Actualmente vive en Mar del Plata Autor y compositor de temas folclóricos, conoció el éxito masivo con su zamba Angélica”.
Roberto Cambaré, adoptó su seudónimo por consejo de Horacio Guarany, a quién acompañó con la guitarra al iniciar su carrera profesional. Guarany, grabó “Angélica”, “Paisaje Sureño” y “Guitarra amanecida”, haciendo que los temas de Cambaré fueran conocidos en todos los ámbitos. En su doble función de autor y compositor, Cambaré ha realizado numerosas piezas folclóricas en las que une una respetuosa fidelidad a las formas de nuestro folclore, con el aditamento de melodías propias -únicas por su belleza y armonía- a letras plenas de auténtica poesía.
Balcarce no se ha olvidado de uno de sus hijos dilectos, imponiendo el nombre de “Roberto Cambaré” al escenario del Anfiteatro “Saverio Bonazza”, del Cerro “El Triunfo”. Escribió en 1979 su autobiografía. El libro se llama “Cholito y yo”. A continuación transcribiremos parte de un reportaje a Roberto Cambaré extraído de www.elpatiocriollo.com.ar en el que se cuenta la historia de Angélica. (Una nota de Bernardo Noel) ¿Usted es Argentino? - Si señor. Y de Balcarce, el pueblo de las papas y del “Chueco” Fangio … Su verdadero nombre es Roberto Cambaré? No. Ese es mi seudónimo. Me llamo Vicente Cambareri, como mi padre. Horacio Guarany -a quien le debo practicamente todo lo que soy- es el que me sugiró tal seudónimo artístico. La popularidad que tengo es obra, pues, de Horacio Guarany, y quiero destacarlo y reconocerlo. Fue mi padrino. Me llevó con él como guitarrista, en 1959. Yo hacía ritmo en su conjunto, lo mismo que Tito Veliz; y Rodolfo Ovejero -hoy solista- hacía la primera guitarra ANGELICA: COMO Y CUANDO NACIO ESTA ZAMBA ¿Cómo nació “Angélica”.-¿Hay alguna motivación sentimental, privada, en el origen de esta zamba, o todo es imaginación? Existe, en realidad, ese puebito de Cordoba que se menciona en la letra? - Todo es rigurosamente cierto, aunque magnificado por el recuerdo. Quien ama exagera tanto los dones como el desdén de la amada. Cuando convierte su recuerdo en poesía. Yo viví en Salsipuedes –es el pueblito de Córdoba de que habla la zamba-, hace por lo menos 12 años. Era y sigo siendo soltero. Conocí allí a una niña morocha, de cabellos largos flotando sobre la espalda, no muy alta, delgada, un lindo tipo de criollita. Nos entendíamos con los ojos, mas que hablarnos. Fue un idilio de un mes, pues ella –verdaderamente- volvía a Buenos Aires. No hubo enojo oficial, pero si cierto distanciamiento entre los dos. Se llamaba como en la zamba: “Angélica” - No le parece que hay cierta crueldad en la letra que usted ha compuesto, por parte de la dama? La metáfora del águila, por ejemplo … - Puede ser, pero, como le comentaba antes. Todo está magnificado por la distancia y el recuerdo. Es mas bien un reproche amoroso. El enamorado –le repito- aganda tanto el desdén como los favores; los magnifica - ¿En qué instante nació su zamba “Angelica”, que tan grande popularidad alcanzó? ¿Dónde estaba usted cuando la compuso? ¿Cual es su metodo de trabajo? - Estaba en Mar del Plata, exactamente en el paraje denominado “El Gaucho”, un poco en las afueras de la ciudad, cerca del monumento al gaucho, en la casita que construí con mis manos. La casa tenía y tiene unos hermosos rosales que –como albañil- retiré de una construcción en que había que levantar un muro, y solicité me dejaran llevar esas plantas. Mi madre vive allí, donde se distrae cultivando y cuidando el jardín. Antes, era mi casa de soltero. Siempre venía mi madre a visitarme. Durante una mañana –era en el otoño de 1958- ella llegó y se puso a cebarme mate. Le hice escuchar “Angélica” que acababa de componer casi de un tirón, cosa que casi nunca me sucede, pues siempre trabajo mucho mis composiciones. Las memorizo y las trabajo hasta llevarlas a la guitarra. Las silbo, en fin. Cuando una melodía o frase me han impresionado bien, no la olvido más. Si la olvido, en cambio, pienso que es porque no tenía mucho valor - Los folkloristas ortodoxos critican “Angelica”. Dicen que no responde a las formas clásicas de la zamba.