domingo, 24 de marzo de 2013

HISTORIAS DE TANGO Y BOXEO


“Cuando un elegante los calzó de cross”, rezan las estrofas del tango Corrientes y Esmeralda, cuya letra es de Celedonio Esteban Flores.  Ese elegante que él cita no es otro que Jorge Newbery, quien se destacó en distintas disciplinas deportivas a principios del siglo XX, incluyendo el boxeo. El autor de los versos,  el “Negro Cele”,  también fue, como sabemos, un apasionado a dicho deporte, pues con el seudónimo de “Kid Cele” llegó a ser finalista en 1923 en la categoría Pluma, perdiendo el título contra Mario Reilly.

De ahí en más lo cautivó la poesía tanguera, y entre sus composiciones tenemos el primero, que fue Margot, y que inmediatamente le grabaría Gardel; hasta el que probablemente fuera el último, colaborando en la música con Arturo Galucci, y que titularan “Vieja Luna”, que es de 1946.  Al año siguiente fallecería el 28 de de julio.  Entre uno y otro pasaría un rosario de temas de distinta índole grabados por los más grandes exponentes de nuestra canción.
Cátulo Castillo, “Catulín”, fue otro tanguero-boxeador.  Contando con la edad de 12 años (había nacido el 6 de agosto de 1906) comenzó con la práctica de los puños.  Peleó con todas las figuras de esos tiempos: Luis Rayo, quien fue Campeón Europeo; y Alcides Ferrero, Campeón del Río de la Plata.  Había comenzado en la categoría Mosca, pasando luego a Gallo, Pluma, Liviano y Medio-Mediano.  Esto hasta los 17 años, en que gana un premio en el concurso de tango organizado por Max Glucksman en 1924, obteniendo el 3° puesto con “Organito de la Tarde” en colaboración con su padre José Gonzalez Castillo.
Hasta ese momento, las obras en su mayoría lo contaron a Cátulo como músico, y a su padre en los versos; luego sería él el que se dedicaría a la versificación, colaborando con los grandes instrumentistas de distintas épocas hasta llegar a Aníbal Troilo, con quien hace “Patio mío” y “La Ultima Curda”, para la obra “El Patio de la Morocha”  con Mores produce el tango homónimo y con él mismo luego “La Calesita”; al año siguiente con Stamponi, “El Último Café” y otros mas con distintos músicos hasta su deceso el 19 de octubre de 1975.  Presidió en distintos períodos el directorio de SADAIC y fue presidente de la Comisión Nacional de Cultura.
Luis Angel Firpo, (El Toro Salvaje de las Pampas); de peso Pesado, debutó frente al uruguayo Angel Rodriguez, quien lo noqueó en el primer round.  Luego comenzó –sin ser un técnico en la materia- a derribar adversarios con sus tremendos “mazazos”.  Fue Campeón Argentino, y luego Sudamericano; allí lo tentó la ilusión del mundial y se fue a Norteamérica.  Ante rivales de todo calibre cayeron ante sus privilegiadas manos, Mac Aulife, Herman Brennan, Weinerth Willard y otros más, hasta enfrentar al mas grande de todos: Jack Dempsey.
El 14 de septiembre de 1923 se libró el denominado “Combate del Siglo”; en un round y medio, Firpo levantaba en vilo a la afición, derribando a su rival por entre las cuerdas y haciéndolo caer por sobre los periodistas. Ayudado a levantarse, Dempsey se recompone y lo derrota injustamente, ya que se le contaron más de 10 segundos.  Tanto uno como el otro tuvieron sus tangos que los homenajearon.  El titulado “Dempsey”, de Juan Bautista Guido; y “El Toro Salvaje”, de José María García.  Con dicho título se rodó una película muda, producida por Federico Valle y dirigida por Carlo Campogalliani.
Diremos que Firpo conoció a Gardel por intermedio de Nicolás Preziosa (quien luego fuera manager de Gatica) en el año 1921 cuando el cantor concurría al Club Policial de la calle Rincón 32 a metros del “Café los Angelitos” donde a menudo se reunirían.  Cabe acotar también que Firpo era primo hermano del músico Roberto Firpo.
“Justo Suarez solo / Torito viejo lindo…” Nos llega la voz de Charlo desde una vieja grabación en un disco de 78 RPM.  Con el seudónimo de “Torito de Mataderos” se lo conoció a quien fuera en vida Justo Suarez; luego de Firpo en su vano intento de lograr el cetro mundial, se perfilaba nítidamente en el ránking Justo Suárez.
