se expendían bebidas alcohólicas. Y éstas y el tabaco –para desesperación de su mujer, Gori Omar- fueron los mejores amigos de bohemia del poeta callejero.

En los años del peronismo –pleno empleo y buenas remuneraciones- el peregrinar de Julián de pensión en pensión (y de desalojo en desalojo) se fue sosegando. Pero en 1955, pese a que jamás ostentó pensamiento partidista alguno, "la irresponsabilidad oficial situó en la calle a multitud de periodistas", y entre ellos a él.

"Puchereó", como lo había hecho tantas veces en su vida, refugiándose en el mundo del tango, presentando alguna orquesta en un boliche, borroneando rápidas glosas radiales. "No haber tenido nada fue su todo", como el mismo escribiera de su amigo Dante A. Linyera.

Por esos años lee mucho y "medita" los poemas lunfardos de "La musa mistonga", libro que en 1964 le editan los hermanos Freeland en su colección "Filólogos del habla popular". En el prólogo al mismo, Julián revela su arte poética: "Yo no descubro nada, menos invento. Repito. Recuerdo. Hago, y no como ejercicio, memoria. A ello sucede el verso, manera de revelar por fuera lo que llevo adentro y lo hago, sí, en un lunfa al que le confiero primitividades de historia, no sin dejar de prestarle la oreja, a lo que tiene de actual, de inmediato, de reciente".

Su segundo poemario lunfa, "La musa del barro", se lo publica una editorial más distinguida, Quetzal, y lo presenta la novelista Martha Lynch. Para 1968 los intelectuales argentinos han empezado a revalorizar a los escritores populares. Y Julián lo es en grado sumo. Basta leer sus poemas "Mi viejo", "Pichuco" y "Atorro", para comprobarlo. O su estremecedor "Muerte del punga": "La muerte lo pungueó en el conventillo, / quedó en el patio de crispada zurda; / venía de lejo el canto de los grillos / y entraba el tano Giacumin en curda". Sin olvidarnos de aquel magistral soneto a Aníbal Troilo, por él bautizado "Bandoneón mayor de Buenosaires": "Estás en el dolor impar del amasijo / que refundió tu cuore en alba y luna. / En tus manos el fueye es una cuna / y en ella desvelao te mira un hijo. // Estás en el misterio profundo de la cosa, / cerrás los ojos para ver por dentro. / No sé con qué carajo hacés la rosa/ del barro inaugural que vino al centro.// Me verdugueás, ¿sabés?, lleno de asombro/ cuando te escucho con la luna al hombro / traer del tango elemental el eco // con luz de pucho y copa levantada / en el boliche aquel de la cortada / tan cordial y tan nuestro como el queco".

No volvió a publicar otro libro de poesía y recién en 1978, póstumamente, aparecen dos recopilados en uno: "La musa maleva" y el surrealista "Piel de palabra" o "El ojo de la baraja izquierda".

Pese a ser un hombre de tango, Julián no escribió mas de cincuenta letras de tangos, valses y milongas. Y a contramano de su bohemia, su capacidad de trabajo fue inmensa. Como periodista llegó a trabajar en cinco publicaciones a la vez. Escribió sobre cine, deportes, costumbrismo, tango, lunfardo, información general. Fue glosista, animador, conductor, libretista radial y, en sus últimos años, comentarista televisivo. "Tarde –como él mismo decía-, ahora que estoy flaco y fulero".

Su novela "El vaciadero" – una cruda inmersión en la quema de basura de Villa Soldati- se publicó en 1971. Alguna vez habrá que volver a ella, a sus breves y dramáticas escenas, a sus personajes delineados con maestría, a la atmósfera agobiante y tortuosa que le imponen esas regiones marginales de Buenos Aires.

Julián Centeya murió una madrugada de julio de 1974 en una residencia geriátrica, solo.

