Aída Luz, actriz: "Yo estudiaba canto en la Academia Rubinstein, dirigida por Luis Rubinstein. Asistían Hugo del Carril y Gregorio Barrios, entre otros. Un día, mi maestro me llevó a Radio La Nación para dar una prueba de canto. Me presenté y gané. El premio eran 100 pesos, una fortuna para mí. Después pasé al cine. Así comencé mi carrera artística".
José "Pepe" Eliaschev , periodista: "La anécdota más triste sucedió en el año 80, durante el Proceso, época en que vivía en Nueva York porque estaba prohibido. Badía, que conducía en Mitre "A mi manera", el día de la muerte de John Lennon me llamó y me pidió que hiciera una crónica de lo sucedido, sin dar a conocer mi nombre. Lo hice y todavía lo recuerdo como uno de los hechos más dolorosos y patéticos que me pasaron".
Magdalena Ruiz Guiñazú, periodista: "Mi anécdota más conmovedora es la de mis inicios en la radio, cuando Cacho Fontana me llamó para incorporarme al "Fontana Show", y me convertí en movilera. Esa circunstancia me cambió la vida (venía de años de gráfica), porque comprobé la inmediatez impresionante de este medio. La más graciosa fue durante los años de la dictadura, cuando le estaba haciendo un reportaje a un funcionario, cuyo nombre no recuerdo, y me di cuenta de que se había quedó dormido. Sólo se escuchaban sus fuertes ronquidos".
Nelson Castro, periodista: "Una de mis anécdotas más recientes tiene que ver con mi experiencia con el padre Olmedo, en una transmisión especial que hicimos desde Jujuy, porque permitió a los pobladores comunicar su problemática sin funcionarios provinciales, nacionales y municipales como intermediarios. Esto no sucedía desde hacía largo tiempo".
Liliana Manna , productora y locutora: "En el año 91, cuando Nelson Castro viajó a Haití y gobernaba Cedras, tuvo serias dificultades para abandonar el país. Debió incluso intervenir nuestro embajador. Recuerdo el grado de preocupación que teníamos desde Buenos Aires, hasta que supimos que pudo salir en una avioneta cargada de patos, gallinas, cerditos, etc. La labor de un productor es cuidar el trabajo del conductor y en este caso, también su vida".
Fernando Bravo , locutor, animador: "Tengo infinidad de anécdotas, furcios memorables y situaciones que incluso los oyentes recuerdan, pero se me ocurre una muy singular. Sucedió en Radio Rivadavia, cuando durante el desarrollo del programa se me descosió el pantalón de tal manera que Rina Morán, la locutora, me pidió que me lo sacara para coserlo y no regresó. Nunca sabré si fue casualidad o intencional, pero ese día un grupo de maestras visitaba la radio. Cuando ingresaron en el estudio donde me encontraba debí permanecer sentado con camisa, saco, corbata y en calzoncillos hasta que se retiraron y luego, escondido detrás de un armario".
Julio Lagos , locutor, animador: "El recuerdo más doloroso fue en agosto del ´74 en "Charlando las noticias", en Continental. Recuerdo que eran las 18 , sonó el teléfono y alguien me dijo "es para vos". Atendí; del otro lado una voz me dijo que pertenecía al ERP y que estaba condenado a muerte. Terminé el programa y allí finalizó el ciclo".
Héctor Larrea , locutor, animador: La anécdota más contundente tiene que ver con el inicio de su vocación radial, en Bragado (tenía 11 años). Muere su padre y no entendía muy bien la tristeza profunda de su madre. Un día, al escuchar "El relámpago", ella volvió a reírse. En ese momento sintió que quería hacer radio y sobre todo humor en el micrófono para aliviar el dolor y la tristeza.
Betty Elizalde, locutora: "Muchas historias reales pasan por mi mente, y de diferente índole, pero la más cercana y dramática pasó hace muy poco aquí, un viernes, en Radio El Mundo, cuando una voz muy angustiada dejó grabado en el contestador: "Yo el lunes no me mato, porque sé que vos vas a estar en la radio"".
Eduardo Aliverti, locutor y periodista: "En el año ´82, en Continental, una madrugada entró en la emisora un custodio del general Acdel Vilas, se abrió el saco y preguntó por Aliverti. Yo recuerdo que estaba escribiendo en la vieja Lexicon y con mucho miedo me aferré a ella porque, según lo que él hiciera, podría tirársela por la cabeza. Cuando pregunté para qué lo buscaba, grande fue mi sorpresa cuando contestó que el general era un gran admirador mío y estaba deseoso de tener un encuentro conmigo. Esa era la razón por la que se había presentado en la radio".
Celia Alcántara , autora de radioteatros y adaptadora de obras literarias: "Eran los años de Pedro López Lagar, haciendo una versión de "Cumbres borrascosas". Guido Gorgatti le marcaba las pausas porque el actor español a veces se perdía en los renglones. Con estas pausas, nació la frase famosa: "Kathy... Kathy..." Era tanta la audiencia que tenía este espacio de las 22 en Radio El Mundo que los cines de los alrededores cambiaban el horario de inicio de la proyección de sus films".
