María Eugenia Luna nació en esta ciudad el 11 de junio de 1924. Como intérprete trabajó en la película "El patio de la morocha", film de 1951, junto a Virginia Luque, Juan Carlos Mareco, Severo Fernández y Sofía Bozán.
En 1972 participó de "Argentinísima", película dirigida por Fernando Ayala y Héctor Olivera, con Atahualpa Yupanqui, Ramona Galarza y Ariel Ramírez, entre otros. En el teatro de revistas, Jovita intervino como cancionista en un set junto a Nélida Roca y Beba Bidart que tuvo lugar en el Maipo. En el mismo escenario trabajó junto al actor Antonio Gasalla.
En 1977 subió a escena en El Nacional para hacer "Chicago", con Nélida Lobato y Ambar La Fox, con ella en el papel de Mama Morton.
En la televisión, estuvo en el mítico Tropicana Club de Canal 7, dirigido por Guillermo Brizuela Méndez. Y muchos años más tarde, Eduardo Bergara Leumann la llevó a su exitoso programa televisivo en el Canal 11, La botica del ángel, en el que permanecería hasta el final del ciclo hacia fines de los ochenta.
Culminando su carrera, fue invitada a cantar en Tango Argentino, el espectáculo de los coreógrafos Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, que colocó en primer plano nuevamente a nuestra música, primero en Europa y después en los Estados Unidos y donde actuaron las más importantes figuras de los años ochenta y noventa. Se grabó un disco del mismo, en el que Jovita interpreta “Balada para mi muerte” con el Sexteto Mayor y “De mi barrio” acompañada del violín de Mario Abramovich.
En 1995, también con el elenco de Tango Argentino, viajó a Estados Unidos y España junto a María Graña, Elba Berón, Alba Solís, Virulazo y otros grandes artistas. Esta gira fue la antesala de su despedida, después de sesenta años de actuación ininterrumpida.
"Elegí entre todos los cantantes a Jovita Luna porque en los años 50 había sido una gran estrella en París, en Italia, en Brasil. Tenía entera confianza en su dominio del music-hall y en el sentimiento de su interpretación del tango. Apenas comenzó a cantar Jovita se escucharon unos «bravos» ensordecedores", dijo hace poco Segovia.
Murió en Buenos Aires, a los 81 años y sus restos descansan en el Panteón de Actores del Cementerio de Chacarita.
"Elegí entre todos los cantantes a Jovita Luna porque en los años 50 había sido una gran estrella en París, en Italia, en Brasil. Tenía entera confianza en su dominio del music-hall y en el sentimiento de su interpretación del tango. Apenas comenzó a cantar Jovita se escucharon unos «bravos» ensordecedores", dijo hace poco Segovia.
En 1972 participó de "Argentinísima", película dirigida por Fernando Ayala y Héctor Olivera, con Atahualpa Yupanqui, Ramona Galarza y Ariel Ramírez, entre otros. En el teatro de revistas, Jovita intervino como cancionista en un set junto a Nélida Roca y Beba Bidart que tuvo lugar en el Maipo. En el mismo escenario trabajó junto al actor Antonio Gasalla.
En 1977 subió a escena en El Nacional para hacer "Chicago", con Nélida Lobato y Ambar La Fox, con ella en el papel de Mama Morton.
En la televisión, estuvo en el mítico Tropicana Club de Canal 7, dirigido por Guillermo Brizuela Méndez. Y muchos años más tarde, Eduardo Bergara Leumann la llevó a su exitoso programa televisivo en el Canal 11, La botica del ángel, en el que permanecería hasta el final del ciclo hacia fines de los ochenta.
Culminando su carrera, fue invitada a cantar en Tango Argentino, el espectáculo de los coreógrafos Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, que colocó en primer plano nuevamente a nuestra música, primero en Europa y después en los Estados Unidos y donde actuaron las más importantes figuras de los años ochenta y noventa. Se grabó un disco del mismo, en el que Jovita interpreta “Balada para mi muerte” con el Sexteto Mayor y “De mi barrio” acompañada del violín de Mario Abramovich.
En 1995, también con el elenco de Tango Argentino, viajó a Estados Unidos y España junto a María Graña, Elba Berón, Alba Solís, Virulazo y otros grandes artistas. Esta gira fue la antesala de su despedida, después de sesenta años de actuación ininterrumpida.
"Elegí entre todos los cantantes a Jovita Luna porque en los años 50 había sido una gran estrella en París, en Italia, en Brasil. Tenía entera confianza en su dominio del music-hall y en el sentimiento de su interpretación del tango. Apenas comenzó a cantar Jovita se escucharon unos «bravos» ensordecedores", dijo hace poco Segovia.
Murió en Buenos Aires, a los 81 años y sus restos descansan en el Panteón de Actores del Cementerio de Chacarita.
"Elegí entre todos los cantantes a Jovita Luna porque en los años 50 había sido una gran estrella en París, en Italia, en Brasil. Tenía entera confianza en su dominio del music-hall y en el sentimiento de su interpretación del tango. Apenas comenzó a cantar Jovita se escucharon unos «bravos» ensordecedores", dijo hace poco Segovia.
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