Han pasado 40 años de ese día, "la alta edad de su silencio", como él mismo podría haber escrito, y hoy Norberto Galasso le rinde homenaje con este pequeño gran libro en el que se reconstruye con arte y con amor la estatura poética y humana del Hombre Gris de Buenos Aires.

Como síntesis se puede afirmar que Julián fue un poeta (y de los buenos) en el papel, pero más lo fue en la vida. Lo mejor de su talento, ¿qué duda cabe?, quedó en el genial chisporroteo repentista de su palabra, vertida dispendiosamente en programas de radio, conferencias y charlas con amigos en cafés de madrugada. Esta anécdota que trae Galasso, ahorra cualquier otra disquisición. Julián que como Cátulo Castillo amaba a los perros, tuvo uno llamado Chango que cierta vez lo mordió. "Me mordió fulero, ¿sabés?... Se juntaron los vecinos… Empezaron a gritar… que estaba rabioso… Que tenía que llevarlo al Pasteur. ¡Al Pasteur! Y yo no lo llevé… ¿Cómo iba a meter en cana a mi propio perro…?".

martes, 14 de octubre de 2014

Finalizó el Cuarto Festival Nacional de Tango Carlos Di Sarli de Bahía Blanca

P. Barrio, Gaby, F. Albanesi y O. Olea
Cumpliendo con dos semanas de actividades que iniciaron el jueves 02 del corriente con la presentación del Libro “El silencio que mastica el pucho” de varios autores bahienses (Benítez, Biondo, Estrada, Giorlandini, Hosni y Valle) publicado por Editorial En Un Feca. Allí puede encontrarse la historia de personalidades que hicieron grande el tango local y trascendieron las fronteras de la ciudad; tal es el caso de Augusto P. Berto, Francisco Amor, Luis Bonnat, Juan Carlos Marambio Catán, Mario Iaquinandi, entre otros.
Los variados y numerosos eventos que ofreció esta edición 2014 incluyeron: la elección de la 2da Reina Nacional del Tango, espectáculos musicales nocturnos, milonga callejera, conferencias, el estreno de la comedia musical “Lluvia de estrellas” y una interesante charla de tango, boxeo y turf ofrecida por el propio Director del Festival, Lic. José Valle.
E. Rotela y V. Cotado
La Academia Nacional del Tango adhirió a esta fiesta enviando una plaqueta homenaje al pianista bahiense a través de uno de los miembros de su Consejo Directivo, el Dr. Osvaldo Minian, que fue colocada por la mañana del viernes 03 en el monumento a Carlos Di Sarli, sito en la intersección de las calles 12 de Octubre e H. Yrigoyen, a pocos metros del que fuera su “nido gaucho”.
Natalia y Gustavo
Los artistas que se lucieron en los distintos escenarios bahienses (tanguerías, cafés y restaurantes, centros culturales, calle peatonal, Teatro Municipal) contemplaron variedad de estilos musicales y demostraron que el tango sigue vivo y renovándose a cada paso. Gaby “La voz sensual del tango”, Valeria Cotado, Víctor Volpe, Eduardo Rotela, Natalia y Gustavo, Osvaldo Rojas y Daniel Robles son algunos de los más de setenta artistas que pudieron disfrutarse en el Festival.
Dentro de la programación, se contempló la participación en la 130 Exposición Nacional de Ganadería e Industria de Bahía Blanca con la distribución de material de lectura sobre música ciudadana y, en cuya Apertura Oficial, por segundo año consecutivo, Gaby interpretó las estrofas del Himno Nacional Argentino junto a la Banda del Regimiento 181 del Ejército de Bahía Blanca.

