Junto a los nombres de Enrique Cadícamo, Enrique Santos Discépolo,
Pascual Contursi y Gerardo Matos Rodríguez, dio realce a una época en que la
poesía popular pasó a ser parte de la cultura ciudadana del Río de la Plata.
Nació en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, para ser más exactos en la calle Corrientes y Talcahuano, en el año 1896, pero al poco tiempo se mudó al barrio de Villa Crespo, donde vivió gran parte de su vida, y donde desarrolló su gran obra poética.
Era muy común verlo por las madrugadas sentado en una mesa de la famosa lechería “La Pura”, del barrio de Villa Crespo, escribiendo sus poemas o simplemente charlando con sus amigos.
Pero no solamente las letras fueron su pasión, sino que llegó a ser un gran boxeador de la categoría liviano, llegando a disputar la final del campeonato argentino amateur usando el sobrenombre de Kid Cele. Lamentablemente fue derrotado en esa final por el que fuera campeón y cuyo nombre era Mario Reilly.
También el periodismo lo tuvo entre sus filas, ya que Celedonio trabajó en distintas redacciones y revistas, y en una de ellas en el diario “Ultima Hora”, ganó un concurso litarario con un poema denominado “Por la pinta”. Como consecuencia de dicho concurso conoce a Carlos Gardel que le propone ponerle música a sus versos, y es así como nace el tango “Margot”.
Una anécdota muy simpática es que ni Gardel ni su compañero Razzano, creían en la legitimidad de la autoría de los versos de Celedonio ya que éste era muy jovencito, pero cambiaron de parecer cuando vieron que guardaba en sus bolsillos, unos papeles arrugados con unos manuscritos en los que se podían leer la letra del tango “Mano a mano”.-
Además Celedonio Flores, tenía todos sus versos recopilados en un libro que tituló “Flores y yuyos”.-
Fue tanta la aceptación de los tangos de Celedonio por Gardel, que el “divo” le llegó a registrar 21 grabaciones, entre las que podemos destacar “ Mano a mano”, “El bulín de la calle Ayacucho”, “Atenti Pebeta”, “Muchacho”, “Tengo Miedo”, “Viejo Smoking” y varias más.
La mayoría de sus versos reflejan personajes u objetos de la vida cotidiana. Su modo de escribir es recitarle a “alguien”. En “Mano a mano” le canta a la “percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida”, en “ Corrientes y Esmeralda” le habla a la famosa esquina de Corrientes angosta, con sus guapos, minas, curdelas y cabarets’; //esquina porteña, vos hiciste escuela///en una mélange, de caña ,gin fizz/// pase inglés y monte, bacará y quiniela/// curdelas de caña y locas de pris////…
En “Muchacho’, lo ataca al niño bien cuando le dice ////muchacho, que por que la suerte quiso, vivís en un primer piso de un palacete central//// que para vicios y placeres, para farras y mujeres, disponés de un capital//////….
En “Viejo Smoking”, lo hace lucir a Gardel cuando dice ////Viejo Smoking de mis tiempos, en que yo tambien tallaba,//// cuantas papusas garabas en tu solapa lloró///..
En fin, Celedonio Flores fué realmente un poeta de su pueblo y para su pueblo, y nunca se apartó de los cánones de la literatura popular, ya que todos sus personajes formaron parte de su vida cotidiana y sus versos fueron abastecidos del idioma “lunfardo”, idioma que él y su entorno practicaban asiduamente. Por eso insisto que Celedonio fué parte de un estilo de vida que ya no se practica más, porque ya no existe nada de lo que él vivió y sintió y se inspiró para escribir, porque eso es solamente historia de una ciudad, sus barrios y sus personajes que nunca más tendrán reposición.
Celedonio Flores, murió en el año 1947, dejando esa preciosa obra inculcada en la lírica porteña. Cuando en un reportaje le preguntaron como creaba sus éxitos, respondió: «Busco un pedazo de vida, la vivo intensamente en mi interior, la tomo en serio y despacito, y con cuidado, y voy haciendo el verso. Como he vivido un poco, como he dado muchas vueltas, como conozco el ambiente canalla, tengo la pretensión de vivir mil personajes. No soy de los que creen que el tango cómico sea la expresión de lo que siente el pueblo; sabemos todos que el tango es triste, como toda la música de nuestra tierra
Nació en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, para ser más exactos en la calle Corrientes y Talcahuano, en el año 1896, pero al poco tiempo se mudó al barrio de Villa Crespo, donde vivió gran parte de su vida, y donde desarrolló su gran obra poética.