- ¿Qué puede contestar usted de esto? - Yo no hago folklore, sino música popular de raíz folklórica. Creo que lo que no evoluciona se parece a una laguna y lo que evoluciona, a un río. La laguna tiene las aguas estancadas. El río renueva su caudal. Yo no creo en modo alguno hacer folklore puro cuando hago una zamba. Los autores que componemos ahora, es como si hiciéramos retoños nuevos en una planta cuya raíz esta metida en el folklore. Pero no es, en modo alguno, folklore puro, ya que está hecho. Lo que hacemos ahora es una consecuencia del folklore. Y sin desconocer la gran labor de los precursores - Chazarreta, Gómez Carrillo, los hermanos Abalos, etc.- creo que el gran impacto del folklore se logró con las formas nuevas, que prendieron en la juventud, tras lo cual las viejas formas clásicas y prestigiosas volvieron a ser aceptadas. En cuanto a como nació “Angélica” voy a puntualizarle algo más. A pesar de ser una cosa tan chica como puede serlo una canción popular – que no requiere un plan previo, como lo exijiría un tratado de psicología, por ejemplo-, trabajé con un verdadero plan… Me preocupé por escribir una zamba con versos terminados en palabras esdrújulas. Ello obligaría a componer una melodía diferente, sincopada. Las primeras palabras que se me ocurrieron fueron “Angélica” y “Córdoba”, ambas esdrújulas. Escribí una pequeña lista de palabras esdrújulas, eligiendo alguna que pudiera servirme para la letra. Luego fui dando forma a todo ello, dentro de lo popular. Habitualmente, trabajo simultáneamente en letra y música. Silbo un trozo, le aplico una letra, sacrifico letra o música, según sea necesario, para quedarme con lo mas bello. Pero “Angélica” nació con las particularidades que le cuento… En aquello otoño, a eso de las 10 de la mañana, en 1958… Como bien señala Rubén Giménez (otro duende y gran colaborador de este blog) “Don Roberto” se ve que tiene cierta pasión por las palabras esdrújulas, ya que también es autor de otra zamba “Tú” en la que también hay gran cantidad de estas palabras. A continuación transcribimos la letra: Tímida, dulcísima eres tú marchita tus ojeras un incendio de pasión eres todo, todo, lo más bello y natural el aire, el mar, la luz, la noche, el sol y aún eres más porque eres bien, el mismo bien, fuente de amor, madre de Dios, Mujer... Príncipe romántico y gentil por tí quisiera ser y así colmar tu sueño azul, para la tersura de tus manos sin quietud y para tu sentir canción de fe, de amor,de sol, de espuma, sí, mi bien, mi bien, una canción por tí quisiera ser... Cándida paloma enamorada, embriágame con la música de tu corazón... Bésame en silencio, bésame, que sobre mi boca trémula tus besos serán himnos de luz... que de nuestros labios, sobre la cruz dejar quiero mi ruego, mi diosa eres tú... Pétalos y lágrimas besé la noche que en mi boca fué pasión tu soledad... y ese llanto tuyo floreció con la canción que con mi voz te grita: amor, amor!, porque eres tú la ardiente flor de tentación, quiere pecar mi ciego corazón... Déjame y olvídate de mí si sólo un hombre soy pues para ti quisiera ser río, claro río y empapándote la piel entrar en el misterio de tu ser que candorosa guardas tú, tan sólo tú, flor virginal de amor y juventud...
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