1943 Se prohíbe el lunfardo en las radios

Por resolución de la dependencia de Radiocomunicaciones Nro 06869 el gobierno de facto del general Pedro Pablo Ramírez prohíbe el uso del lunfardo y la difusión de temas musicales que contuvieran palabras de ese origen. La medida obligó a la modificación a veces ridícula de las letras de algunos tangos y a la mofa de los chuscos porteños, que dieron en rebautizar "La ladrona" a la céntrica calle Larrea. Cuando Juan Perón acababa de triunfar en las elecciones de febrero de 1946, fue visitado por una delegación de poetas y escritores encabezada por Homero Manzi y Alberto Vacarezza, quienes pretendían que el nuevo gobierno reviera la absurda medida. Fueron recibidos afablemente por el presidente electo, que saludó en primer lugar a Vacarezza: "¿Cómo le va, don Alberto? Me enteré de que lo pungaron en el bondi", con lo que quedó todo dicho. 

miércoles, 8 de octubre de 2014

DANIEL ROBLES EN LA VELADA DE CIERRE DEL 4TO. FESTIVAL NACIONAL DE TANGO CARLOS DI SARLI

El Domingo 12 de Octubre, el 4to Festival de Tango Carlos DI Sarli ofrece su último espectáculo. Será desde las 21.30 hs en el Cafe Histórico (Av. Colón 602) donde  el cantautor Daniel Robles volverá a presentar su espectáculo tras el rotundo éxito cosechado en su primera visita. El bahiense radicado desde hace muchos años en Mar del Plata llegará junto al pianista Mariano Siccardi para presentar lo mejor de su repertorio.
Desde pequeño, Robles estudió guitarra en el Conservatorio del Maestro Aníbal Vitali. Abandonó casi terminada su carrera de Ingeniería Industrial para viajar a París a estudiar artes plásticas. Allí comenzó su vida de poeta y cantor de tangos.
Luego de unos años, regresa a la Argentina y se instala en Mar del Plata; dirige allí la revista cultural “El Francomirador” y forma un dúo con el poeta y guitarrista Ricardo Arriagada. Más tarde, con el guitarrista Marcelo Franco forman “Tango Clandestino”, período que queda reflejado en un disco del mismo nombre con temas propios y grandes clásicos.
Luego forma el grupo “Hombres de Tango” con el que realiza extensas giras por los Estados Unidos y Latinoamérica. Presentan el exitoso espectáculo “Diario íntimo del Tango”, realizan un especial para el canal “Sólo Tango” y graban un disco en el que participaron, entre otros,  Rubén  Juárez y Walter Ríos.
Luego de unos años vuelve a reunirse con Marcelo Franco, bajo el nombre de “Animaloculto”, realizando un disco enteramente con sus composiciones. Luego vendrían “Revirado”, “Daniel Robles y los gorriones del hampa” y “Visitas Inesperadas”, su último trabajo discográfico.

Ha escrito canciones en colaboración con grandes músicos de la talla, entre otros, del gran pianista Emilio de la Peña. Sus canciones han sido grabadas y forman parte del repertorio de prestigiosos intérpretes de la música rioplatense y una de sus canciones fue elegida por Alejandro Apo  como tema central para su espectáculo “Y el fútbol contó un cuento”.