Era muy común verlo por las madrugadas sentado en una mesa de la famosa lechería “La Pura”, del barrio de Villa Crespo, escribiendo sus poemas o simplemente charlando con sus amigos.
Pero no solamente las letras fueron su pasión, sino que llegó a ser un gran boxeador de la categoría liviano, llegando a disputar la final del campeonato argentino amateur usando el sobrenombre de Kid Cele. Lamentablemente fue derrotado en esa final por el que fuera campeón y cuyo nombre era Mario Reilly.
También el periodismo lo tuvo entre sus filas, ya que Celedonio trabajó en distintas redacciones y revistas, y en una de ellas en el diario “Ultima Hora”, ganó un concurso litarario con un poema denominado “Por la pinta”. Como consecuencia de dicho concurso conoce a Carlos Gardel que le propone ponerle música a sus versos, y es así como nace el tango “Margot”.
Una anécdota muy simpática es que ni Gardel ni su compañero Razzano, creían en la legitimidad de la autoría de los versos de Celedonio ya que éste era muy jovencito, pero cambiaron de parecer cuando vieron que guardaba en sus bolsillos, unos papeles arrugados con unos manuscritos en los que se podían leer la letra del tango “Mano a mano”.-
Además Celedonio Flores, tenía todos sus versos recopilados en un libro que tituló “Flores y yuyos”.-
Fue tanta la aceptación de los tangos de Celedonio por Gardel, que el “divo” le llegó a registrar 21 grabaciones, entre las que podemos destacar “ Mano a mano”, “El bulín de la calle Ayacucho”, “Atenti Pebeta”, “Muchacho”, “Tengo Miedo”, “Viejo Smoking” y varias más.
La mayoría de sus versos reflejan personajes u objetos de la vida cotidiana. Su modo de escribir es recitarle a “alguien”. En “Mano a mano” le canta a la “percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida”, en “ Corrientes y Esmeralda” le habla a la famosa esquina de Corrientes angosta, con sus guapos, minas, curdelas y cabarets’; //esquina porteña, vos hiciste escuela///en una mélange, de caña ,gin fizz/// pase inglés y monte, bacará y quiniela/// curdelas de caña y locas de pris////…
En “Muchacho’, lo ataca al niño bien cuando le dice ////muchacho, que por que la suerte quiso, vivís en un primer piso de un palacete central//// que para vicios y placeres, para farras y mujeres, disponés de un capital//////….
En “Viejo Smoking”, lo hace lucir a Gardel cuando dice ////Viejo Smoking de mis tiempos, en que yo tambien tallaba,//// cuantas papusas garabas en tu solapa lloró///..
En fin, Celedonio Flores fué realmente un poeta de su pueblo y para su pueblo, y nunca se apartó de los cánones de la literatura popular, ya que todos sus personajes formaron parte de su vida cotidiana y sus versos fueron abastecidos del idioma “lunfardo”, idioma que él y su entorno practicaban asiduamente. Por eso insisto que Celedonio fué parte de un estilo de vida que ya no se practica más, porque ya no existe nada de lo que él vivió y sintió y se inspiró para escribir, porque eso es solamente historia de una ciudad, sus barrios y sus personajes que nunca más tendrán reposición.
Celedonio Flores, murió en el año 1947, dejando esa preciosa obra inculcada en la lírica porteña. Cuando en un reportaje le preguntaron como creaba sus éxitos, respondió: «Busco un pedazo de vida, la vivo intensamente en mi interior, la tomo en serio y despacito, y con cuidado, y voy haciendo el verso. Como he vivido un poco, como he dado muchas vueltas, como conozco el ambiente canalla, tengo la pretensión de vivir mil personajes. No soy de los que creen que el tango cómico sea la expresión de lo que siente el pueblo; sabemos todos que el tango es triste, como toda la música de nuestra tierra
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