Campeón olímpico en Amsterdam (se había iniciado entre nosotros en 1925 como peso Mosca), alcanzó luego la corona Sudamericana Amateur; profesionalmente ganó 18 combates entre los años 1928/30.  Viajó a Estados Unidos y allí se impuso ante Joe Glick, Perlick, y Ray Millier, hasta caer por KO frente a Billy Petrolle y luego empatar con Emile Rossi.  Volvió a nuestro país en inferioridad de condiciones (pulmones perforados por la tuberculosis) pero asimismo pelea con Víctor Peralta, quien lo derrota.
Recluído en Cosquín - Córdoba-, fallece con la sola compañía de su hermana el 10 de agosto de 1938.  El tango de Modesto Papávero y Juan Venancio Clauso que lo perpetúa se titula “Justo Suárez solo!” o “Muñeco al Suelo” y fue registrado –como dijimos- en la voz de Charlo, acompañado por sus guitarras.  Asimismo en la intersección de las calles Francisco Bilbao y Coronel Cárdenas (Mataderos) se erige un monumento a su memoria.
No sería justo obviar en esta crónica a Pedro Quartucci, que aunque no fuera tanguero se lo recuerda por su actuación en “Las Luces de Buenos Aires” de 1931 junto a Carlos Gardel, entre otros.  En la década del 20’ boxeaba profesionalmente, ganando en 1924 la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París para la categoría Livianos.
Ernesto de la Cruz, o el Negrito, como se lo conocía; fue el autor junto a Francisco Marino del tango “El Ciruja”, entre otros tales como “El Batidor”, “Alma de Chorro”, “Amadeo”, grabados todos por Ignacio Corsini, y “Cruz Mandinga” por Magaldi; pero sin duda fue “El Ciruja” que inmortalizó en la cera Gardel en 1926, el de mayor repercusión.  De la Cruz hace su incursión en el deporte de los puños en 1918, estudiando simultáneamente la ejecución del bandoneón.  Peleó contra Luis Rayo, quien fuera Campeón Liviano en nuestro país, y quien lo derrotó en los 10 rounds que duró el combate; allí se convenció de que no había nacido para el boxeo y se dedicó de lleno a la música, actuando con un sexteto en el viejo café El Nacional.  De la Cruz nació en Concordia el 8 de septiembre de 1898 y murió en Buenos Aires el 14 de noviembre de 1985.
Angel Daniel Rodríguez, el montevideano fue el boxeador más completo que dio nuestro vecino país, y lo citamos aquí porque fue gran amigo de Gardel, con quien se visitaban cuando Carlitos cruzaba el “charco”, inclusive cuando peleó con el chileno Aníbal Parada, pelea que venció por KO en el primer round (lo expuesto tomado del biógrafo gardeliano Rodolfo Omar Zatti en su libro “Gardel en el Río de la Plata”).
No pasó inadvertida para el multifacético autor-compositor Hector Marcó la pasión pugilística.  De ahí surge el tango “Segundos Afuera” donde nombra a Pascual Perez, Acavallo, Locche, Galíndez y Monzón, y que fuera grabado por Edmundo Rivero acompañado de su conjunto guitarrístico.
Ahora sí, fue el 26 de noviembre de 1954, y lo que no pudieron anteriormente ni Firpo ni Justo Suarez  lo obtiene un mendocino llamado Pascual Perez, quien en la citada fecha, en Tokio vence al japonés Yoshío Shirai por KO, logrando así el primer Título Mundial para la Argentina; y quién mejor para homenajearlo que un cantor que también había abrazado el viril deporte de los puños y que fue Hector Mauré.  Mauré compuso junto a su guitarrista Soulé, el tango “Al Gran Campeón” que grabó al poco tiempo.
Y no podíamos finalizar esta cabalgata sin la voz de Gardel; pues bien, el 27 de mayo de 1930 graba en una sola toma -pese a un pequeño error que comete en una de las estrofas, ya que en la parte donde debía decir “en el corazón” dice “nenel corazón”- el tango de Iván Diez y Vicente San Lorenzo “Knock Out de Amor” acompañado por los guitarristas Riverol, Barbieri y Aguilar.

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