MILONGA CALLEJERA, VALERIA COTADO, ALBERTO ACUÑA Y MIMA ARGAÑARAZ EN EL FESTIVAL CARLOS DI SARLI

Valeria Cotado
El 4to Festival de Tango Carlos Di Sarli propone un sábado a todo tango iniciando con la ya clásica milonga callejera que se realiza año a año en la intersección de las calles Drago y O’ Higgins. La cita es a las 11 hs, donde podrá disfrutarse de una exquisita selección de tandas musicales para “sacarle viruta al piso” a cargo del destacado bailarin y coreografo Gustavo Rodriguez  y show musical.
Por la noche, la producción del Festival ofrece dos opciones desde las 21.30. Una en el Café Histórico (Av. Colón 602), donde Alberto Acuña, ex vocalista del recordado Hugo Marozzi, y Mima Argañaraz, la dama de la voz recia que retorna después de larga ausencia, brindarán todo su talento y experiencia en pos de una velada inolvidable y a puro ritmo de 2x4.
Alberto Acuña
Otra de las opciones se ofrecerá en El Motivo Tanguería (Brandsen 550), donde a pedido del público vuelve a Bahía Blanca la cantante Valeria Cotado junto al guitarrista Eduardo Rotela presentando piezas de su última producción discográfica. La marplatense será secundada por dos intérpretes locales de muy buen desempeño: Jorge Nacud y Marilisa Arriola.
Valeria Cotado es una experimentada cantante de tango de delicada figura e interpretaciones cargadas de sentimiento. Su voz, inconfundible, con un dejo de arena -parafraseando a Cacho Castaña- sabe transmitir cada frase del tango con espontanea gestualidad y gran ductilidad.
Actualmente radicada en Buenos Aires, nació en Mar Del Plata donde comenzó sus estudios de danzas clásicas a temprana edad. A los 15 años, ya en Chivilcoy (donde vivió por muchos años), formó parte del ballet de Alicia Brousse. Ha realizado clínicas con Maximiliano Guerra e Iñaqui Urleazaga, y bailó en las obras “Chicago”, “Don Quijote”, “La Bayadera”, entre otras. Se destaca también como bailarina de tango de salón y escenario.
Su otra gran vocación es la radio y los medios de comunicación. Ha trabajado como locutora en una de las radios más importante de su ciudad y colaborado en el Diario “La Razón”, de Chivilcoy.
Mima Argañaraz
En 2008 editó su primer material, “Suciotango”, con producción musical y arreglos del guitarrista Eduardo Rotela. Su flamante y segundo disco, titulado “Valeria Cotado”, contó con la producción de Guillermo Fernández y la masterización del “Portugués” Da Silva.

Su repertorio está compuesto por piezas clásicas del género y composiciones del mencionado Rotela. Cotado interpreta con carácter y personalidad y es una de las visitas favoritas del público tanguero bahiense.

ROSANA SOLER EN EL 4TO FESTIVAL NACIONAL DE TANGO CARLOS DI SARLI DE BAHIA BLANCA

El Viernes 10 de Octubre, el Festival de Tango Carlos Di Sarli continúa desde las 21.30 hs en el  Café Histórico (Av. Colón 602). Allí la cantante Rosana Soler ofrecerá su espectáculo de tango junto a Sarita Capelletti. Además, se contará con la participación de Chacho Tinervia y el bolerista Jorge Maza.
Rosana Soler es una experimentada cantante whitense que con gran ternura puede poner al tango la fortaleza necesaria del género. Con interesante fraseo, bello timbre vocal y una paz que se trasmite involuntariamente, Rosana sabe decir la música ciudadana, aquella que compartió desde muy jovencita con el maestro Hugo Marozzi que la conservó durante años entre las mejores voces de su elenco. Ella fue la encargada de estrenar numerosos tangos del bandoneonista platense como: “Nuevamente” y “Programa de radio”, dedicado al reconocido Gustavo Gabí.

En abril de este año, Rosana compartió escenario con el reconocido Carlos Rolán, cerrando una de las veladas de la Fiesta del Camarón y el Langostino que se realiza en su White natal. Habiendo capitalizado la experiencia de años, Soler se sitúa entre las mejores  intérpretes de la ciudad y lo demuestra en sus asiduas presentaciones con gran respuesta del público.