Rina Morá n, locutora: "Mi recuerdo más pintoresco tiene que ver con el "Fontana show". Un buen día, sabiendo que Cacho era muy riguroso, con el afán de divertirlo, llegamos con Beba Vignola muy temprano y en el baño de Rivadavia nos disfrazamos de vedettes, con plumas, purpurina etcétera. Increíblemente, Fontana no se sorprendió, ni nos miró. Condujo el programa como de costumbre y no nos dejó ir a cambiar el vestuario... En definitiva, nos ignoró".
Pascual Menutti , locutor: "Entre mis recuerdos más indelebles figura haber acompañado algunas de las voces consulares de la radio, como Omar del Río o Carlos Arturo Orfeo".
Antonio Carrizo, locutor y animador: "Estaba una noche en radio El Mundo haciendo un programa de folklore, "Bajo la Cruz del Sur", cuando de repente me hacen seña de la cadena nacional, y acto seguido, esa voz que luego haría historia hasta en las películas anunció la muerte de Eva Perón. Curiosamente, muchos años más tarde, y en Rivadavia, también estaba en el aire, serían aproximadamente las 13.15, cuando se produjo el anuncio de la muerte de Juan Domingo Perón. Impresionante coincidencia".
Alberto Veiga, director de las radios del grupo América:"En la época del Proceso había un director de una radio (no da nombres) que estaba feliz y orgulloso porque había recibido las felicitaciones de un militar, que había estado de inspección, por el estado de limpieza en el que se encontraba la emisora. Eso sí, el enlace estaba cortado, por lo que no salían al aire, pero el tipo estaba feliz".
Elizabeth Vernaci, conductora y locutora: "Durante la Guerra de las Malvinas, yo era una pichona locutora de turno en Del Plata. Me tocó hacer la conexión para darle paso a Antonio Carrizo, que estaba en Rivadavia. No quería, me moría de miedo, y mis compañeros locutores tampoco se animaban. No me quedó opción, pero Carrizo -con lo enorme que es- me trató como si yo fuera Rina Morán o Beba Vignola, como a una reina".
María Luisa Conforte, movilera de Rivadavia:"Cuando fue el atentado a la AMIA estaba a cuatro cuadras haciendo otra nota. Empecé a correr y a transmitir sin saber qué había pasado. La experiencia me quebró y me marcó para siempre. Después de pasar cuatro días allí, llegué a la radio y le dije a Llamas de Madariaga que yo no podía hacer eso, que no estaba preparada, y me dijo que sin embargo lo había hecho muy bien. En el momento de la explosión intenté combinar ayuda e información. A medida que iba relatando el panorama fui pidiendo ambulancias, médicos, vendas, coordinación. La cobertura de ese episodio hizo que me cuestionara seguir en la profesión".
Omar Cerasuolo, locutor y conductor: "El mejor furcio que hice fue cuando conducía "Los intérpretes" en Radio Rivadavia. Anuncié que el grupo de música Ficta se presentaba en el Auditorium Belgrano, de Virrey Lorito al 2300".
Víctor Hugo Morales, locutor y conductor: "Creo que el momento más importante de mi carrera fue el relato del gol de Maradona contra los ingleses. Viví en carne propia lo que es una emoción violenta. Fue casi vergonzante; cuando recuperé la tranquilidad pensé en cómo habría salido la trasmisión. Durante mucho tiempo no quise escucharlo. El desborde emocional me llevó a la pérdida de la conciencia, con llanto incluido".
Lalo Mir, conductor y locutor: "Yo era locutor suplente cuando Lebró conducía el noticiero en Radio del Plata. Todas las semanas hablaba El Portugués, un especialista en pesca de Mar de Ajó (Lebró era un amante de la pesca). Un día estaba esperando la comunicación con El Portugués, cuando de golpe y sin ninguna explicación aparece en el estudio un sujeto que olía a pescado a más no poder llevando dos bolsas llenas de corvinas. Era El Portugués, que apareció sin aviso a hacer su columna en vivo".
Nelly Prince, actriz: "Blanca del Prado y Fernando Lamas eran los protagonistas de un radioteatro en el que hacía mis primeros pasos ya no como niña, sino como damita joven. Mi personaje estaba enamorado del que encarnaba Lamas y en un momento le tenía que dar un beso y salir corriendo. Por supuesto que el beso se lo daba a su propia mano el sonidista, pero, sorpresivamente, Lamas se acercó y me estampó un beso en la mejilla. Casi me muero de la emoción, me puse toda colorada y, por un tiempo, fui la envidia de mis compañeras".
Alejandro Dolina, conductor: "En un programa mencioné el hecho de que el General San Martín tuvo en su biblioteca personal "Vida y opiniones de Tristan Shandy, caballero", de Laurence Sterne. Esa noche hablé del libro y al poco tiempo me enteré de que en una librería que yo visitaba asiduamente, sorpresivamente, se habían agotado todos los ejemplares que quedaban después de años de no vender ninguno".