HISTORIAS DE TANGO, BOXEO Y TURF EN EL 4TO. FESTIVAL NACIONAL DE TANGO CARLOS DI SARLI

El jueves 09 de Octubre desde las 19 hs, el Café Miravalles (Av. Cerri 777) será el escenario para continuar con las actividades del 4to Festival Nacional de Tango Carlos Di Sarli de Bahía Blanca. Allí José Valle ofrecerá la charla “Tango, turf y box” acerca de tres pasiones argentinas.
Valle es reconocido por su labor en el tango, la radio y la producción de espectáculos, pero también cuenta en su haber con los títulos de Lic.en Historia (egresado de la Universidad de Buenos Aires), promotor de boxeo y representante de pugilistas; lo que le ha dado, a lo largo de casi 20 años de actividad en el rubro, un sinfín de anécdotas y conocimientos que compartirá con la concurrencia.
Además de la charla, Mariel Estrada (co-fundadora del Salón de Arte Mario Iaquinandi y primera locutora de FM de la ciudad) compartirá poemas de Mario Iaquinandi y los cantantes Gianlucca Pezzutti y Julio Lupín ofrecerán un espectáculo musical.

sábado, 4 de octubre de 2014

"LLUVIA DE ESTRELLAS" EN LA NOCHE DE GALA DEL FESTIVAL CARLOS DI SARLI

El domingo 05 de Octubre a las 21 hs se llevará a cabo la velada de gala del Festival de Tango Carlos Di Sarli de Bahía Blanca en el Teatro Municipal de la ciudad. La propuesta es ambiciosa y difiere de todas las ofertas anteriores que ha presentado este mega evento anual de Dandy Producciones, recurrente cada mes de octubre.
Quince artistas componen el elenco de la comedia musical “Lluvia de estrellas”, que hace un repaso por las grandes orquestas de la historia del tango, esas que dejaron su huella en el corazón de la gente y en la memoria colectiva como el contexto de imborrables momentos de felicidad: bailes, carnavales, sobremesas familiares o ruedas convocadas alrededor de una radio.
Los artistas que encarnarán la obra son: el reconocido pianista Víctor Volpe, las cantantes Gaby "La Voz Sensual Del Tango", Paula Barrio y Florencia Albanesi, Patricia Báez,  Cristina Marinissen, Mariana Tinervia, Alicia Comignani y la pequeña Valentina (oriunda de Pigüé), la pareja de baile de  Natalia y Gustavo y los cantores, Omar Olea, Julio Ciccola, Alberto Mansi y Juan Carlos Deambrosi.
“Buscamos incorporar nuevas voces a este gran show porque sabemos a ciencia cierta que hay mucha gente talentosa que merece llegar al escenario mayor de la ciudad, que ha hecho méritos por esa oportunidad; poniéndose, además, en este caso, la mochila al hombro de jugar de actores y cantantes. La entrada es muy accesible, para que todo el que esté interesado en asistir pueda hacerlo y el show tiene el plus que intentamos agregar a cada una de nuestras producciones: además de buena música hay un mensaje entre líneas y conocimientos fácilmente aprehensibles porque están volcados en un producto dinámico, entretenido y de gran calidad”, explicó José Valle, Director del Festival e ideólogo de “Lluvia de estrellas”.
“La idea de este espectáculo es reconocer a las grandes orquestas que permitieron que el tango ocupara el lugar privilegiado del que gozó a mediados del siglo XX y hoy son el gran déficit para todos los que nos desempeñamos en el género. De ellas salieron los principales cantantes, los diferentes estilos y los grandes músicos”, explicó Gaby.
Además de un variadísimo repertorio y matices vocales, la obra se verá teñida por respetuosos pasajes cómicos y anécdotas protagonizadas por los grandes directores de orquesta.

“Hay también en el espectáculo una revalorización de las relaciones sociales directas, sin la tecnología que hoy nos apabulla por doquier: la reunión de amigos y las mesas de debate, el café, la lectura de clásicos, la radio como medio promotor y difusor de música nacional, la transmisión de conocimientos a partir de sencillas palabras para todas las edades e intereses… cosas que extrañamos tanto quienes fuimos educados en una época donde había más tiempo para hablar de las pequeñas cosas de todos los días, donde había menos vocabulario extranjerizado, más curiosidad y capacidad de asombro; quizás fue una época más inocente, pero también más sana”, culminó la morocha.